¿Qué es un neurólogo y en qué puede ayudarnos? – Un neurólogo es el especialista que se ocupa de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de todas las enfermedades y trastornos que afectan al cerebro y al sistema nervioso (central, periférico y autónomo).
¿Cuáles son las enfermedades del sistema nervioso?
¿Cómo saber si tienes problemas en el sistema nervioso?
¿Cuándo hay que ir al neurólogo?
Las patologías neurológicas son bastantes habituales en la población general. De hecho, en España las padecen cerca de un 16%. A pesar de ello, muchas personas se preguntan ¿cuándo es necesario acudir al neurólogo y exactamente para qué se acude a este especialista? Motivos por los que acudir al neurólogo El principal motivo de consulta a un neurólogo es la sospecha de que existe una enfermedad relacionada con un fallo en el sistema nervioso. Es recomendable acudir a una consulta de neurología cuando aparecen principalmente estos signos de alarma:
- Dolor de cabeza intenso o continuado en el tiempo.
- Dolor irradiado por brazos o piernas.
- Pérdida de sensibilidad en las extremidades o temblores.
- Mareos, vértigo o inestabilidad.
- Alteraciones en la visión: visión doble, pérdida de vista…
- Pérdida de consciencia o desmayos.
- Alteraciones del sueño.
- Alteraciones de la marcha y el equilibrio.
- Pérdida de fuerza en las extremidades.
- Sospecha de crisis epiléptica o confusiones.
- Pérdida de memoria, orientación espacio-temporal o dificultad para mantener la atención o concentración.
- Alteraciones en el lenguaje.
- Cansancio exagerado.
- Falta de concentración mantenida.
- Problemas del sueño.
¿Qué enfermedades ve el neurólogo?
¿QUÉ PROBLEMAS TRATA EL NEURÓLOGO? – Los neurólogos tratan trastornos del sistema nervioso (cerebro, médula espinal y nervios periféricos), trastornos musculares, y dolor, especialmente dolor de cabeza. Los neurólogos tienen competencia sobre diversos trastornos médicos, incluyendo enfermedad cerebrovascular, enfermedad de Parkinson, dolores de cabeza, epilepsia, esclerosis múltiple, neuropatías periféricas, infecciones del sistema nervioso, tumores, y complicaciones de los traumatismos craneales y espinales.
Así mismo, el neurólogo también tiene especial experiencia en la valoración de trastornos del lenguaje, el aprendizaje, la memoria y el comportamiento. Además, una parte importante de la neurología corresponde a trastornos de la función cerebral debidos al fracaso de algún otro órgano o sistema (corazón, pulmones, riñones, hígado, páncreas y glándulas endocrinas).
En muchos casos el estudio de los síntomas neurológicos permite clarificar la enfermedad subyacente.
¿Qué pasa si se altera el sistema nervioso?
Introducción – El sistema nervioso autónomo es la parte de su sistema nervioso que controla las acciones involuntarias, tales como los latidos cardíacos y el ensanchamiento o estrechamiento de los vasos sanguíneos. Cuando algo malo ocurre en este sistema, puede causar problemas serios, entre ellos:
- Problemas con la presión arterial
- Problemas cardíacos
- Dificultad en la respiración y la deglución
- Disfunción eréctil en los hombres
Los trastornos del sistema nervioso autónomo pueden presentarse aislados o como resultado de otras enfermedades, tales como la enfermedad de Parkinson , el alcoholismo y la diabetes. Los problemas pueden afectar parte del sistema, como en los síndromes de dolor regional complejo , o en todo el sistema. Algunos tipos son transitorios, pero muchos empeoran con el transcurso del tiempo. Cuando afectan la respiración o la función cardiaca, estos trastornos pueden ser riesgosos para la vida.
- Algunos trastornos del sistema nervioso autónomo pueden mejorar cuando se trata la enfermedad subyacente;
- Sin embargo, con frecuencia no hay una cura;
- En esos casos, la meta del tratamiento es mejorar los síntomas;
NIH: Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
¿Cómo se pueden regenerar los nervios?
