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A Que Medico Acudir Por Dolor De Cabeza?

A Que Medico Acudir Por Dolor De Cabeza
MADRID, 8 Abr. (EDIZIONES) –    Las cefaleas, caracterizadas por dolores de cabeza recurrentes, según la OMS, son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Son trastornos primarios dolorosos e incapacitantes como la jaqueca o migraña, la cefalea tensional y la cefalea en brotes.

  • También puede ser causada por muchos otros trastornos, de los cuales el consumo excesivo de analgésicos es el más común;
  • Así, se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente 50%;

” Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año , y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña”, precisa el organismo internacional. Además, subraya que la cefalea que se presenta 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo.

  1. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas;
  2. El doctor Javier Viguera, secretario del grupo de cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), aconseja en una entrevista con Infosalus consultar con un médico de atención primaria ante la presencia de una cefalea no habitual, “de inicio brusco”, o con síntomas acompañantes como la fiebre, la pérdida de fuerza, o con alteraciones en el lenguaje;

El especialista del servicio de Neurología y de la unidad de cefaleas del Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla señala también que por un dolor de cabeza ocasional no hay que acudir al médico, pero sí cuando son recurrentes e incapacitantes para la vida diaria.

  • “El médico de cabecera está capacitado para diagnosticar y tratar la mayor parte de los dolores de cabeza;
  • Puede valorar su derivación a urgencias o al servicio de Neurología;
  • Es importante en estos casos evitar la automedicación;

Hasta un 25% de migrañosos se automedican, y un 40% de migrañosos no están diagnosticados como tal”, advierte el experto de la SEN. En este contexto, destaca que la migraña es una de las enfermedades “más incapacitantes que existen”, y que tiene lugar generalmente en la etapa más productiva de la vida de una persona.

  1. Por ello, insiste en que hay que acudir al especialista cuando los dolores de cabeza sean recurrentes e incapacitantes para la persona, ya que, aunque no hay cura, sí hay tratamiento para paliar sus síntomas;

“Hoy en día se dispone de un arsenal de tratamiento dirigidos a la propia crisis en sí de dolor de cabeza, y además, hay medicamentos específicos para la migraña, básicamente antiinflamatorios, y una medicación, los ‘triptanes’, dirigidos a la crisis más severas”, asegura, a la vez que indica que cuando estas crisis de migrañas son muy frecuentes o son muy invalidantes, también se dispone de un tratamiento preventivo, que lo que busca es bajar tanto la frecuencia como la intensidad de los dolores.

“Dentro de los tratamientos preventivos hay distintos medicamentos aprobados, y quizá, en los últimos años lo más importante ha sido el uso de bótox para una forma de migraña o de cefalea crónica, que es aquella crisis que se presenta en más de 15 días al mes.

En el futuro se esperan nuevos tratamientos y ahora hay distintos estudios con anticuerpos monoclonales, que muestran resultados muy esperanzadores”, indica.

¿Cuándo ir al neurólogo por dolor de cabeza?

Las patologías neurológicas son bastantes habituales en la población general. De hecho, en España las padecen cerca de un 16%. A pesar de ello, muchas personas se preguntan ¿cuándo es necesario acudir al neurólogo y exactamente para qué se acude a este especialista? Motivos por los que acudir al neurólogo El principal motivo de consulta a un neurólogo es la sospecha de que existe una enfermedad relacionada con un fallo en el sistema nervioso. Es recomendable acudir a una consulta de neurología cuando aparecen principalmente estos signos de alarma:

  • Dolor de cabeza intenso o continuado en el tiempo.
  • Dolor irradiado por brazos o piernas.
  • Pérdida de sensibilidad en las extremidades o temblores.
  • Mareos, vértigo o inestabilidad.
  • Alteraciones en la visión: visión doble, pérdida de vista…
  • Pérdida de consciencia o desmayos.
  • Alteraciones del sueño.
  • Alteraciones de la marcha y el equilibrio.
  • Pérdida de fuerza en las extremidades.
  • Sospecha de crisis epiléptica o confusiones.
  • Pérdida de memoria, orientación espacio-temporal o dificultad para mantener la atención o concentración.
  • Alteraciones en el lenguaje.
  • Cansancio exagerado.
  • Falta de concentración mantenida.
  • Problemas del sueño.

¿Qué pasa si me da dolor de cabeza todos los días?

Causas – Las causas de muchos dolores de cabeza crónicos diarios no se entienden bien. El dolor de cabeza crónico diario verdadero (primario) no tiene una causa de fondo detectable. Algunas afecciones que podrían causar el dolor de cabeza crónico diario no primario son las siguientes:

  • Inflamación u otros problemas de los vasos sanguíneos del cerebro y alrededor de este, como el accidente cerebrovascular
  • Infecciones, como la meningitis
  • Presión intracraneal demasiado alta o demasiado baja
  • Tumor cerebral
  • Lesión cerebral traumática

¿Qué hace un neurólogo en la primera consulta?

¿Cómo es el protocolo con los pacientes? Diagnóstico – En la consulta de neurología el diagnóstico es fundamentalmente clínico. Los neurólogos escuchamos al paciente para detectar sus síntomas y realizamos una exploración para revisar la fuerza muscular, el equilibrio y la sensibilidad entre otros.

Y cuando es necesario se realizan pruebas diagnósticas, como las que realizamos en el Hospital Cruz Roja de Córdoba. Hay que destacar también que nuestro equipo está formado por distintos especialistas y contamos con una dotación importante de recursos gracias al nuevo Instituto de Neurociencias que se ha creado en el hospital.

