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Que Medico Trata Las Alergias Respiratorias?

Que Medico Trata Las Alergias Respiratorias

Fuente:  www. asmaalergia. org , Asthma and Allergy Foundation of America (AAFA) Personas que tienen asma o alergias deben consultar a un doctor que sea experto (también llamado especialista) en el tratamiento de esas condiciones. Los alergólogos son expertos en el tratamiento del asma y las alergias.

Los neumólogos son expertos en el tratamiento de enfermedades pulmonares, inclusive el asma. Esta hoja informativa puede ayudarle a elegir un especialista. Mi hija Fernanda ha tenido asma desde los 3 años.

Su pediatra había podido controlarle los síntomas con medicinas y reduciendo su contacto con los ácaros del polvo con retirar todas las alfombras de pared a pared que había en casa. Pero cuando Fernanda comenzó a jugar fútbol a los 12 años, manifestó síntomas graves.

El pediatra me indicó que consultara a un especialista en el tratamiento del asma y las alergias, quien le diagnosticó una alergia a la ambrosia. Tan pronto como comenzó el tratamiento para la alergia, Fernanda pudo respirar mejor.

Ahora puede correr durante todo el partido sin toser ni que le silbe el pecho. Cristina, mamá de Fernanda Su doctor* puede tratarle los síntomas del asma o alergia. Sin embargo, si necesita que le hagan pruebas de alergia en la piel para determinar con exactitud qué es la alergia usted tiene, es posible que tenga que consultar a un alergólogo. El asma o las alergias no están bajo control si:

  • Los síntomas interfieren con sus actividades diarias, lo despiertan por la noche, o debe faltar a la escuela o al trabajo
  • Tose o tiene silbido cuando hace ejercicio, realiza actividades físicas o durante su rutina diaria
  • Ha necesitado tratamientos de emergencia para las alergias o el asma

El asma es una enfermedad pulmonar que causa dificultad para respirar. Cuando las personas con asma entran en contacto con algo a lo cual son alérgicas (denominado alérgeno) o a lo que son sensibles (un irritante), las vías respiratorias se les estrechan. Esto dificulta la llegada del aire a los pulmones. Una alergia se produce cuando persona reacciona a cosas que no afectan a la mayoría de gente, como los gatos o el polen.

Los alergólogos también pueden indicarle que vacunas pueden ayudar a aliviar los síntomas del asma y las alergias. Igualmente, si no logra controlar los síntomas o si éstos son graves, es posible que deba consultar a un especialista.

Si usted entra en contacto con algo a lo que es alérgico (denominado alérgeno), es posible que presente síntomas, como picazón o estornudos. Esto es una reacción alérgica. * En esta hoja informativa se utilizan las palabras “doctor” o “doctora”, pero puede referirse a cualquier persona que brinda atención médica, como un integrante del personal de enfermería o ayudante médico. Para encontrar un especialista:

  • Pregúntele a su doctor y a su compañía de seguros los nombres y números telefónicos de especialistas en asma y alergias.
  • Comuníquese con las sociedades médicas y las organizaciones locales relacionadas con el asma y las alergias para obtener los nombres y números telefónicos de los especialistas.
  • Utilice el  Directorio de Alergólogos (Find an Allergist directory en ingles)  para localizar los especialistas en su área.

La mayoría de los planes de seguro médico sí cubren este tratamiento. Para obtener más información sobre su plan, lea la póliza del seguro médico, llame a la compañía que ofrece su plan de salud, o hable con el departamento de recursos humanos de su compañía. Preguntas importantes:

  • ¿Necesito una autorización de mi doctor para consultar a un especialista?
  • ¿Puedo continuar consultando al especialista después del diagnóstico del asma o las alergias?
  • ¿Qué pruebas para detectar asma o alergias cubre mi plan?
  • ¿Qué tratamientos, como vacunas contra alergias, cubre el plan?
  • ¿Me cubre mi seguro la educación para el paciente o servicios especiales para la alergia?
  • ¿Qué medicinas cubre?
  • ¿Qué instrumentos médicos, como espaciadores, medidores de flujo respiratorio y nebulizadores, están cubiertos?
  • ¿Existen límites en la cantidad o la frecuencia de visitas al especialista?

¿Cuándo es recomendable acudir al alergólogo?

¿Cuándo ir al alergólogo? – Es recomendable acudir al alergólogo en el momento en que se presente cualquier síntoma o sospecha de algún padecimiento alérgico. Los síntomas de la alergia dependerán del alérgeno y de su vía de acceso al organismo:

  • Alergia al polen. La alergia al polen (y a otras sustancias en suspensión en la atmósfera) pueden causar estornudos, irritación y congestión de la nariz y las mucosas, e irritación de los ojos y conjuntivitis. En los casos más graves, incluso, asma.
  • Alergia alimentaria. La alergia a una sustancia de un alimento puede causar hormigueo en la boca, inflamación de los labios, la lengua, el paladar y la garganta y también provocar urticaria. En los casos más graves se puede dar un shock anafiláctico. La anafilaxia puede cursar con pérdida del conocimiento, disminución de la tensión arterial, dificultad respiratoria, erupción cutánea y trastornos gastrointestinales.
  • Alergia a la picadura de un insecto. Puede cursar con un edema en el lugar de la picadura, prurito o urticaria en todo el cuerpo, tos y dificultad respiratoria. En los casos graves, anafilaxia.
  • Alergia a un medicamento. La alergia a una sustancia presente en un medicamento puede causar urticaria o picor, erupciones cutáneas, hinchazón de la cara, problemas respiratorios y anafilaxia en los casos graves.
  • Dermatitis atópica. Los síntomas de la dermatitis atópica o eccema pueden ser picor, enrojecimiento de la piel y piel escamosa.