Después de una lesión, la parte final de los nervios periféricos experimenta un proceso biológico especializado con el objetivo de crear las condiciones adecuadas para su regeneración. Averiguar cómo se lleva a cabo esta reparación es importante para acortar la recuperación e intervenir cuando no se produce adecuadamente.
Además, podría contribuir a entender qué falla en el sistema nervioso central y lograr el objetivo largamente perseguido de reparar la médula espinal después de una lesión. La reparación espontánea de los nervios periféricos es posible gracias a un tipo especial de células, llamadas de Schwann, que envuelven las fibras nerviosas con una capa aislante, la mielina.
Esta capa grasa protege los nervios y aumenta considerablemente la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos. En el Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández de Elche y el CSIC, el grupo de Hugo Cabedo acaba de descubrir precisamente cómo induce el nervio dañado la producción de la capa de mielina por parte de la célula de Schwann, después de una lesión, para que se vuelva restablecerse correctamente la comunicación.
Averiguar cómo se lleva a cabo la reparación de los nervios puede acortar la recuperación e intervenir cuando no se produce adecuadamente “En el sistema nervioso periférico las células de Schwann tienen un papel muy importante a través de un proceso muy regulado de diferenciación y desdiferenciación, una característica que no tiene ninguna otra célula del sistema nervioso.
Esto las hace muy plásticas y permite que pasen de un estado en el que producen mielina a otro, menos diferenciado, en el contribuyen a reparar el nervio dañado”, explica Cabedo. Cuando sufrimos una lesión en un nervio periférico, como el que va desde la médula a los dedos de la mano o el pie, estas células pierden temporalmente la capacidad para formar mielina y retroceden a un estadio anterior muy desdiferenciado.
- El objetivo de esta transformación es ayudar al nervio a regenerarse y a llegar a los tejidos diana;
- Una vez reparado el nervio, la célula recupera su capacidad de producir mielina para recubrir el nervio con la capa aislante y permitir la correcta transmisión de los impulsos nerviosos;
Aunque este proceso de cambio de estado de las células de Schwann es conocido, no estaba claro cómo se lleva a cabo. El grupo de Cabedo ha averiguado que en este proceso tiene un papel fundamental un mensajero químico denominado AMP cíclico. “El AMP cíclico envía al núcleo de las células de Schwann a una proteína denominada histona deacetilasa 4 que, una vez reparado el nervio, pone en marcha de nuevo la mielinización.
Esto se consigue al inactivar al gen c-Jun, que en condiciones normales bloquea la producción de mielina. Este bloqueo del gen c-Jun es necesario y suficiente para activar a los genes productores de mielina e iniciar de nuevo el programa de diferenciación de las células de Schwann para que recubran el nervio regenerado”.
Este proceso es el que hace posible la reparación espontánea de un nervio o en algunos casos reimplantar un dedo amputado, por ejemplo. “Si te cortas un nervio periférico y el cirujano lo cose adecuadamente se acaba regenerando. Aunque los nervios en su parte terminal degeneran, las células de Schwann, que se mantienen, se convierten ahora en reparadoras y ayudan al nervio a alcanzar de nuevo los tejidos diana.
Una vez que el nervio ha alcanzado su destino, la célula de Schwann se convierte de nuevo en productora de mielina para añadir la capa aislante y recuperar así la capacidad de movimiento y el tacto. Desgraciadamente en nervios de cierta entidad, la regeneración nerviosa y la evolución clínica asociada no es completa, quedando secuelas de por vida”, explica Cabedo.
Este hallazgo puede facilitar el tratamiento de lesiones en los nervios periféricos, como ocurre en los accidentes de tráfico Este hallazgo puede facilitar el tratamiento de lesiones en los nervios periféricos, como ocurre en los accidentes de tráfico.