Esto nos permite abordar a cada paciente con un enfoque multidisciplinar. Por ejemplo, en los casos de ictus, el tratamiento implica a distintos profesionales en todas sus fases: Urgencias , Medicina intensiva , Neurología , Neurocirugia y Radiología en la fase aguda, así como profesionales de la Rehabilitación en fases posteriores.

¿Qué es lo que ve un neurólogo?

¿Cuando un dolor de cabeza es peligroso?

Un dolor de cabeza es un dolor o molestia en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello. Los tipos de dolores de cabeza comunes incluyen cefaleas tensionales , migraña o cefalea en brotes , dolores de cabeza sinusales y dolores de cabeza que empiezan en el cuello.

  • Usted puede tener un dolor de cabeza leve con el resfriado común , la gripe u otras enfermedades virales cuando también tenga una fiebre baja;
  • Algunos dolores de cabeza son un signo de un problema más grave y necesitan atención médica de inmediato;

Los problemas vasculares y el sangrado en el cerebro pueden causar un dolor de cabeza. Estos problemas incluyen:

  • Una conexión anormal entre las arterias y las venas en el cerebro que normalmente se forma antes del nacimiento. Este problema se denomina malformación arteriovenosa o MAV.
  • Se detiene el flujo de sangre a parte del cerebro. Esto se denomina accidente cerebrovascular.
  • Un debilitamiento de la pared de un vaso sanguíneo que puede romperse y sangrar dentro del cerebro, lo que se conoce como un aneurisma cerebral.
  • Sangrado en el cerebro. Llamado hematoma intracerebral.
  • Sangrado alrededor del cerebro. Puede ser una hemorragia subaracnoidea , un hematoma subdural o un hematoma epidural.
  • Coágulos en las venas que evitan que la sangre fluya en el cerebro (trombosis de los senos cerebrales)

Otras causas de dolor de cabeza que un proveedor de atención médica debe examinar de inmediato incluyen:

  • Hidrocefalia aguda, que resulta de la interrupción de líquido cefalorraquídeo.
  • Presión arterial muy alta.
  • Tumor cerebral.
  • Hinchazón cerebral (edema cerebral) debido al mal de altura, intoxicación por monóxido de carbono o lesión cerebral aguda.
  • Acumulación de presión dentro del cráneo que parece ser un tumor, aunque no lo es ( seudotumor cerebral ).
  • Infección en el cerebro o el tejido que lo rodea , así como un absceso cerebral.
  • Una arteria hinchada e inflamada que irriga sangre a parte de la zona de la cabeza, la sien y el cuello ( arteritis temporal ).

Si no puede visitar a su proveedor de inmediato, vaya a la sala de emergencias o llame al número local de emergencias (como 911 en los Estados Unidos) si:

  • Es el primer dolor de cabeza fuerte que usted haya tenido en su vida e interfiere con sus actividades diarias.
  • Le da un dolor de cabeza justo después de actividades tales como levantamiento de pesas, aeróbicos, trotar o tener relaciones sexuales.
  • Su dolor de cabeza aparece de repente y es explosivo o violento.
  • Su dolor de cabeza es el “peor que jamás haya sentido”, incluso si regularmente le dan dolores de cabeza.
  • También presenta mala articulación del lenguaje, un cambio en la visión, problemas para mover los brazos o las piernas, pérdida del equilibrio, confusión o pérdida de la memoria con su dolor de cabeza.
  • Su dolor de cabeza empeora durante un período de 24 horas.
  • También tiene fiebre, rigidez en el cuello, náuseas y vómitos con su dolor de cabeza.
  • Su dolor de cabeza se presenta con un traumatismo craneal.
  • Su dolor de cabeza es intenso y solo en uno de los ojos, con enrojecimiento en dicho ojo.
  • Apenas comenzó a tener dolores de cabeza, especialmente si es mayor de 50.
  • Tiene dolores de cabeza junto con problemas de visión y dolor al masticar o pérdida de peso.
  • Tiene antecedentes de cáncer y presenta un nuevo dolor de cabeza.
  • Su sistema inmunitario ha sido debilitado por una enfermedad (como una infección de VIH) o por medicamentos (como fármacos de quimioterapia y esteroides).

Acuda pronto a su proveedor si:

  • Los dolores de cabeza lo despiertan o le dificultan quedarse dormido.
  • Un dolor de cabeza dura más de unos cuantos días.
  • Los dolores de cabeza son peores por la mañana.
  • Usted tiene antecedentes de dolores de cabeza pero han cambiado de patrón o intensidad.
  • Tiene dolores de cabeza con frecuencia y no hay ninguna causa conocida.

Migraña – signos de peligro; Cefalea tensional – signos de peligro; Cefalea en brotes – signos de peligro; Dolor de cabeza vascular – signos de peligro Digre KB. Headaches and other head pain. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 370. Garza I, Robertson CE, Smith JH, Whealy MA. Headache and other craniofacial pain. In: Jankovic J, Mazziotta JC, Pomeroy SL, Newman NJ, eds.

  1. Bradley and Daroff’s Neurology in Clinical Practice;
  2. 8th ed;
  3. Philadelphia, PA: Elsevier; 2022:chap 102;
  4. Russi CS, Walker L;
  5. Headache;
  6. In: Walls RM, Hockberger RS, Gausche-Hill M, eds;
  7. Rosen’s Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice;

9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 17. Versión en inglés revisada por: Joseph V. Campellone, MD, Department of Neurology, Cooper Medical School at Rowan University, Camden, NJ. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.

