Círculo Médico

Tips | Consejos | Respuestas

Que Famoso Medico Le Debe La Vida A Sherlock Holmes?

Que Famoso Medico Le Debe La Vida A Sherlock Holmes

Sherlock Holmes, quizá una de las historias más fascinantes de todos los tiempos, fue escrita por Arthur Conan Doyle, quien según el diario británico Independent, abandonó la medicina después de 10 años para iniciar su carrera como escritor. Conan Doyle redactó 60 aventuras en total, en una colección conocida como The Cannon, entre las que destaca sin duda Sherlock Holmes.

Un año antes de su muerte, reconoció que quien lo inspiró a crear el personaje de Holmes fue su maestro de medicina, Joseph Bell, uno de los mejores médicos cirujanos de la época. En una carta a Bell, Conan Doyle escribió: “Es ciertamente a usted a quien debo Sherlock Holmes… he tratado de construir al hombre alrededor del centro de deducción, inferencia y observación que le he oído inculcar”.

Arthur Conan Doyle, cuando apenas era estudiante de medicina, fue empleado administrativo de Joseph Bell, momento en el que conoció las habilidades de su mentor. El método Bell Al mejor estilo del Sherlock Holmes, Bell se caracterizaba por su capacidad de observación y deducción.

  1. La estrategia que el personaje de Doyle utilizaba para encontrar evidencias, el doctor la aplicaba a pacientes para reconocer enfermedades: era capaz de adivinar cualidades y dolencias sin formular una sola pregunta;

Según Past Medical History, Joseph Bell podía dar con la profesión de un paciente al mirar sus manos, también se dice que adivinó que un hombre era zapatero por el desgaste particular de su pantalón en la zona de la rodilla. Uno de los casos que más impresionó a Arthur Conan Doyle fue el de un exmilitar que el médico acababa de conocer: -“Bueno, mi hombre”, dijo Bell, después de una rápida mirada al paciente, “usted ha servido en el ejército”.

-“Sí, señor”, respondió el paciente. -“No se dio de baja hace mucho tiempo, ¿cierto?” -“No señor” -“¿Un oficial no-comisionado?” -“Sí, señor” -“Estuvo en Barbados?” -“Sí, señor” Bell volteó hacia sus desconcertados estudiantes.

“Verán, caballeros”, explicó, “el hombre era un hombre respetuoso, pero no se quitó el sombrero. No lo hacen en el ejército, pero él habría aprendido los caminos de los civiles si hubiera sido dado de alta por mucho tiempo. Tiene un aire de autoridad y obviamente es escocés.

En cuanto a Barbados, su enfermedad es la elefantiasis, una enfermedad que se da comúnmente la isla, más no en Reino Unido, y el ejército escocés se encuentra actualmente en esa isla en particular”. Las habilidades deductivas de Bell, según el diario La Vanguardia, también lo llevaron a colaborar con la policía para esclarecer crímenes, tal como lo hacía el personaje de Conan Doyle.

No sólo se atribuye el parecido a su capacidad analítica, sino también a su forma de vestir, pues Bell también vestía un abrigo largo y el particular sombrero que usualmente viste Holmes. Un boom desde el siglo XIX El primer filme sobre Holmes se lanzó en 1900 consigna la web oficial del libro, de allí en adelante la historia ha sido un éxito, teniendo como versiones actuales la película protagonizada por Robert Downey Jr y la serie Benedict Cumberbatch, todas aclamadas por el público.

Incluso según cuenta la web oficial de Sherlock Holmes, la reconocida serie Dr. House, protagonizada por Hugh Laurie, también se inspira un poco en Holmes, tal como lo confirmó su creador, David Shore, al decir que el nombre de la serie ‘Dr.

House’ y la capacidad deductiva del personaje es un ‘homenaje sutil’..

¿Quién inspiró el personaje de Sherlock Holmes?

Quizás todo sea Quijote y Sancho: el Zorro y Bernardo, el Llanero Solitario y Toro, Phileas Fogg y Passepartout —aunque los rezagados de la generación X y los milenials más tempraneros quizás tomasen el postre con Willy Fogg y Rigodón—, Batman y Robin… Y, por supuesto, Sherlock Holmes y Watson, quienes entre caso y caso sembrarían sus semillas para que germinasen otras emblemáticas parejas, desde Hércules Poirot y el capitán Hastings hasta el doctor House y el sufrido Wilson, pasando por Guillermo de Baskerville —el fraile sabueso de El nombre de la rosa , cuyo apellido remite a una novela de Arthur Conan Doyle— y su pupilo Adso de Melk.