- “Este es el siguiente paso de nuestra investigación”, resalta este experto;
- Enfermedades que deterioran la mielina El hallazgo puede ser también importante para mejorar el tratamiento de algunas enfermedades en las que la mielina se deteriora, como la de Charcot Marie Tooth, de origen genético, en la que “las células de Schwann pierden la capacidad de mielinización y aparecen problemas de coordinación en las piernas, con tropiezos, caídas, atrofia de los músculos y serias dificultades para caminar”, apunta Cabedo;
También puede ser relevante en el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico que ocurre después de una infección, y en el que de forma repentina el sistema inmune ataca a las células de Schwann. Esto tiene consecuencias muy graves, que incluyen la pérdida de movilidad y la capacidad de percibir estímulos externos.
- Además, se produce un déficit respiratorio progresivo que puede llevar a la muerte por asfixia en uno o dos días si no se actúa con rapidez para proporcionar respiración asistida en una unidad de cuidados intensivos;
“La investigación que estamos llevando a cabo puede ayudar también a diseñar terapias que mejoren la remielinización tras el ataque autoinmune que tiene lugar en el síndrome de Guillain-Barré”, resalta el experto. Otros estudios sugieren que la mielina también está alterada en la enfermedad de Alzheimer y en la esquizofrenia.
¿Qué es bueno para desinflamar el sistema nervioso?
¿Qué hace un neurólogo en la primera consulta?
¿Cómo trabaja el neurólogo? – El neurólogo escucha al paciente y le pregunta sobre aspectos concretos de sus dolencias. Luego explora el sistema nervioso a partir de verificar como funciona la fuerza muscular, los reflejos, las sensibilidades, el equilibrio y otros muchos aspectos de acuerdo al trastorno por el que consulta el paciente.
- Además el neurólogo utiliza, cuando es necesario, las más modernas tecnologías para confirmar o descubrir la causa de sus trastornos;
- En ocasiones se precisa la colaboración de un psicólogo para diagnosticar los aspectos mentales de los problemas por los que se consulta;
El neurólogo siempre colabora con su médico de cabecera, de forma a que esté garantizado el control del tratamiento y el seguimiento de la evolución de su enfermedad.
¿Cómo hacer un examen neurologico completo?
Desde sus inicios, la Facultad de Enfermería de la Universidad de La Sabana ha implementado en su currículum el modelo de Callista Roy, mediante el cual, en cada una de las asignaturas de enfermería, se profundiza no solo en la parte conceptual del modelo sino en su aplicación para brindar cuidado de enfermería.
A través de la valoración física se descubren condiciones de la persona como ser integral, lo que permite planear los cuidados de enfermería y, por lo tanto, promover la adaptación del individuo, como lo expresa Callista Roy.
El modelo de Roy está basado en la teoría de sistemas, según la cual los estímulos (entradas) son los que provocan una respuesta (salidas). Lo anterior lo hace a través de unos mecanismos de enfrentamiento, que son el subsistema cognitivo, que se refiere a la valoración del juicio, la emoción, la memoria y el raciocinio, e incluye la función del rol, la interdependencia y el autoconcepto del individuo, y el subsistema regulador, que involucra toda la parte fisiológica del ser y lo hace por medio de las funciones, que para Roy serán los efectores: la función de oxigenación y circulación, la neurológica, los órganos de los sentidos, la función endocrina y reproductora, la protección, la nutrición, la actividad y el descanso, la eliminación de líquidos y los electrolitos.
- Los mecanismos de enfrentamiento (el cognitivo y el regulador) están basados en procesos de la función neurológica 1;
- “Los canales neurales intactos afectan el procesamiento regulador;
- En forma similar, el procesamiento perceptual, la información, el aprendizaje, el juicio y las emociones son procesos cognitivos, con una base neurológica”;
El manejar unos buenos conocimientos sobre la anatomía y la fisiología de la función neurológica da elementos suficientes para comprender el pensamiento, el sentimiento, el movimiento y la interacción del individuo sujeto a adaptación en el medio ambiente cambiante.