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¿Qué hacer cuando un dolor de cabeza no se quita?

Toma agua Afortunadamente, se ha demostrado que beber agua alivia los síntomas del dolor de cabeza en 30 minutos a tres horas, en la mayoría de las personas que sufren de deshidratación.

¿Cómo es el dolor de un tumor en la cabeza?

¿Cómo se siente un dolor de cabeza causado por un tumor cerebral? – Los síntomas de un dolor de cabeza relacionado con un tumor cerebral pueden variar mucho de una persona a otra.

  • Por lo general, afecta a ambos lados de la cabeza, pero en algunos casos, el dolor puede estar en el lado del tumor.
  • Estos dolores de cabeza tienden a empeorar o suceder con más frecuencia con el tiempo. El dolor puede ser constante o constante.
  • Puede ser peor cuando se levanta por primera vez y mejorar un poco después de haberse levantado. Puede empeorar al toser o al cambiar de posición.
  • Puede acompañar a otros síntomas como vómitos, sensibilidad a la luz o empeoramiento de los síntomas neurológicos.
  • Las personas que tenían problemas con dolores de cabeza antes de su tumor cerebral tienen más probabilidades de tener dolores de cabeza relacionados con su tumor cerebral.

¿Cómo saber si tengo un problema neurológico?

¿Cuáles son los problemas neurologicos más comunes?

Los retos de la Epilepsia, Alzheimer, Esclerosis múltiple, Parkinson. Washington, D. , 26 agosto de 2008 (OPS) —Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS) aseguran que si no se actúa en forma inmediata y a escala global, la carga futura de enfermedades neurológicas puede llegar a ser un problema incontrolable y pasar a constituir una de las más grandes amenazas para la salud pública mundial.

  1. Trastornos neurológicos como la epilepsia, la Enfermedad de Parkinson, la de Alzheimer, y algunas de las otras condiciones que son causa de impedimentos y secuelas neurológicas ya representan más del 6% de la carga global de enfermedad;

Cincuenta millones de personas en todo el mundo sufren de epilepsia, y las proyecciones indican que las cifras de individuos afectados por demencia se duplicarán cada 20 años. Lanzamiento en Honduras “La carga de los trastornos neurológicos está alcanzando proporciones importantes en los países donde aumenta el porcentaje de personas de más de 65 años”, afirma la Dra.

Rita Levi-Montalcini, Premio Nóbel de Medicina 1986, en su prólogo a ” Trastornos Neurológicos: Desafíos para la Salud Pública “. Según la Dra. Levi-Montalcini, estos primeros años del tercer milenio hacen necesario un conocimiento mucho más profundo del cerebro y de los trastornos del desarrollo neurológico debido al envejecimiento prolongado de las poblaciones.

La traducción, edición y publicación al español de este nuevo libro fue realizada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El lanzamiento oficial de la publicación tuvo lugar el pasado miércoles 20 de agosto en Tegucigalpa, Honduras. El libro fue lanzado en el marco de la apertura de un taller regional sobre epilepsia auspiciado por la OPS/OMS y el Gobierno de Honduras.

  • Su presentación estuvo a cargo del Dr;
  • José Bertolote, Consultor de la OMS, quien había coordinado el trabajo de preparación de la obra;
  • A la presentación asistió un grupo de profesionales del campo de la neurología y la salud mental procedentes de Honduras y otros países latinoamericanos;

También estuvieron presentes en la actividad la Dra. Lilian Reneau-Vernon, Representante de la OPS/OMS en Honduras, el Dr. Jorge Rodríguez, Coordinador del Proyecto de Salud Mental de la OPS/OMS con sede en Washington, D. y funcionarios de la Secretaría de Salud Pública de Honduras.

“Hay varios vacíos en el entendimiento de los muchos problemas relacionados con los trastornos neurológicos, pero ya disponemos de suficientes conocimientos sobre su naturaleza y tratamiento que nos capacitan para diseñar respuestas mediante políticas efectivas a algunos de los trastornos de mayor prevalencia”, afirma el Dr.

Benedetto Saraceno, Director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS. Para el Dr. Saraceno, los trastornos neurológicos ya son “una de las grandes amenazas de la salud pública”. En base a los datos recopilados por medio de pormenorizadas encuestas en las que participaron 109 países que albergan a más del 90% de la población mundial, “Trastornos Neurológicos: Desafíos para la Salud Pública” concluye afirmando que la información pone en evidencia que los recursos son claramente inadecuados a escala mundial para el acceso de pacientes con trastornos neurológicos a cuidados en salud entre diferentes grupos de población.

Las cifras revelan que este déficit es especialmente preocupante en países de bajos ingresos y en las regiones del mundo en desarrollo. Sistematización de conocimientos Expertos de la OPS confían en que esta publicación sirva de soporte teórico para mejorar los servicios de salud que se ofrecen a las personas portadoras de trastornos neurológicos mientras que, en forma paralela, se avanza en el desarrollo de intervenciones efectivas dirigidas al tratamiento de estos trastornos, como la epilepsia en particular.

Tal y como señalan sus autores, este informe intenta contribuir a la sistematización de los conocimientos relacionados con los aspectos de salud pública de los trastornos neurológicos. “Se espera que inspire y facilite una mayor cooperación, innovación y compromiso en la prevención de los trastornos neurológicos que facilite la mejor atención posible a las personas que los sufren”.