Otros síntomas pueden acompañar a los cuadros alérgicos, incluyendo sinusitis, dolor de cabeza, cansancio frecuente y fatiga crónica, otitis alérgica o de repetición, tos crónica, broncoespasmos, dificultad respiratoria, dolor abdominal y diarrea, entre otros..

¿Cómo se cura una alergia en las vías respiratorias?

La inmunoterapia desensibilizante es considerada el tratamiento más completo de la alergia respiratoria y se consigue a través de las vacunas antialérgicas.

¿Cuáles son los síntomas de las alergias respiratorias?

La rinitis alérgica es una enfermedad inflamatoria de la mucosa nasal inducida por una respuesta inmunológica (por hipersensibilidad) tras la exposición a un alérgeno sobre las membranas que recubren las fosas nasales. Los síntomas típicos son: picor nasal, estornudos, mucosidad generalmente acuosa y congestión o taponamiento nasal.

Los alérgenos que más frecuentemente causan rinitis alérgica son los pólenes, los hongos, los ácaros y los animales domésticos (perros y gatos). En la mayoría de las ocasiones se acompaña de conjuntivitis, que consiste en la inflamación de la membrana que recubre al ojo y la parte interna de los párpados y se manifiesta con síntomas como picor o escozor, enrojecimiento y lagrimeo.

Se habla entonces de rinoconjuntivitis alérgica. La rinoconjuntivitis alérgica se clasifica desde varios puntos de vista. De forma simplificada, puede ser clasificada en estacional (generalmente producida por alergia a pólenes) o perenne (por ácaros y animales domésticos, entre otros agentes).

  • Debe diferenciarse de otras formas frecuentes de rinitis, como las rinitis infecciosas o catarrales, causadas generalmente por distintos tipos de virus;
  • En ocasiones, una rinitis de causa alérgica se puede complicar o solapar con un proceso infeccioso afectando a los senos paranasales (rinosinusitis);

El diagnóstico de la alergia que causa la rinitis se confirma mediante pruebas cutáneas (ver procedimientos diagnósticos). El tratamiento consiste, además de evitar su causa en la medida de lo posible, en el alivio de los síntomas mediante distintos tipos de fármacos que el médico prescribe en función de la naturaleza de los síntomas.

  • La inmunoterapia con vacunas de alergia logra reducir significativamente los síntomas (ver procedimientos terapéuticos);
  • El asma es una enfermedad respiratoria crónica caracterizada fundamentalmente por la inflamación de los bronquios, que sufren un estrechamiento de su calibre ocasionando los síntomas típicos de la enfermedad: tos, falta de aire, pitos en el pecho y opresión torácica;

Estos síntomas pueden variar en frecuencia e intensidad. En ocasiones, el asma puede cursar con periodos de empeoramiento intenso (crisis asmática), que se relacionan con la exposición a agentes que producen alergia (asma alérgica). En otros casos pueden sobrevenir crisis causadas directamente por el ejercicio físico, por infecciones respiratorias o por algunos medicamentos como los antiinflamatorios del tipo de la aspirina.

Los alérgenos relacionados con el asma alérgica son lo mismos que causan rinitis. El diagnóstico de la alergia responsable del asma se establece mediante pruebas cutáneas con los posibles alérgenos causales, que indicará el alergólogo según la historia de la enfermedad (ver procedimientos diagnósticos).

El tratamiento adecuado del asma alérgica pasa inicialmente por evitar la exposición a los alérgenos causales. El empleo de medicación es siempre necesario para controlar los síntomas y consiste en la aplicación de fármacos inhalados que revierten el estrechamiento del bronquio y reducen la inflamación.

El empleo de inmunoterapia con vacunas de alergia está indicado en la mayoría de los casos, ya que esta terapia es la única que consigue reducir el curso natural de la enfermedad alérgica (ver procedimientos terapéuticos).

La alveolitis alérgica, también denominada neumonitis por hipersensibilidad, es un proceso inflamatorio pulmonar, que afecta a la porción terminal de las vías aéreas (alvéolos). Puede ocurrir por la exposición mantenida a muy diversas sustancias, generalmente en el ambiente laboral. ———————————————– volver a la página de pacientes volver a la página de inicio.

¿Qué pruebas te hacen cuando vas con el alergólogo?

–> ¿Cómo hacen los médicos las pruebas de las alergias alimentarias? – Deborah Los médicos suelen utilizar una combinación de pruebas de piel y sangre para detectar una alergia alimentaria. Durante la prueba de piel, un médico especializado en alergias ( alergólogo ) o una enfermera coloca una pequeña cantidad de un líquido, que contiene un alérgeno, sobre la piel mediante un pequeño rasguño o pinchazo en la piel.

  1. Los alergólogos suelen hacer las pruebas cutáneas (de piel) en el antebrazo o la espalda de sus pacientes;
  2. Luego, el alergólogo espera aproximadamente 15 minutos para ver si se forma una protuberancia roja y elevada (llamada roncha);

Si esto ocurre, podría tratarse de una alergia. El alergólogo usará una regla para medir la roncha y el enrojecimiento a su alrededor. Si una persona pudiera ser alérgica a más de una cosa (o si no está claro qué es lo que le está desencadenando sus síntomas de alergia) lo más probable es que el alergólogo le haga pruebas cutáneas con varios alérgenos al mismo tiempo.

  1. Las pruebas cutáneas pueden dar picazón durante un rato, pero esto suele mejorar después de unos 30 minutos;
  2. Si su hijo tiene picazón después de la prueba, el alergólogo podría darle un antihistamínico para tomar por boca o aplicar una crema tópica con esteroides en la espalda o el brazo de su hijo para aliviar la picazón;

Cuando el resultado de una prueba cutánea da positivo para determinado alimento, eso significa que esa persona podría ser alérgica a ese alimento. El alergólogo también puede solicitar un análisis de sangre y enviar una pequeña muestra de sangre a un laboratorio para que sea analizado.