- Los efectores, que son el modo psicosocial y el fisiológico, contribuyen al funcionamiento holístico de la persona;
- En la función neurológica hay dos procesos vitales básicos: la cognición y la conciencia;
Los procesos de cognición, que hacen posible relacionar las experiencias pasadas con las presentes, actúan como un regulador de eventos vitales. Recordemos que la cognición abarca las habilidades humanas de pensar, sentir y actuar. “El modelo de Roy muestra que los procesos cognitivos ocurren dentro del campo de la conciencia.
- La conciencia se caracteriza por el despertar y el estar alerta;
- El ambiente para el procesamiento cognitivo incluye estímulos focales, como la experiencia sensorial inmediata, y estímulos contextuales y residuales, considerados primariamente en términos de educación y experiencia” 2;
Esto confirma la importancia de realizar una anamnesis completa del individuo sujeto de ser valorado, ya que nos puede dar elementos fundamentales para su cuidado, entre otros, la influencia directa del medio ambiente que lo rodea. Este puede llegar a afectarlo de forma efectiva o inefectiva.
- No podemos olvidarnos de indagar sus antecedentes familiares y personales, ya que de la familia y sus propias vivencias se obtienen la mayoría de las conductas aprendidas en el transcurso de la vida, y el individuo las puede emplear cuando se encuentra en un proceso de enfermedad;
Guía para realizar la valoración de la función neurológica Con el ánimo de orientar una buena y completa valoración de enfermería en la función neurológica, debemos contemplar unos pasos que nos pueden guiar para encontrar con mayor claridad las respuestas en dicha función, así como los estímulos que las producen.
Los elementos mínimos que se emplean son el fonendoscopio, el tensiómetro, el martillo de reflejos, el equipo de órganos de los sentidos, los aplicadores, las esencias de diferentes olores, las sustancias para la percepción de sabores, los oclusores oculares, un diapasón, la carta de Snell, una linterna, un bajalenguas, elementos fríos, calientes, punzantes y suaves.
También se debe poseer habilidad en la técnica de la entrevista para obtener los datos que el paciente o su familia pueden proporcionar. Para realizar la valoración física de la función neurológica se emplea la técnica de la observación permanente desde que el individuo entra a la consulta o desde que se lo identifica en la unidad.
- Si el paciente se encuentra hospitalizado, el examinador debe tener una gran capacidad de observación;
- Otra de las técnicas empleadas es la palpación, que permite obtener información sobre forma, tamaño, fuerza, sensibilidad, desplazamiento y vibraciones;
Finalmente, mediante la técnica de medición se obtienen datos de cantidad, como la agudeza visual, la fuerza, el trofismo muscular y la actividad refleja. Una vez se inicia la valoración se debe realizar una anamnesis para determinar la edad, el sexo, la ocupación, la procedencia, el estado civil, los nombres de los acudientes o la persona responsable, EPS a la que está afiliado, residencia actual, hábitos o costumbres dentro y fuera de casa, como recreación, deporte, interacción social; antecedentes personales, como enfermedades que el individuo haya sufrido o esté padeciendo; medicamentos que consuma habitualmente, bien sea medicados o automedicados, o si consume alguna sustancia psicoactiva; consumo de cigarrillo y alcohol; antecedentes de traumas, cirugías u hospitalizaciones anteriores; antecedentes importantes de la familia, bien sea materna o paterna; enfermedades crónicas o del sistema nervioso de uno de los miembros de la familia.
Como lo que se pretende es brindar un cuidado holístico al individuo, debemos tener en cuenta los efectores, es decir, valorar los modos psicosocial y fisiológico. A continuación se lleva a cabo la valoración de la función del rol, la interdependencia y el autoconcepto, ya que estos pueden suministrar elementos claves para analizar los mecanismos de enfrentamiento (cognitivo y regulador).