Trastornos Neurológicos: Desafíos para la Salud Pública provee información y asesoría sobre las mejores intervenciones que puede emprender el sector de la salud pública a efectos de reducir la prevalencia y consecuencias de los trastornos neurológicos tanto en América Latina y el Caribe como en el resto del mundo.

Este trabajo editorial ya disponible en español es pionero en su género y ofrece a los profesionales de la salud y a los planificadores de políticas y programas de acción en salud, la oportunidad de evaluar la carga de estos trastornos en los respectivos países para poder tomar así las acciones más apropiadas.

  • Entre sus conclusiones fundamentales, el libro señala que esta carga ya es elevada y está creciendo; y apunta que estigma y discriminación son actitudes asociadas a la percepción y tratamiento público de muchos de estos trastornos;

También se enfatiza la disponibilidad de intervenciones costo-efectivas y puntualiza que muchos trastornos neurológicos se pueden prevenir y tratar, reiterando paralelamente el llamado para un incremento en unos recursos actualmente inadecuados y en defensa de una distribución equitativa de los mismos. El último capítulo formula 8 recomendaciones para la acción respecto a los trastornos neurológicos que se resumen así:

  • Obtener el compromiso de los encargados de la toma de decisiones
  • Fomentar una mayor concienciación pública y profesional
  • Reducir al mínimo estigma y erradicar la discriminación
  • Fortalecer la atención y cuidado neurológico en los actuales sistemas de salud
  • Incorporar la rehabilitación como elemento de las estrategias clave
  • Estimular la capacidad nacional y fomentar la colaboración internacional
  • Establecer vínculos con otros sectores
  • Definir prioridades para investigación

Nota OMS:

  • Los trastornos neurológicos son enfermedades del sistema nervioso central y periférico, es decir, del cerebro, la médula espinal, los nervios craneales y periféricos, las raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular, y los músculos.
  • Entre esos trastornos se cuentan la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, enfermedades cerebro-vasculares tales como los accidentes cerebro-vasculares, la migraña y otras cefalalgias, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, las infecciones neurológicas, los tumores cerebrales, las afecciones traumáticas del sistema nervioso tales como los traumatismos craneoencefálicos, y los trastornos neurológicos causado por la desnutrición.
  • Los trastornos mentales, en cambio, son “enfermedades psiquiátricas”, es decir, enfermedades que se manifiestan principalmente como trastornos del pensamiento, las emociones o el comportamiento, y que causan malestar o una deficiencia funcional.

La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes..

¿Cómo hacer un examen neurológico completo?

Desde sus inicios, la Facultad de Enfermería de la Universidad de La Sabana ha implementado en su currículum el modelo de Callista Roy, mediante el cual, en cada una de las asignaturas de enfermería, se profundiza no solo en la parte conceptual del modelo sino en su aplicación para brindar cuidado de enfermería.

  1. A través de la valoración física se descubren condiciones de la persona como ser integral, lo que permite planear los cuidados de enfermería y, por lo tanto, promover la adaptación del individuo, como lo expresa Callista Roy;

El modelo de Roy está basado en la teoría de sistemas, según la cual los estímulos (entradas) son los que provocan una respuesta (salidas). Lo anterior lo hace a través de unos mecanismos de enfrentamiento, que son el subsistema cognitivo, que se refiere a la valoración del juicio, la emoción, la memoria y el raciocinio, e incluye la función del rol, la interdependencia y el autoconcepto del individuo, y el subsistema regulador, que involucra toda la parte fisiológica del ser y lo hace por medio de las funciones, que para Roy serán los efectores: la función de oxigenación y circulación, la neurológica, los órganos de los sentidos, la función endocrina y reproductora, la protección, la nutrición, la actividad y el descanso, la eliminación de líquidos y los electrolitos.

Los mecanismos de enfrentamiento (el cognitivo y el regulador) están basados en procesos de la función neurológica 1. “Los canales neurales intactos afectan el procesamiento regulador. En forma similar, el procesamiento perceptual, la información, el aprendizaje, el juicio y las emociones son procesos cognitivos, con una base neurológica”.

El manejar unos buenos conocimientos sobre la anatomía y la fisiología de la función neurológica da elementos suficientes para comprender el pensamiento, el sentimiento, el movimiento y la interacción del individuo sujeto a adaptación en el medio ambiente cambiante.

Los efectores, que son el modo psicosocial y el fisiológico, contribuyen al funcionamiento holístico de la persona. En la función neurológica hay dos procesos vitales básicos: la cognición y la conciencia.

Los procesos de cognición, que hacen posible relacionar las experiencias pasadas con las presentes, actúan como un regulador de eventos vitales. Recordemos que la cognición abarca las habilidades humanas de pensar, sentir y actuar. “El modelo de Roy muestra que los procesos cognitivos ocurren dentro del campo de la conciencia.

La conciencia se caracteriza por el despertar y el estar alerta. El ambiente para el procesamiento cognitivo incluye estímulos focales, como la experiencia sensorial inmediata, y estímulos contextuales y residuales, considerados primariamente en términos de educación y experiencia” 2.

Esto confirma la importancia de realizar una anamnesis completa del individuo sujeto de ser valorado, ya que nos puede dar elementos fundamentales para su cuidado, entre otros, la influencia directa del medio ambiente que lo rodea. Este puede llegar a afectarlo de forma efectiva o inefectiva.