En el laboratorio, se buscarán anticuerpos IgE a alimentos específicos. Nuevamente, si hay anticuerpos IgE a un alimento, significa que la persona podría ser alérgica a este alimento. Pero, si los resultados de las pruebas cutáneas y el análisis de sangre no están claros, es posible que el alergólogo decida hacer lo que se conoce como una prueba de provocación por boca.

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Durante la prueba de provocación por boca, se le van administrando al paciente cantidades cada vez mayores del posible alérgeno alimentario mientras el médico observa atentamente los síntomas que presenta. Como las alergias alimentarias pueden desencadenar reacciones graves en algunas personas, las pruebas de provocación se deben hacer en la consulta del alergólogo o en un hospital que permita acceder a medicamentos y a especialistas capaces de controlar estas reacciones alérgicas graves.

¿Cómo puedo saber qué tipo de alergia tengo?

Prueba cutánea con punción – Con una prueba cutánea por punción, también llamada “prueba de punción” o “prueba de raspado”, se pueden detectar reacciones alérgicas inmediatas a 50 sustancias diferentes al mismo tiempo. Esta prueba, por lo general, se realiza para identificar alergias al polen, moho, caspa de mascotas, ácaros del polvo y alimentos.

En los adultos, la prueba suele realizarse en el antebrazo. En los niños, se puede realizar en la parte superior de la espalda. Las pruebas cutáneas para alergias son indoloras. En este tipo de prueba, se usan agujas (lancetas) que penetran levemente la superficie de la piel.

No habrá sangrado ni se sentirá más que una molestia leve y momentánea. Después de limpiar con alcohol el lugar donde se hará la prueba, el personal de enfermería dibuja pequeñas marcas en la piel y aplica una gota de extracto del alérgeno junto a cada marca. Para ver si tu piel está reaccionando de manera normal, se aplican dos sustancias adicionales en la superficie de la piel:

  • Histamina. En la mayoría de las personas, esta sustancia causa una reacción en la piel. Si no reaccionas a la histamina, la prueba cutánea para alergias podría no mostrar una alergia incluso si tienes una.
  • Glicerina o solución salina. En la mayoría de las personas, estas sustancias no causan ninguna reacción. Si reaccionas a la glicerina o solución salina, puedes tener piel sensible. Los resultados de la prueba deberán interpretarse con cuidado para evitar un diagnóstico de alergia falso.

Aproximadamente 15 minutos después de pinchar la piel, el personal de enfermería observa la piel para detectar signos de reacciones alérgicas. Si eres alérgico a una de las sustancias probadas, se producirá un bulto elevado y rojo que pica (roncha), que puede tener un aspecto similar al de una picadura de mosquito. Luego la enfermera medirá el tamaño del bulto y registrará el resultado. A continuación, te limpiará la piel con alcohol para quitar las marcas.

¿Cuánto cuesta una prueba de alergia?

Las pruebas para alergias pueden ser muy caras. Una prueba para alergias en la piel puede costar de $60 a $300.

¿Cuánto tiempo puede durar una alergia respiratoria?

El diagnóstico de las alergias estacionales  – A diferencia de los resfriados, las alergias estacionales suelen durar más de una semana o dos. Si usted tiene algunos o todos estos síntomas y busca alivio, consulte con su profesional de la salud. A menudo, una prueba de piel o de sangre de alérgenos específicos confirma a qué tipos de polen es alérgico. Los profesionales de la salud también pueden diagnosticar las alergias estacionales de acuerdo a cuándo se aparecen los síntomas, como: 

  • El polen de los árboles (especialmente de los abedules, robles, olmos y arces) suele aparecer en primavera.
  • Las hierbas liberan polen a finales de la primavera y el verano.
  • La ambrosía produce polen en el otoño.
  • Las esporas de moho suelen causar alergias estacionales en la primavera, el verano y el otoño. También pueden causar alergias todo el año a las personas que viven en edificios con mucha humedad. Los signos de exceso de humedad incluyen una humedad interior alta, daños por agua o ventilación deficiente.

¿Cuáles son las alergias más graves?

¿Cómo afecta la rinitis a los pulmones?

+Gonzalo Alvear+ En este artículo, los autores revisan la relación que existe entre la rinitis alérgica y no alérgica con las alteraciones en la función pulmonar no asma. Clin Exp Allergy 2017;47:988-997 La rinitis es una de las enfermedades inflamatorias crónicas más comunes en los humanos y el paradigma de «una vía aérea, una enfermedad» ha sido extensamente investigado. La nariz, el oído medio, los senos paranasales, la laringe y la tráquea están todos relacionados por contigüidad con los bronquios y bronquiolos respiratorios, actuando como unidad anatómica y funcional, cuyas conexiones e interrelaciones se constatan no solo por evidencia anatómica y fisiológica, sino que también en estudios epidemiológicos, genéticos, clínicos y terapéuticos.

Este modelo ha sido extensamente investigado en cuanto a la relación entre la rinitis y el asma. Los pacientes con rinosinusitis tienen mayor probabilidad de desarrollar asma y la rinitis es prácticamente ubicua en pacientes asmáticos.

Entre el 80%-90% de los asmáticos presentan síntomas de rinitis y entre el 10-40% de los pacientes que consultan por rinitis tienen además asma. Además, e independientemente de la etiología, la rinitis es un factor de riesgo para el desarrollo de asma. La severidad de la rinitis y su tratamiento puede influenciar el control del asma.