El modo psicosocial se determina por medio de los instrumentos de valoración familiar: el apagar familiar, el familiograma y el ecomapa, que muestran de manera general la funcionalidad de la familia del individuo valorado, así como las relaciones de este como miembro de una familia y la forma como interactúa con el medio que lo rodea.
Hay que ahondar en el concepto que él tiene de sí mismo, en cómo se siente su yo físico, ético, moral y espiritual; indagar sobre los roles que desempeña y sobre cómo se siente realizando cada uno de estos.
Neurología para pacientes – ¿Qué hacen los neurólogos?
Para complementar, se debe obtener información sobre la forma de relacionarse con los demás y la necesidad que tiene de los demás para convivir. No olvidar que esta información suministra datos importantes sobre la función neurológica, como memoria, juicio, emoción, raciocinio, afecto, aspectos que se valoran para establecer la capacidad intelectual del individuo.
- Para organizar la información y continuar con la valoración de la función neurológica se debe seguir con el examen mental, en el cual se identifican los niveles de alerta del individuo y su forma de reaccionar ante el medio;
Estos niveles son: consciente: el paciente responde coherentemente al llamado y el medio ambiente que lo rodea; somnolencia: el paciente despierta ante diversos estímulos, sus respuestas motrices y verbales son adecuadas, mentalmente aparece despejado, pero, al retirarse el estímulo, regresa a la somnolencia; confusión: el paciente presenta alteración de sus respuestas a los estímulos externos, no es capaz de reconocer y entender el mundo que lo rodea, ni hay claridad en el pensamiento ni en los recuerdos; estupor: el paciente responde a estímulos dolorosos y táctiles, así como a estímulos auditivos fuertes, y puede responder a algunas preguntas o ejecutar órdenes sencillas; al retirarse el estímulo, entra nuevamente en letargo y con frecuencia presenta movimientos espontáneos; coma: este puede ser superficial o profundo; en el superficial hay reacción a estímulos dolorosos y respuestas a estímulos táctiles persistentes; puede responder emitiendo sonidos o quejándose; cuando cesa el estímulo vuelve al estado inicial.
En el coma profundo, no hay respuesta a ningún estímulo, sino ligeras reacciones a estímulos muy dolorosos, como presión sobre las apófisis estiloides o por debajo del pabellón auricular; se presentan relajación muscular, arreflexia tendinosa, cutánea y pupilar, incontinencia de esfínteres y hasta respiraciones con periodos de apnea.
El siguiente paso es la valoración de la capacidad intelectual, considerada “como la capacidad de hacer abstracción, de usar símbolos y de valorar nuevas experiencias a la luz de experiencias pasadas” 3. Esta valoración necesariamente lleva a hacer un análisis del mecanismo de enfrentamiento, el subsistema cognitivo, para lo cual se valoran:
- La orientación. que depende de la memoria y la atención. Se debe indagar si el paciente sabe quién es él, cuál es la fecha o día en que está y dónde se encuentra.
- La atención. Se observa la capacidad del paciente de concentrarse en una actividad o tarea, o el hecho de responder a las preguntas del entrevistador.
- La memoria. Se evalúa el registro mental reciente o remoto; debe describir hechos históricos recientes y también hechos históricos o relevantes pasados.
- El pensamiento. Se valora la secuencia lógica, coherente y relevante del individuo al dirigirse a un objeto seleccionado; por ejemplo, con la pregunta ¿qué observa en el cuadro?
- El afecto. Es un sentimiento que se puede observar de inmediato en el paciente, como un episodio de llanto o de risa.
- El cálculo. Se valora la capacidad de hacer cálculos matemáticos, como sumas o en su defecto identificando billetes.
- El juicio. Se mide la capacidad de abstracción o de interpretación pidiéndole que interprete, por ejemplo, un refrán.
- Y, finalmente, el lenguaje. Este debe ser comprensible y coherente; también se evalúa la forma de pronunciar las palabras.