  1. Pero más allá de las referencias quijotescas, el escritor escocés se inspiró en un profesor que le dio clases de Medicina en la Universidad de Edimburgo en 1877;
  2. Joseph Bell, cuyo talento analítico se ve reflejado en Sherlock Holmes, diagnosticaba a muchos pacientes con solo echarles un vistazo;

Una capacidad de observación que no pasaría desapercibida para la policía de la época, que llegó a requerir sus servicios para desentrañar algún crimen. Le bastaba fijarse en la pinta del enfermo, en su forma de moverse o en cómo vestía para saber qué mal le afligía, un don que nos recuerda a Gregory House , cuya mala leche no casa con el carácter cordial del precursor de la medicina forense, descrito por Conan Doyle como atento y amable tanto con sus alumnos como con sus pacientes.

  1. House tiene mucho de Holmes, aunque el primero se jarta de opiáceos con la excusa de que le duele la pierna y el segundo, de cocaína, simplemente por aburrimiento, porque los casos que se le presentan no están a su altura;

O sea, cuando Sherlock sube, Gregory baja. Un vicio que no compartía Joseph Bell, quien, como todo buen gallego, se quedaba en medio de la escalera, de ahí que no extrañe la petición de aquel tipo que solicitó a David Cameron que los gallegos sustituyesen a los escoceses en el Reino Unido si el país declaraba la independencia.

  1. En el fondo, argumentaba en Change;
  2. org , Galicia va sobrada de lluvia y gaitas, mientras que el acento de un gallego hablando inglés es más fácil de entender que el de un escocés (sic);
  3. No sabemos cómo era el deje de Joseph Bell (Edimburgo, 1837-1911), pero sí que se fijaba precisamente en el acento de sus pacientes para diagnosticar qué enfermedad padecían, así como en su dieta o en su profesión;

Años después de conocerlo en el Royal Infirmary of Edinburgh, el hospital universitario de la capital escocesa, Conan Doyle esculpió a Sherlock Holmes a su imagen y semejanza, aunque el físico podría corresponderse —según algunas fuentes— con el de un viejo compañero de la facultad que respondía por Sherrinford, el mismo nombre que el del supuesto hermano de Mycroft y Sherlock Holmes, que Conan Doyle barajó en un principio para bautizar al detective.

  • Sea como fuere, en Estudio en escarlata , el doctor Watson lo describe como “extraordinariamente enjuto”, de “mirada aguda y penetrante” y con nariz “fina y aguileña”;
  • No obstante, la imagen que se quedó fijada en las retinas de los lectores de la época fue la de los retratos de Sidney Paget y, con los años, la del rostro de los actores que dieron vida al detective, aunque si algo ofrece la lectura es la posibilidad de imaginarse a Holmes como a cada quien le venga en gana;

De hecho, tanto las ilustraciones como las películas contribuyeron a modelar la figura del detective, puesto que la gorra de cazador —una deerstalker que, en realidad, ya había aparecido un año antes en unos grabados del Bristol Observer , pero sin firmar— fue un aporte de Paget asimilado por el intérprete William Gillette, quien decidió fumar en una pipa curvada porque el humo que expulsaban las rectas difuminaban su rostro en la gran pantalla.

Pero volvamos al profesor Bell o, lo que es lo mismo, a Holmes, porque si el primero hacía deporte, escribía poesía, practicaba la jardinería y era un ornitólogo aficionado —al tiempo que cazador—, el segundo actuaba en el teatro de la universidad, estudiaba química y se interesaba por la medicina, el derecho y la música.

Huelga decir que al propio Arthur Conan Doyle , formado como médico y cirujano, le gustaba dibujar, boxeaba y, lógicamente, se consagró a la escritura, aunque su personaje más famoso terminaría eclipsando al autor, hasta el punto de que decidió matarlo en el relato El problema final.

Sin embargo, no le quedó otro remedio que resucitarlo ante las protestas de sus lectores, detalle que no tendría el inmortal Holmes cuando en 1930 falleció su padre literario, quien a lo largo de su vida había arrastrado problemas de alcoholismo y depresión.

“Debemos enseñar a los estudiantes a observar atentamente”, defendía Bell. “Para interesarlos en esta tarea, conviene que los profesores les mostremos cuántas cosas puede la observación experta descubrir en asuntos como el pasado, la nacionalidad y la ocupación de un paciente.

La fisionomía nos dice la nacionalidad; el acento, la región y, si tenemos el oído instruido, hasta el municipio. Casi todos los oficios manuales dejan su firma en las manos. Las cicatrices de un minero son distintas de las de un cantero.