  1. Las relaciones entre la rinitis y el asma son probablemente multifacéticas;
  2. Numerosos mecanismos fisiopatológicos locales, comunes a la rinitis alérgica (RA) y a la rinitis no alérgica (RNA) se han propuesto como posibles explicaciones de las conexiones íntimas entre la disfunción nasal y la bronquial, tales como la respiración bucal forzada secundaria a la obstrucción nasal, la disminución de la respuesta beta-adrenérgica bronquial, la estimulación del reflejo sinonasobronquial, el patrón respiratorio alterado y la propagación de las secreciones inflamatorias desde la nariz mediante aspiración de las secreciones nasales (descarga posterior) y de mediadores de inflamación hacia los bronquios;

El proceso inflamatorio local mediado por la inmunoglobulina E (IgE), y común a la nariz y bronquios, podría también tener un rol patogénico relevante. La inflamación asociada a la exposición alergénica, y acentuada por superantígenos bacterianos, con producción local de IgE en la mucosa, sin exámenes dérmicos positivos demostrables « in vivo » ni « in vitro «, está ganando en importancia fisiopatológica relevante.

  1. Los mecanismos inflamatorios eosinofílicos comunes son los actualmente más aceptados, aunque estos no explican la interacción entre la RNA y el asma;
  2. La RNA corresponde a distintos fenotipos con patogénesis no claras aún;

Muchos pacientes con rinitis de cualquier tipo, sin asma, presentan disfunción subclínica (asintomática) de sus vías aéreas inferiores del tipo hiperreactividad bronquial (HRB), inflamación y alteración en la función pulmonar. Los objetivos de esta revisión son describir las anormalidades subclínicas de las vías aéreas inferiores en pacientes con rinitis sin asma, su probable progresión y los posibles efectos de las intervenciones terapéuticas sobre su evolución natural.

  • HRB en la rinitis alérgica y no alérgica sin asma La HRB es característica, pero no exclusiva, del asma, ya que puede estar presente en otras enfermedades respiratorias y no respiratorias, aunque sus implicancias clínicas definitivas no se conocen aún;

Diferentes estudios han demostrado que entre el 13-57% de los adultos y niños con rinitis crónica, sin evidencias de asma, presentan HRB inespecífica. Muchos sujetos con RA muestran una curva dosis-respuesta en el rango de HRB en la prueba de provocación bronquial con metacolina, mostrando también un efecto « plateau «.

  • Esto significa que cuando se exponen al agente colinérgico, un número significativo de pacientes con rinitis sin asma muestra una respuesta broncoconstrictora limitada, diferente a la observada en pacientes con asma;

En individuos con rinitis estacional, la exposición natural a los pólenes induce un aumento en la reactividad bronquial, con la disminución subsecuente fuera de la estación, un fenómeno que existe también en los pacientes con asma. Además, los pacientes con rinitis causada por alérgenos perennes, expresan un mayor grado de reactividad bronquial que aquellos con alergias nasales estacionales.

La ocurrencia de la HRB a la metacolina parece ser más frecuente en el fenotipo de las rinitis alérgicas que en de las no alérgicas, aunque esto no se relaciona con la severidad de los síntomas. Esta situación no sucede con la provocación con ejercicio, ya que los niños con RNA tienen mayor prevalencia de broncoconstricción inducida por ejercicio que aquellos con RA.

Alteraciones subclínicas en la función pulmonar Muchos estudios han demostrado alteraciones espirométricas en pacientes con rinitis sin expresión clínica de asma, con variaciones en su frecuencia según el umbral de anormalidad considerada para los parámetros espirométricos.

Estas alteraciones espirométricas han mostrado ser directamente proporcionales a la severidad clínica de la rinitis, implicando que los pacientes con rinitis persistente moderada a severa tienen mediciones de función pulmonar más bajas al compararse con aquellos con rinitis intermitente y leve.

Esta observación ha sido descrita tanto para la rinitis alérgica como para la no alérgica y por tanto es probable que sea inherente a la condición de rinitis y no se relacione con la etiología. La disminución del porcentaje del FEF 25-75 y del VEF1 se ha asociado con rinitis de larga data, eosinofilia nasal y disminución del flujo aéreo nasal tanto en las rinitis estacionales como en las perennes.

El mayor índice de masa corporal también ha demostrado ser un factor de riesgo para las alteraciones espirométricas. La connotación final de estos hallazgos no está clara, pero refuerza la hipótesis que la inflamación eosinofílica sistémica podría afectar tanto a la nariz como a los bronquios y contribuir a la disminución de la función pulmonar descrita en la RA.

Los defectos ventilatorios obstructivos de pacientes con rinitis son potencialmente reversibles con broncodilatadores. Por ejemplo, se ha visto una respuesta broncodilatadores positiva en aproximadamente el 2/3 de los adultos jóvenes con rinitis alérgica.

La presencia de alteraciones espirométricas pareciera expresar una falla de la función de la vía aérea intratorácica en pacientes con solo síntomas nasales. Todos estos datos apoyan las recomendaciones de realizar espirometrías en pacientes con rinitis persistente moderada a severa, y no necesariamente en aquellos con rinitis leve e intermitente.

Compromiso inflamatorio de las vías aéreas inferiores en la rinitis Signos inflamatorios en las vías aéreas inferiores se han demostrado en pacientes con RA sin síntomas de asma. En pacientes con RA al polen del pasto, después de una prueba de provocación nasal fuera de la estación, se ha visto un aumento en el número de eosinófilos y en la concentración de la proteína catiónica del eosinófilo en esputo y también un aumento en la reactividad bronquial a la metacolina.

  • En pacientes con RA inducida por ácaros, sin asma, la provocación nasal con el alérgeno produce un aumento significativo en los eosinófilos sanguíneos, nasales y en esputo inducido, con empeoramiento simultáneo de la HRB a metacolina y función pulmonar;

Este hecho agrega más evidencias de la existencia de una conexión fisiopatológica entre la HRB y la inflamación en la rinitis. También la evidencia muestra que los pacientes con RA tienen mayores niveles de FENO que aquellos con RNA. Todo esto indica la existencia de inflamación de las vías aéreas inferiores en los pacientes con RA sin asma, fenómeno que aumenta con la exposición polínica estacional en los sujetos con RA estacional.