Con esto concluye la primera parte de la valoración neurológica. El segundo paso consiste en la valoración de los pares craneales, donde además se involucra a los órganos de los sentidos. Algunos de estos pares craneales son sensitivos, otros motores y otros mixtos. Por lo tanto, de la valoración correcta de cada uno depende la identificación de las respuestas tanto efectivas como inefectivas del individuo. En el tercer paso se valoran:
- La función motriz, que es definida como la organización neurológica del movimiento e involucra la movilidad física, la marcha, la coordinación de todos los movimientos del individuo y el sincronismo.
- La fuerza muscular, que va de ausencia completa de fuerza a fuerza normal (de 0 a 5).
- El tono muscular, que se puede apreciar observando la actitud del paciente en el lecho o en la forma de manipular elementos, en la posición de las extremidades, en el relieve de las masas musculares, en la consistencia de los músculos al palparlos y en la resistencia que estos presentan a los movimientos; las respuestas pueden ser la hipotonía o la hipertonía.
- El trofismo muscular, observable en el desarrollo muscular. La mejor manera de descubrir su disminución o aumento es midiendo simétricamente los músculos de las extremidades, sin olvidar que hay mayor desarrollo de los músculos del hemisferio dominante, dependiendo de si el individuo es diestro o zurdo; la diferencia no debe ser mayor de un centímetro.
- La coordinación o adecuada utilización de las vías motrices y sensitivas, que depende del buen funcionamiento del cerebelo y el aparato vestibular. La valoración de la coordinación, según Callista Roy, se hace más minuciosa en las funciones de actividad y descanso.
- Los reflejos, que son la respuesta motriz involuntaria desencadenada por un estímulo sensorial específico. Entre estos tenemos los tendinomusculares, consistentes en el estiramiento brusco de un músculo, que se obtiene golpeando el tendón del músculo cerca de su inserción; la respuesta es el rápido movimiento de la parte del cuerpo accionada. Su valoración se representa por medio de cruces, que van desde reflejo ausente (cero cruces) hasta reflejo hiperactivo “clonus” (cuatro cruces).
Finalmente, se valora la sensibilidad, que es de dos tipos: la superficial y la profunda. La superficial se evalúa por medio de la temperatura, el dolor y el tacto, y la segunda, en la que se experimenta el dolor profundo, por medio de la presión, la vibración y la propiocepción. La valoración neurológica nos permite identificar fácilmente los estímulos y las respuestas y, por lo tanto, analizar en forma completa los mecanismos de enfrentamiento, que se enmarcan más en la cognición, ya que, gracias al conocimiento y al hecho de que el individuo se haga consciente de sus propios problemas de adaptación, este puede contribuir a mejorarlos e involucrarse por medio del autocuidado.
¿Qué es un examen neurológico?
Serie de preguntas y pruebas para verificar el funcionamiento del encéfalo, la médula espinal y los nervios. Durante el examen, se comprueban el estado mental, la coordinación, la capacidad de caminar y el funcionamiento adecuado de los músculos, los sentidos y los reflejos profundos de los tendones.
¿Cuánto cuesta un examen neurológico?
Neurología – Una especialidad muy demandada porque atiende una amplia variedad de problemas en las distintas etapas de la vida del ser humano (epilepsia, demencia senil, lesiones y secuelas de infartos y hemorragias cerebrales). El costo de un neurólogo se ubica entre $25 y $80. .
¿Qué médico ve los dolores de cabeza?
Para esto se requiere que un neurólogo evalúe el dolor, los síntomas y signos que lo acompañan, haga un diagnóstico oportuno y defina el tratamiento a seguir’.
¿Cómo se llama el especialista en insomnio?
Acudir a un psiquiatra en una situación de insomnio es muy importante. La mayoría de los médicos suelen tratar directamente el insomnio con medicamentos para el insomnio sin completar una evaluación psiquiátrica del insomnio.