  1. No podemos olvidarnos de indagar sus antecedentes familiares y personales, ya que de la familia y sus propias vivencias se obtienen la mayoría de las conductas aprendidas en el transcurso de la vida, y el individuo las puede emplear cuando se encuentra en un proceso de enfermedad;
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Guía para realizar la valoración de la función neurológica Con el ánimo de orientar una buena y completa valoración de enfermería en la función neurológica, debemos contemplar unos pasos que nos pueden guiar para encontrar con mayor claridad las respuestas en dicha función, así como los estímulos que las producen.

  • Los elementos mínimos que se emplean son el fonendoscopio, el tensiómetro, el martillo de reflejos, el equipo de órganos de los sentidos, los aplicadores, las esencias de diferentes olores, las sustancias para la percepción de sabores, los oclusores oculares, un diapasón, la carta de Snell, una linterna, un bajalenguas, elementos fríos, calientes, punzantes y suaves;

También se debe poseer habilidad en la técnica de la entrevista para obtener los datos que el paciente o su familia pueden proporcionar. Para realizar la valoración física de la función neurológica se emplea la técnica de la observación permanente desde que el individuo entra a la consulta o desde que se lo identifica en la unidad.

  • Si el paciente se encuentra hospitalizado, el examinador debe tener una gran capacidad de observación;
  • Otra de las técnicas empleadas es la palpación, que permite obtener información sobre forma, tamaño, fuerza, sensibilidad, desplazamiento y vibraciones;

Finalmente, mediante la técnica de medición se obtienen datos de cantidad, como la agudeza visual, la fuerza, el trofismo muscular y la actividad refleja. Una vez se inicia la valoración se debe realizar una anamnesis para determinar la edad, el sexo, la ocupación, la procedencia, el estado civil, los nombres de los acudientes o la persona responsable, EPS a la que está afiliado, residencia actual, hábitos o costumbres dentro y fuera de casa, como recreación, deporte, interacción social; antecedentes personales, como enfermedades que el individuo haya sufrido o esté padeciendo; medicamentos que consuma habitualmente, bien sea medicados o automedicados, o si consume alguna sustancia psicoactiva; consumo de cigarrillo y alcohol; antecedentes de traumas, cirugías u hospitalizaciones anteriores; antecedentes importantes de la familia, bien sea materna o paterna; enfermedades crónicas o del sistema nervioso de uno de los miembros de la familia.

Como lo que se pretende es brindar un cuidado holístico al individuo, debemos tener en cuenta los efectores, es decir, valorar los modos psicosocial y fisiológico. A continuación se lleva a cabo la valoración de la función del rol, la interdependencia y el autoconcepto, ya que estos pueden suministrar elementos claves para analizar los mecanismos de enfrentamiento (cognitivo y regulador).

El modo psicosocial se determina por medio de los instrumentos de valoración familiar: el apagar familiar, el familiograma y el ecomapa, que muestran de manera general la funcionalidad de la familia del individuo valorado, así como las relaciones de este como miembro de una familia y la forma como interactúa con el medio que lo rodea.

Hay que ahondar en el concepto que él tiene de sí mismo, en cómo se siente su yo físico, ético, moral y espiritual; indagar sobre los roles que desempeña y sobre cómo se siente realizando cada uno de estos.

Para complementar, se debe obtener información sobre la forma de relacionarse con los demás y la necesidad que tiene de los demás para convivir. No olvidar que esta información suministra datos importantes sobre la función neurológica, como memoria, juicio, emoción, raciocinio, afecto, aspectos que se valoran para establecer la capacidad intelectual del individuo.

  • Para organizar la información y continuar con la valoración de la función neurológica se debe seguir con el examen mental, en el cual se identifican los niveles de alerta del individuo y su forma de reaccionar ante el medio;

Estos niveles son: consciente: el paciente responde coherentemente al llamado y el medio ambiente que lo rodea; somnolencia: el paciente despierta ante diversos estímulos, sus respuestas motrices y verbales son adecuadas, mentalmente aparece despejado, pero, al retirarse el estímulo, regresa a la somnolencia; confusión: el paciente presenta alteración de sus respuestas a los estímulos externos, no es capaz de reconocer y entender el mundo que lo rodea, ni hay claridad en el pensamiento ni en los recuerdos; estupor: el paciente responde a estímulos dolorosos y táctiles, así como a estímulos auditivos fuertes, y puede responder a algunas preguntas o ejecutar órdenes sencillas; al retirarse el estímulo, entra nuevamente en letargo y con frecuencia presenta movimientos espontáneos; coma: este puede ser superficial o profundo; en el superficial hay reacción a estímulos dolorosos y respuestas a estímulos táctiles persistentes; puede responder emitiendo sonidos o quejándose; cuando cesa el estímulo vuelve al estado inicial.