El aumento del FENO se ha visto en sujetos con RA con y sin HRB, lo que sugiere una relación directa entre la inflamación y la HRB en la RA y, posiblemente, la coexistencia de ambos fenómenos podría ser un biomarcador del desarrollo futuro de asma.

Las características de la inflamación bronquial en la RNA son menos conocidas. Se ha visto que pacientes con NAR también tienen disfunción de las vías aéreas inferiores, eosinofilia en esputo y FENO elevado, aunque de menor magnitud que los sujetos con RA (Figura 1). Estudios sobre remodelación de las vías aéreas inferiores en la rinitis son escasos y se relacionan con indicadores indirectos de este proceso, mostrando hallazgos que podrían ser relevantes en cuanto a la alteración de la función pulmonar, pero esto requiere confirmación con más estudios. Rol emergente de los biomarcadores Los marcadores biológicos son indicadores medibles usados para examinar cualquier aspecto de la salud y la enfermedad. Biomarcadores obtenidos principalmente de muestras mínimamente invasivas como del condensado del aire exhalado, células epiteliales nasales, secreciones y sangre periférica, han sido utilizados para predecir o monitorear la respuesta al tratamiento y muy pocos se han utilizado para estimar el riesgo de la enfermedad y anticipar su progresión.

  • La periostina, por ejemplo, es un biomarcador sistémico bien investigado de inflamación tipo 2 en asmáticos, superior al recuento sanguíneo de eosinófilos;
  • Por otro lado, los niveles de osteopontina en esputo han mostrado una correlación altamente significativa con el fenotipo de asma neutrofílica asociada al tabaquismo e indica severidad de la enfermedad;
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La mayoría de los biomarcadores actuales están disponibles principalmente para la investigación y necesitan ser validados y calificados para predecir el riesgo de progresión desde la rinitis al asma. Valor pronóstico de las alteraciones pulmonares subclínicas El pronóstico de las enfermedades pulmonares sin expresión clínica en niños y adultos con rinitis no se conoce.

Dos estudios (1,2) sugieren que la presencia de HRB en el rango de asma ayuda a identificar a pacientes con rinitis en riesgo de desarrollar asma, dándole a este hallazgo un claro valor pronóstico. Esto, sin embargo, no está universalmente aceptado.

Estudios prospectivos por periodos más prolongados podrían ayudar a dilucidar esta controversia. El aumento del FENO en niños con RA también podría ser un potencial biomarcador predictivo de desarrollo de asma. Se ha reportado una asociación entre valores de FENO >34 ppb con una respuesta broncodilatadora positiva, compatible con asma subclínica.

Probablemente, la inflamación eosinofílica inicial sea un factor de riesgo para la expresión clínica posterior de asma en niños con rinitis, independientemente de la función pulmonar basal. Se ha propuesto al FEF25-75% como marcador temprano de alteración bronquial, pero se necesitan más estudios prospectivos para determinar con mayor precisión su utilidad como predictor de riesgo futuro de desarrollar asma en estos pacientes.

Efectos de las intervenciones terapéuticas La hipótesis que la rinitis es un factor de riesgo para el desarrollo de asma podría tener implicancias terapéuticas, razón del por qué se puede especular que el tratamiento de la rinitis en estadios tempranos de la vida pudiese disminuir la marcha hacia el asma.

Si bien diferentes estrategias terapéuticas con esteroides intranasales, antihistamínicos e inmunoterapia alérgeno-especifica han probado ser efectivas en el manejo de la rinitis, y algunos estudios también han demostrado un efecto beneficioso sobre las alteraciones pulmonares subclínicas en pacientes con rinitis, sus roles en prevenir la progresión hacia el asma no se ha establecido.

– Farmacoterapia De las opciones farmacológicas existentes para el tratamiento de la rinitis, los esteroides nasales son los más efectivos y demuestran efectos favorables sobre la función pulmonar y la HRB. Los corticoides intranasales tienen impacto beneficioso sobre la función pulmonar en niños con rinitis sin asma.

  1. La administración nasal de corticoides tópicos pueden ayudar a mejorar los síntomas de asma, función pulmonar e HRB inespecífica a la metacolina y ejercicio;
  2. La aplicación nasal de beclometasona durante seis semanas en niños y adolescentes con rinitis alérgica perenne disminuye la HRB a metacolina comparado con placebo con mejoría simultánea de los síntomas de rinitis (3);

El uso de fluticasona nasal en adultos con rinitis estacional mejora los síntomas nasales y disminuye el número de eosinófilos en la sangre y lavado broncoalveolar (4). Aunque existen especulaciones sobre algún efecto sistémico de los esteroides tópicos, responsables del efecto antiinflamatorio «remoto», su mecanismos de acción real aún no se ha esclarecido en forma definitiva.

  1. Si bien se ha visto que los corticoides intranasales pueden mejorar, al menos parcialmente, las alteraciones pulmonares asintomáticas, no está claro si pueden prevenir la progresión hacia el asma en los paciente con rinitis;

Los antihistamínicos H1 orales tienen un rol establecido en el tratamiento de la rinitis, pero tienen mucho menor efecto sobre la HRB y el asma. El uso del montelukast tiene un efecto modesto sobre los síntomas de la rinitis y el impacto sobre la disfunción de las vías aéreas inferiores y el desarrollo del asma en estos pacientes no han sido evaluados.

  • – Inmunoterapia alérgeno-específica La inmunoterapia subcutánea o sublingual mejora la rinitis y es el único tratamiento que ha mostrado alterar la historia natural de la marcha atópica desde la rinitis al asma;

Los efectos beneficiosos de la inmunoterapia sobre la HRB en pacientes con rinitis ha sido evaluada en varios estudios recientes (5-7). En la actualidad, las guías clínicas están de acuerdo en que la inmunoterapia alérgeno-específica es el único tratamiento con la capacidad potencial de modificar la historia natural de las enfermedades respiratorias alérgicas, aunque también establecen precauciones en cuanto a la necesidad de mayor cantidad de estudios randomizados a largo plazo para establecerla con seguridad como estrategia para la prevención primaria del asma en sujetos con rinitis alérgica.

– Agentes biológicos Se han estudiado nuevos agentes biológicos para el tratamiento de la rinitis alérgica, poliposis nasal y asma alérgica, especialmente para el manejo de los fenotipos severos no controlados.

El omalizumab controla tanto las enfermedades de las vías aéreas superiores e inferiores, disminuyendo los síntomas nasales y asmáticos, disminuyendo las exacerbaciones y mejorando la calidad de vida en pacientes sobre los 6 años de edad. El mepolizumab también ha mostrado efectos beneficiosos sobre el asma eosinofílica severa y la rinosinusitis crónica con poliposis eosinofílica nasal en adultos.

  1. Debido a que estos tratamientos tienen efectos sistémicos, es difícil diseñar estudios para evaluar cuánta es la mejoría que se logra en el asma debido a la mejoría en la rinitis;
  2. El efecto de estas drogas biológicas en la prevención de la progresión de la rinitis al asma y su impacto sobre las alteraciones pulmonares en los pacientes con rinitis sin asma no se conoce;

Otros enfoques terapéuticos – Microbiota y uso de probióticos El microbiomo de las vías aéreas puede ser un marcador útil de progresión de la enfermedad y predictor de la eficacia del tratamiento. Se piensa que la modificación de la microbiota, con el fin de modular la respuesta inmune global del huésped, podría disminuir la sensibilización y la inflamación alérgica.

Esto ha llevado a la hipótesis que los pre y probióticos, administrados pre y postnatalmente, podrían ser protectores de alergias mediante la modificación de la microbiota intestinal, la que modula la respuesta inmune, probablemente al aumentar la actividad del perfil Th1.

Datos derivados de estudios en los que se han evaluado el efecto preventivo de los probióticos en el asma, sibilancias y rinoconjuntivitis, han mostrado solo beneficios limitados o no significativos. Conclusiones y necesidades no resueltas El concepto de «una vía, una enfermedad» proviene de la existencia de relaciones anatómicas, fisiológicas y patológicas entre las vías aéreas inferiores y superiores, en un solo modelo de identidad de las interrelaciones.

  • Esto sugiere un proceso inflamatorio alérgico crónico común del sistema respiratorio que puede explicar las alteraciones bronquiales subclínicas en pacientes con RA;
  • Sin embargo, es necesario estudiar la existencia potencial de desórdenes inflamatorios sin expresión clínica y sus características en individuos con rinitis no alérgica sin asma y también establecer, con mayor grado de precisión, el pronóstico y evolución natural de los pacientes con rinitis que muestran HRB, alteraciones en la función pulmonar y evidencias de inflamación endobronquial subclínica;

Un modelo se propone en la figura 2. Finalmente, se necesitan más estudios para clarificar el valor predictivo de los nuevos biomarcadores para detectar precozmente el compromiso de las vías aéreas inferiores en pacientes con rinitis, el rol de los corticoides intranasales y de los nuevos agentes biológicos como estrategias para prevenir el desarrollo del asma, el impacto de las actuales opciones terapéuticas sobre las alteraciones funcionales de las vías aéreas inferiores en los pacientes con rinitis no alérgica y para evaluar los efectos de la inmunoterapia en el tiempo, después de su suspensión.

¿Qué causa la alergia respiratoria?

Causas – Una alergia comienza cuando tu sistema inmunitario confunde una sustancia normalmente inofensiva con un invasor peligroso. El sistema inmunitario produce anticuerpos que permanecen alertas con respecto a ese alérgeno en particular. Cuando vuelves a estar expuesto al alérgeno, estos anticuerpos pueden liberar una cantidad de químicos del sistema inmunitario, como la histamina, que causan síntomas de alergia. Algunos de los causantes más frecuentes de alergia son:

  • Alérgenos aéreos, como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros del polvo y el moho
  • Ciertos alimentos, en especial el maní, frutos secos, trigo, soja, pescado, mariscos, huevos y leche
  • Picaduras de insectos, como las de abeja o de avispa
  • Medicamentos, en especial la penicilina o antibióticos basados en la penicilina
  • Látex u otras sustancias que toques, que pueden causar reacciones alérgicas en la piel

¿Qué pasa cuando una alergia no se quita?

Las alergias persistentes durante todo el año (perennes) son consecuencia de la exposición en interiores a las sustancias suspendidas en el aire (como el polvo doméstico) durante todo el año.

  • Aparece congestión nasal, con prurito y en ocasiones goteo; también se siente prurito en la boca y en la garganta.
  • Los síntomas y las actividades que desencadenan la alergia suelen indicar el diagnóstico.
  • Lo ideal es evitar el alérgeno, pero algunos fármacos, como los antihistamínicos, ayudan a aliviar los síntomas.

Las alergias perennes pueden aparecer en cualquier momento, independientemente de la estación, o durar todo el año. A menudo consisten en una reacción al polvo del hogar. El polvo doméstico puede contener mohos y esporas de hongos, fibras de tejidos, caspa animal, desechos de ácaros del polvo y partículas de insectos. Las sustancias que se encuentran en las cucarachas o sobre ellas a menudo causan los síntomas alérgicos.

Estas sustancias están presentes en las casas durante todo el año, pero los síntomas son más intensos durante los meses fríos, cuando se pasa más tiempo en la vivienda. (Las sustancias que desencadenan una reacción alérgica se denominan alérgenos).

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El síntoma más obvio de las alergias perennes es la congestión nasal crónica. La nariz gotea y produce una secreción acuosa clara. Puede haber prurito en la nariz, en el paladar y en la parte posterior de la garganta. El prurito puede comenzar de forma gradual o súbita.