  • En el coma profundo, no hay respuesta a ningún estímulo, sino ligeras reacciones a estímulos muy dolorosos, como presión sobre las apófisis estiloides o por debajo del pabellón auricular; se presentan relajación muscular, arreflexia tendinosa, cutánea y pupilar, incontinencia de esfínteres y hasta respiraciones con periodos de apnea;

El siguiente paso es la valoración de la capacidad intelectual, considerada “como la capacidad de hacer abstracción, de usar símbolos y de valorar nuevas experiencias a la luz de experiencias pasadas” 3. Esta valoración necesariamente lleva a hacer un análisis del mecanismo de enfrentamiento, el subsistema cognitivo, para lo cual se valoran:

  • La orientación. que depende de la memoria y la atención. Se debe indagar si el paciente sabe quién es él, cuál es la fecha o día en que está y dónde se encuentra.
  • La atención. Se observa la capacidad del paciente de concentrarse en una actividad o tarea, o el hecho de responder a las preguntas del entrevistador.
  • La memoria. Se evalúa el registro mental reciente o remoto; debe describir hechos históricos recientes y también hechos históricos o relevantes pasados.
  • El pensamiento. Se valora la secuencia lógica, coherente y relevante del individuo al dirigirse a un objeto seleccionado; por ejemplo, con la pregunta ¿qué observa en el cuadro?
  • El afecto. Es un sentimiento que se puede observar de inmediato en el paciente, como un episodio de llanto o de risa.
  • El cálculo. Se valora la capacidad de hacer cálculos matemáticos, como sumas o en su defecto identificando billetes.
  • El juicio. Se mide la capacidad de abstracción o de interpretación pidiéndole que interprete, por ejemplo, un refrán.
  • Y, finalmente, el lenguaje. Este debe ser comprensible y coherente; también se evalúa la forma de pronunciar las palabras.

Con esto concluye la primera parte de la valoración neurológica. El segundo paso consiste en la valoración de los pares craneales, donde además se involucra a los órganos de los sentidos. Algunos de estos pares craneales son sensitivos, otros motores y otros mixtos. Por lo tanto, de la valoración correcta de cada uno depende la identificación de las respuestas tanto efectivas como inefectivas del individuo. En el tercer paso se valoran:

  • La función motriz, que es definida como la organización neurológica del movimiento e involucra la movilidad física, la marcha, la coordinación de todos los movimientos del individuo y el sincronismo.
  • La fuerza muscular, que va de ausencia completa de fuerza a fuerza normal (de 0 a 5).
  • El tono muscular, que se puede apreciar observando la actitud del paciente en el lecho o en la forma de manipular elementos, en la posición de las extremidades, en el relieve de las masas musculares, en la consistencia de los músculos al palparlos y en la resistencia que estos presentan a los movimientos; las respuestas pueden ser la hipotonía o la hipertonía.
  • El trofismo muscular, observable en el desarrollo muscular. La mejor manera de descubrir su disminución o aumento es midiendo simétricamente los músculos de las extremidades, sin olvidar que hay mayor desarrollo de los músculos del hemisferio dominante, dependiendo de si el individuo es diestro o zurdo; la diferencia no debe ser mayor de un centímetro.
  • La coordinación o adecuada utilización de las vías motrices y sensitivas, que depende del buen funcionamiento del cerebelo y el aparato vestibular. La valoración de la coordinación, según Callista Roy, se hace más minuciosa en las funciones de actividad y descanso.
  • Los reflejos, que son la respuesta motriz involuntaria desencadenada por un estímulo sensorial específico. Entre estos tenemos los tendinomusculares, consistentes en el estiramiento brusco de un músculo, que se obtiene golpeando el tendón del músculo cerca de su inserción; la respuesta es el rápido movimiento de la parte del cuerpo accionada. Su valoración se representa por medio de cruces, que van desde reflejo ausente (cero cruces) hasta reflejo hiperactivo “clonus” (cuatro cruces).

Finalmente, se valora la sensibilidad, que es de dos tipos: la superficial y la profunda. La superficial se evalúa por medio de la temperatura, el dolor y el tacto, y la segunda, en la que se experimenta el dolor profundo, por medio de la presión, la vibración y la propiocepción. La valoración neurológica nos permite identificar fácilmente los estímulos y las respuestas y, por lo tanto, analizar en forma completa los mecanismos de enfrentamiento, que se enmarcan más en la cognición, ya que, gracias al conocimiento y al hecho de que el individuo se haga consciente de sus propios problemas de adaptación, este puede contribuir a mejorarlos e involucrarse por medio del autocuidado.

¿Cuáles son las causas de las enfermedades neurologicas?

Factores de riesgo y prevención – Las enfermedades neurológicas incluyen entre sus factores de riesgo: la genética, la edad, el consumo de tabaco, drogas y/o alcohol, una dieta poco saludable, así como inactividad física. En algunos casos, la contaminación y las lesiones craneales también son una causal importante.

¿Cómo saber si tengo un problema neurológico?

¿Cómo hacer un examen neurologico completo?

Desde sus inicios, la Facultad de Enfermería de la Universidad de La Sabana ha implementado en su currículum el modelo de Callista Roy, mediante el cual, en cada una de las asignaturas de enfermería, se profundiza no solo en la parte conceptual del modelo sino en su aplicación para brindar cuidado de enfermería.

A través de la valoración física se descubren condiciones de la persona como ser integral, lo que permite planear los cuidados de enfermería y, por lo tanto, promover la adaptación del individuo, como lo expresa Callista Roy.

El modelo de Roy está basado en la teoría de sistemas, según la cual los estímulos (entradas) son los que provocan una respuesta (salidas). Lo anterior lo hace a través de unos mecanismos de enfrentamiento, que son el subsistema cognitivo, que se refiere a la valoración del juicio, la emoción, la memoria y el raciocinio, e incluye la función del rol, la interdependencia y el autoconcepto del individuo, y el subsistema regulador, que involucra toda la parte fisiológica del ser y lo hace por medio de las funciones, que para Roy serán los efectores: la función de oxigenación y circulación, la neurológica, los órganos de los sentidos, la función endocrina y reproductora, la protección, la nutrición, la actividad y el descanso, la eliminación de líquidos y los electrolitos.

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Los mecanismos de enfrentamiento (el cognitivo y el regulador) están basados en procesos de la función neurológica 1. “Los canales neurales intactos afectan el procesamiento regulador. En forma similar, el procesamiento perceptual, la información, el aprendizaje, el juicio y las emociones son procesos cognitivos, con una base neurológica”.

El manejar unos buenos conocimientos sobre la anatomía y la fisiología de la función neurológica da elementos suficientes para comprender el pensamiento, el sentimiento, el movimiento y la interacción del individuo sujeto a adaptación en el medio ambiente cambiante.

Los efectores, que son el modo psicosocial y el fisiológico, contribuyen al funcionamiento holístico de la persona. En la función neurológica hay dos procesos vitales básicos: la cognición y la conciencia.

Los procesos de cognición, que hacen posible relacionar las experiencias pasadas con las presentes, actúan como un regulador de eventos vitales. Recordemos que la cognición abarca las habilidades humanas de pensar, sentir y actuar. “El modelo de Roy muestra que los procesos cognitivos ocurren dentro del campo de la conciencia.

  1. La conciencia se caracteriza por el despertar y el estar alerta;
  2. El ambiente para el procesamiento cognitivo incluye estímulos focales, como la experiencia sensorial inmediata, y estímulos contextuales y residuales, considerados primariamente en términos de educación y experiencia” 2;

Esto confirma la importancia de realizar una anamnesis completa del individuo sujeto de ser valorado, ya que nos puede dar elementos fundamentales para su cuidado, entre otros, la influencia directa del medio ambiente que lo rodea. Este puede llegar a afectarlo de forma efectiva o inefectiva.

  1. No podemos olvidarnos de indagar sus antecedentes familiares y personales, ya que de la familia y sus propias vivencias se obtienen la mayoría de las conductas aprendidas en el transcurso de la vida, y el individuo las puede emplear cuando se encuentra en un proceso de enfermedad;

Guía para realizar la valoración de la función neurológica Con el ánimo de orientar una buena y completa valoración de enfermería en la función neurológica, debemos contemplar unos pasos que nos pueden guiar para encontrar con mayor claridad las respuestas en dicha función, así como los estímulos que las producen.

Los elementos mínimos que se emplean son el fonendoscopio, el tensiómetro, el martillo de reflejos, el equipo de órganos de los sentidos, los aplicadores, las esencias de diferentes olores, las sustancias para la percepción de sabores, los oclusores oculares, un diapasón, la carta de Snell, una linterna, un bajalenguas, elementos fríos, calientes, punzantes y suaves.

También se debe poseer habilidad en la técnica de la entrevista para obtener los datos que el paciente o su familia pueden proporcionar. Para realizar la valoración física de la función neurológica se emplea la técnica de la observación permanente desde que el individuo entra a la consulta o desde que se lo identifica en la unidad.

  1. Si el paciente se encuentra hospitalizado, el examinador debe tener una gran capacidad de observación;
  2. Otra de las técnicas empleadas es la palpación, que permite obtener información sobre forma, tamaño, fuerza, sensibilidad, desplazamiento y vibraciones;

Finalmente, mediante la técnica de medición se obtienen datos de cantidad, como la agudeza visual, la fuerza, el trofismo muscular y la actividad refleja. Una vez se inicia la valoración se debe realizar una anamnesis para determinar la edad, el sexo, la ocupación, la procedencia, el estado civil, los nombres de los acudientes o la persona responsable, EPS a la que está afiliado, residencia actual, hábitos o costumbres dentro y fuera de casa, como recreación, deporte, interacción social; antecedentes personales, como enfermedades que el individuo haya sufrido o esté padeciendo; medicamentos que consuma habitualmente, bien sea medicados o automedicados, o si consume alguna sustancia psicoactiva; consumo de cigarrillo y alcohol; antecedentes de traumas, cirugías u hospitalizaciones anteriores; antecedentes importantes de la familia, bien sea materna o paterna; enfermedades crónicas o del sistema nervioso de uno de los miembros de la familia.

  1. Como lo que se pretende es brindar un cuidado holístico al individuo, debemos tener en cuenta los efectores, es decir, valorar los modos psicosocial y fisiológico;
  2. A continuación se lleva a cabo la valoración de la función del rol, la interdependencia y el autoconcepto, ya que estos pueden suministrar elementos claves para analizar los mecanismos de enfrentamiento (cognitivo y regulador);

El modo psicosocial se determina por medio de los instrumentos de valoración familiar: el apagar familiar, el familiograma y el ecomapa, que muestran de manera general la funcionalidad de la familia del individuo valorado, así como las relaciones de este como miembro de una familia y la forma como interactúa con el medio que lo rodea.

Hay que ahondar en el concepto que él tiene de sí mismo, en cómo se siente su yo físico, ético, moral y espiritual; indagar sobre los roles que desempeña y sobre cómo se siente realizando cada uno de estos.

Para complementar, se debe obtener información sobre la forma de relacionarse con los demás y la necesidad que tiene de los demás para convivir. No olvidar que esta información suministra datos importantes sobre la función neurológica, como memoria, juicio, emoción, raciocinio, afecto, aspectos que se valoran para establecer la capacidad intelectual del individuo.

Para organizar la información y continuar con la valoración de la función neurológica se debe seguir con el examen mental, en el cual se identifican los niveles de alerta del individuo y su forma de reaccionar ante el medio.