  • Es frecuente que haya estornudos;
  • Cuando los ojos están afectados, lloran y pican;
  • Se observa enrojecimiento en la zona blanca de los ojos y en los párpados, que también pueden estar hinchados;
  • La piel de debajo de los ojos puede oscurecerse (brillo alérgico);

El diagnóstico de las alergias perennes se basa en los síntomas y en las circunstancias en las que se producen, es decir, en respuesta a ciertas actividades, como, por ejemplo, acariciar a un gato. Cuando la persona afectada no responde al tratamiento, es preciso realizar algunas pruebas. Si se tiene alergia al polvo doméstico, la caspa de animales u otros alérgenos de recintos cerrados, se pueden prevenir o reducir los síntomas realizando algunos cambios en el entorno:

  • Retirar los objetos que acumulan polvo, como los adornos, las revistas y los libros
  • Retirar juguetes blandos
  • Sustituir los muebles tapizados o las alfombras o limpiarlos con una aspiradora frecuentemente
  • Sustituir las cortinas por persianas o estores
  • Lavar frecuentemente sábanas, fundas de almohadas y mantas en agua caliente
  • Aplicar vapor caliente en el hogar
  • Cubrir los colchones y las almohadas con tejidos finos para que no puedan penetrar en ellos los ácaros del polvo y los alérgenos
  • Utilizar almohadas de fibra sintética
  • Limpiar la casa a menudo, incluido quitar el polvo, pasar la aspiradora y fregar el suelo
  • Utilizar el aire acondicionado y aparatos deshumidificadores para reducir la humedad dentro de la casa, ya que esta promueve la multiplicación de los ácaros del polvo
  • Usar filtros de partículas de alta eficiencia
  • Limitar la presencia de las mascotas a ciertas habitaciones o mantenerlas fuera de la casa y lavarlas con frecuencia
  • Exterminar las cucarachas
  • Inhaladores nasales de corticosteroides
  • Antihistamínicos
  • Descongestivos
  • En ocasiones, inmunoterapia alergénica
  • Para los pólipos nasales, a veces cirugía

La mejor manera de tratar y de prevenir las alergias consiste en evitar el alérgeno. El tratamiento farmacológico en alergias perennes es similar al de las alergias estacionales. Incluye aerosoles nasales con corticoesteroides, antihistamínicos y descongestionantes. Los aerosoles nasales con corticoesteroides suelen ser muy eficaces, por lo que es lo primero que se administra.

Se recomienda evitar o eliminar el alérgeno en la medida de lo posible para prevenir los síntomas. La mayoría de estos aerosoles tienen pocos efectos secundarios, aunque pueden provocar hemorragias nasales y dolor.

También se puede administrar un antihistamínico, por vía oral o como aerosol nasal, en lugar del aerosol nasal con corticoesteroides o junto con él. Los antihistamínicos se utilizan a menudo con un descongestionante, como la pseudoefedrina , tomado por vía oral.

  1. Existen muchas combinaciones sin receta médica de descongestionantes con antihistamínicos en un solo comprimido;
  2. Sin embargo, si se padece hipertensión arterial, no se deben tomar descongestionantes a menos que el médico lo recomiende y supervise su uso;

Además, las personas que toman inhibidores de la monoaminooxidasa (un tipo de antidepresivo) no pueden tomar un producto que combina un antihistamínico y un descongestionante. Los descongestionantes se pueden adquirir sin receta médica como gotas nasales o como aerosoles.

  1. No deben utilizarse durante más de unos pocos días a la vez porque el uso continuo durante una semana o más puede empeorar o prolongar la congestión nasal (efecto rebote) y dar lugar a una congestión crónica;

Tiende a haber menos efectos secundarios y menos graves con los aerosoles nasales que con los medicamentos que se toman por vía oral. Existen otros fármacos que son útiles en algunos casos. El cromoglicato, que alivia el goteo de la nariz, se puede obtener con receta médica en forma de aerosol nasal.

  • Para ser eficaz, debe utilizarse de forma periódica;
  • También son eficaces la azelastina (un antihistamínico) y el ipratropio (un fármaco que inhibe la acetilcolina), que se pueden adquirir con receta médica en forma de aerosol nasal;

Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos anticolinérgicos similares a los de los antihistamínicos orales, sobre todo, la somnolencia. El montelukast , un modificador de leucotrienos disponible con receta médica, reduce la inflamación y alivia el goteo nasal, Es mejor usarlo solo cuando otros medicamentos son ineficaces.

Los posibles efectos secundarios consisten en confusión, ansiedad, depresión y movimientos musculares anormales. El lavado periódico de los senos paranasales con una solución de agua templada y sal (solución salina) ayuda a movilizar y expulsar el moco al tiempo que hidrata la mucosa nasal.

Esta técnica se denomina irrigación nasal. Cuando estos tratamientos no resultan eficaces, se administra un corticoesteroide Corticoesteroides: uso y efectos secundarios por vía oral o mediante inyección durante un tiempo corto (por lo general, menos de 10 días). Si se administran por vía oral o se inyectan durante mucho tiempo, los corticoesteroides pueden tener efectos secundarios graves. La inmunoterapia es necesaria en las siguientes situaciones:

  • Cuando los síntomas son graves
  • Cuando no se puede evitar la exposición al alérgeno
  • Cuando los fármacos que se utilizan habitualmente para tratar la rinitis o la conjuntivitis alérgicas no logran controlar los síntomas

Algunas veces es necesario someter a intervención quirúrgica a personas con sinusitis crónica y con pólipos nasales, con el objetivo de mejorar el drenaje de los senos paranasales y eliminar el material infectado o de extirpar los pólipos. Antes y después de la intervención, resulta útil la irrigación regular de los senos paranasales. NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: Hacer clic aquí para la versión para profesionales Hacer clic aquí para la versión para profesionales Copyright © 2022 Merck & Co. , Inc. , Rahway, NJ, USA y sus empresas asociadas. Todos los derechos reservados..