Estos niveles son: consciente: el paciente responde coherentemente al llamado y el medio ambiente que lo rodea; somnolencia: el paciente despierta ante diversos estímulos, sus respuestas motrices y verbales son adecuadas, mentalmente aparece despejado, pero, al retirarse el estímulo, regresa a la somnolencia; confusión: el paciente presenta alteración de sus respuestas a los estímulos externos, no es capaz de reconocer y entender el mundo que lo rodea, ni hay claridad en el pensamiento ni en los recuerdos; estupor: el paciente responde a estímulos dolorosos y táctiles, así como a estímulos auditivos fuertes, y puede responder a algunas preguntas o ejecutar órdenes sencillas; al retirarse el estímulo, entra nuevamente en letargo y con frecuencia presenta movimientos espontáneos; coma: este puede ser superficial o profundo; en el superficial hay reacción a estímulos dolorosos y respuestas a estímulos táctiles persistentes; puede responder emitiendo sonidos o quejándose; cuando cesa el estímulo vuelve al estado inicial.

  1. En el coma profundo, no hay respuesta a ningún estímulo, sino ligeras reacciones a estímulos muy dolorosos, como presión sobre las apófisis estiloides o por debajo del pabellón auricular; se presentan relajación muscular, arreflexia tendinosa, cutánea y pupilar, incontinencia de esfínteres y hasta respiraciones con periodos de apnea;

El siguiente paso es la valoración de la capacidad intelectual, considerada “como la capacidad de hacer abstracción, de usar símbolos y de valorar nuevas experiencias a la luz de experiencias pasadas” 3. Esta valoración necesariamente lleva a hacer un análisis del mecanismo de enfrentamiento, el subsistema cognitivo, para lo cual se valoran:

  • La orientación. que depende de la memoria y la atención. Se debe indagar si el paciente sabe quién es él, cuál es la fecha o día en que está y dónde se encuentra.
  • La atención. Se observa la capacidad del paciente de concentrarse en una actividad o tarea, o el hecho de responder a las preguntas del entrevistador.
  • La memoria. Se evalúa el registro mental reciente o remoto; debe describir hechos históricos recientes y también hechos históricos o relevantes pasados.
  • El pensamiento. Se valora la secuencia lógica, coherente y relevante del individuo al dirigirse a un objeto seleccionado; por ejemplo, con la pregunta ¿qué observa en el cuadro?
  • El afecto. Es un sentimiento que se puede observar de inmediato en el paciente, como un episodio de llanto o de risa.
  • El cálculo. Se valora la capacidad de hacer cálculos matemáticos, como sumas o en su defecto identificando billetes.
  • El juicio. Se mide la capacidad de abstracción o de interpretación pidiéndole que interprete, por ejemplo, un refrán.
  • Y, finalmente, el lenguaje. Este debe ser comprensible y coherente; también se evalúa la forma de pronunciar las palabras.

Con esto concluye la primera parte de la valoración neurológica. El segundo paso consiste en la valoración de los pares craneales, donde además se involucra a los órganos de los sentidos. Algunos de estos pares craneales son sensitivos, otros motores y otros mixtos. Por lo tanto, de la valoración correcta de cada uno depende la identificación de las respuestas tanto efectivas como inefectivas del individuo. En el tercer paso se valoran:

  • La función motriz, que es definida como la organización neurológica del movimiento e involucra la movilidad física, la marcha, la coordinación de todos los movimientos del individuo y el sincronismo.
  • La fuerza muscular, que va de ausencia completa de fuerza a fuerza normal (de 0 a 5).
  • El tono muscular, que se puede apreciar observando la actitud del paciente en el lecho o en la forma de manipular elementos, en la posición de las extremidades, en el relieve de las masas musculares, en la consistencia de los músculos al palparlos y en la resistencia que estos presentan a los movimientos; las respuestas pueden ser la hipotonía o la hipertonía.
  • El trofismo muscular, observable en el desarrollo muscular. La mejor manera de descubrir su disminución o aumento es midiendo simétricamente los músculos de las extremidades, sin olvidar que hay mayor desarrollo de los músculos del hemisferio dominante, dependiendo de si el individuo es diestro o zurdo; la diferencia no debe ser mayor de un centímetro.
  • La coordinación o adecuada utilización de las vías motrices y sensitivas, que depende del buen funcionamiento del cerebelo y el aparato vestibular. La valoración de la coordinación, según Callista Roy, se hace más minuciosa en las funciones de actividad y descanso.
  • Los reflejos, que son la respuesta motriz involuntaria desencadenada por un estímulo sensorial específico. Entre estos tenemos los tendinomusculares, consistentes en el estiramiento brusco de un músculo, que se obtiene golpeando el tendón del músculo cerca de su inserción; la respuesta es el rápido movimiento de la parte del cuerpo accionada. Su valoración se representa por medio de cruces, que van desde reflejo ausente (cero cruces) hasta reflejo hiperactivo “clonus” (cuatro cruces).

Finalmente, se valora la sensibilidad, que es de dos tipos: la superficial y la profunda. La superficial se evalúa por medio de la temperatura, el dolor y el tacto, y la segunda, en la que se experimenta el dolor profundo, por medio de la presión, la vibración y la propiocepción. La valoración neurológica nos permite identificar fácilmente los estímulos y las respuestas y, por lo tanto, analizar en forma completa los mecanismos de enfrentamiento, que se enmarcan más en la cognición, ya que, gracias al conocimiento y al hecho de que el individuo se haga consciente de sus propios problemas de adaptación, este puede contribuir a mejorarlos e involucrarse por medio del autocuidado.

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