¿Cómo se llama la vacuna contra la alergia?

Una vacuna antialérgica es un medicamento que se inyecta en el cuerpo para tratar los síntomas de alergias. Una vacuna antialérgica contiene una pequeña cantidad de un alergeno. Esta es una sustancia que produce una reacción alérgica. Los ejemplos de alergenos incluyen:

  • Esporas del moho
  • Ácaros del polvo
  • Caspa de animales
  • Polen
  • Veneno de insectos

Un proveedor de atención médica le aplicará las vacunas a lo largo de 3 a 5 años. Esta serie de vacunas antialérgicas puede ayudar a reducir sus síntomas de alergia. Colabore con su proveedor para identificar cuáles alergenos están causando sus síntomas. Esto a menudo se puede hacer por medio de pruebas cutáneas para alergias o exámenes de sangre.

  1. Las vacunas antialérgicas solo incluirán los alergenos a los cuales usted es alérgico;
  2. Las vacunas antialérgicas son solo una parte de un plan de tratamiento para la alergia;
  3. Usted también puede tomar medicamentos para la alergia mientras recibe las vacunas antialérgicas;

Asimismo, su proveedor le puede recomendar que reduzca su exposición a los alergenos. Los síntomas de alergia se producen cuando el sistema inmunitario trata de atacar al alergeno en el cuerpo. Cuando esto sucede, su cuerpo crea mucosidad, lo cual puede causar síntomas molestos en la nariz, los ojos y los pulmones.

Las vacunas antialérgicas también se denominan inmunoterapia. Cuando se inyecta una pequeña cantidad del alergeno en el cuerpo, el sistema inmunitario produce una sustancia denominada anticuerpo que impide que el alergeno cause los síntomas.

Después de varios meses de inyecciones, se pueden aliviar todos o algunos de los síntomas. El alivio de los síntomas puede durar varios años. Para algunas personas, las vacunas antialérgicas pueden prevenir nuevas alergias y reducir los síntomas del asma. Usted puede beneficiarse de las vacunas antialérgicas si tiene:

  • Asma que empeora con las alergias
  • Rinitis alérgica, conjuntivitis alérgica
  • Sensibilidad a la picadura de insectos
  • Eccema , una enfermedad de la piel que puede ser causada por la alergia a los ácaros del polvo

Las vacunas antialérgicas son efectivas para alergenos comunes como:

  • Polen de arbustos de malezas y de ambrosía
  • Hierba
  • Moho u hongos
  • Caspa de animales
  • Ácaros del polvo
  • Picaduras de insectos
  • Cucarachas

Los adultos (entre ellos los ancianos), así como los niños de 5 años en adelante pueden recibir vacunas antialérgicas. Es probable que su proveedor no le recomiende las vacunas antialérgicas si usted:

  • Tiene asma grave.
  • Sufre una afección del corazón.
  • Toma ciertos medicamentos, como los inhibidores ECA o los betabloqueantes.
  • Está embarazada. Las mujeres embarazadas no deben comenzar a aplicarse vacunas para las alergias. Sin embargo, pueden continuar el tratamiento con vacunas antialérgicas que ya hayan comenzado antes de quedar embarazadas.

Las alergias a los alimentos no se tratan con vacunas antialérgicas. Usted recibirá las vacunas antialérgicas en el consultorio de su proveedor. Generalmente se aplican en la zona del antebrazo. El esquema típico es:

  • Durante los primeros 3 a 6 meses, usted recibe vacunas de 1 a 3 veces por semana aproximadamente.
  • Durante los próximos 3 a 5 años, usted recibe las vacunas con menos frecuencia, cada 4 a 6 semanas aproximadamente.

Tenga en cuenta que se necesitan muchas consultas para sentir los efectos completos de este tratamiento. Su proveedor evaluará sus síntomas de vez en cuando para ayudar a decidir cuándo puede dejar de recibir las inyecciones. Una vacuna antialérgica puede causar una reacción en la piel, como enrojecimiento, hinchazón y picazón. Algunas personas experimentan una congestión o secreción nasal leve.

Aunque es raro, una vacuna antialérgica también puede causar una reacción alérgica grave y potencialmente mortal llamada anafilaxia. Debido a esto, es posible que usted deba permanecer en el consultorio de su proveedor durante 30 minutos después de la vacuna para comprobar si hay una reacción.

También es posible que necesite tomar un antihistamínico u otro medicamento antes de sus citas para la vacuna antialérgica. Esto puede prevenir reacciones a la vacuna en el lugar de la inyección, pero no parece prevenir la anafilaxia. Las reacciones a las vacunas antialérgicas se pueden tratar en el consultorio de su proveedor de inmediato. Consulte con su proveedor si:

  • Sigue teniendo síntomas después de varios meses de recibir las vacunas antialérgicas
  • Tiene preguntas o inquietudes acerca de las vacunas antialérgicas o sus síntomas
  • Tiene problemas para cumplir con las citas para las vacunas antialérgicas

Inyecciones para las alergias; Inmunoterapia para alergenos Dykewicz MS, Wallace DV, Amrol DJ, et al. Rhinitis 2020: A practice parameter update. J Allergy Clin Immunol. 2020;146(4):721-767. PMID: 32707227 pubmed. ncbi. nlm. nih. gov/32707227/. Golden DBK. Insect allergy. In: Burks AW, Holgate ST, O’Hehis RE, et al, eds. Middleton’s Allergy: Principles and Pract ice. 9th ed.

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Versión en inglés revisada por: Stuart I. Henochowicz, MD, FACP, Clinical Professor of Medicine, Division of Allergy, Immunology, and Rheumatology, Georgetown University Medical School, Washington, DC. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.

¿Cuáles son los tipos de alergias más comunes?

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