Los callos de un carpintero no son como los de un albañil”. Los recursos del profesor, como el método analítico y la deducción lógica, serían una inspiración para Conan Doyle, interesado en las historias de detectives. Sin embargo, no conocía cómo trabajaban en la vida real, escribe Michael Sims en Arthur y Sherlock.

Conan Doyle y la creación de Holmes ( Alpha Decay ), donde analiza el proceso de construcción del personaje: “Se acordó especialmente de su profesor favorito [. Arthur siempre había admirado su capacidad no solo para diagnosticar enfermedades, sino también para captar detalles de la vida personal de los pacientes.

Pensó en los curiosos hábitos del profesor: observar atentamente las huellas dactilares y los puños de los pacientes para conocer en qué trabajaban y cómo se divertían; fijarse en el acento, en las manchas de barro de las botas”. Ya tenía un modelo para esculpir a Sherlock Holmes.

  1. “Si fuera detective, pensó Arthur, Joseph Bell adoptaría un método moderno y sistemático para resolver los crímenes;
  2. Tendría conocimientos prácticos de química y medicina forense, así como un saber enciclopédico sobre historia del crimen;

Se preguntaría por todo lo que implican los pequeños detalles. Un personaje así sería un paso adelante en la novela policíaca: sería un detective científico”, prosigue Sims, quien matiza que, si bien el molde fue el doctor, el desarrollo de Holmes fue más complejo. Joseph Bell, el médico en el que se inspiró Arthur Conan Doyle para crear al detective Sherlock Holmes. Además de él, también fueron una fuente de inspiración otros profesores, como Charles Wyville Thomson, William Rutherford y Henry Littlejohn, quienes impartían zoología, fisiología y medicina forense, respectivamente. Y, pese a que se jubilaría un año después de que Conan Doyle ingresase en la facultad, del eminente toxicólogo Robert Christison aprendió cómo se debían examinar los cadáveres o que, para cerciorarse de que una sustancia es venenosa, no hay nada mejor que degustarla, aunque luego tuviese que recurrir al agua con la que se afeitaba para vaciar el estómago.

  1. Para empezar, el propio Bell emulaba a su admirado profesor James Syme , un cirujano que le repetía a sus alumnos: “Aprendamos a reconocer las características de una enfermedad o una herida con la misma precisión con que reconocemos las características, los andares, las maneras de nuestros amigos más íntimos”;
See also:  Medico De Intestino Como Se Llama?

No obstante, sin duda fue Bell el patrón del que se sirvió para confeccionar a Sherlock Holmes. Conan Doyle lo reconocía en una entrevista, donde dejaba claro que no había surgido de su “conciencia interior”, sino que era la “encarnación literaria” de su profesor.

“Empecé a pensar en convertir los métodos científicos en métodos detectivescos, por así decirlo. Me dije: Si un hombre de ciencia como Bell se metiera a detective, no haría las cosas al azar. Procedería de una manera científica.

Con esto en mente, puede imaginarse que tenía una nueva idea de detective , y era una idea que me interesaba desarrollar”, comentaba el escritor, quien le atribuiría la paternidad a su mentor, destinatario de la siguiente carta. “Si a alguien debo el personaje de Sherlock Holmes, es sin duda a usted, y aunque en los cuentos tengo la ventaja de meterlo en toda clase de situaciones dramáticas, no creo que su trabajo analítico sea ni mucho menos una exageración de lo que le he visto hacer a usted con los pacientes.

  • Basándome en la idea de la deducción , la inferencia y la observación que usted nos inculcó, he tratado de construir a un hombre que lleve las cosas tan lejos como sea posible, y a veces más allá, y me alegro mucho de que el resultado le guste, porque es usted el crítico que más derecho tiene a ser severo”, firmaba Conan Doyle;

Cuando el periodista que lo había entrevistado le escribió a Bell para contrastar las respuestas, el profesor respondió con modestia: “El doctor Conan Doyle, con su imaginación genial, ha hecho mucho con muy poco, y su caluroso recuerdo de uno de sus antiguos profesores ha coloreado el cuadro”.

Aunque admitía que él y otros habían inculcado a sus alumnos la deducción y la observación , insistía en quitarse mérito: “Sobre esta leve base, el genio y la poderosa imaginación del doctor Conan Doyle han dado a las historias de detectives un punto de partida nuevo, pero deben mucho menos de lo que él cree a su sincero servidor”.

Bell incluso llegó a publicar un artículo en  The Bookman en el que sostenía que el “legado docente” de James Syme había dejado huella en el método del escritor. “El estudio de la medicina le enseñó a observar, y el ejercicio de esta profesión, como médico general y como especialista, ha servido de excelente entrenamiento a un hombre como él, dotado de vista, memoria e imaginación”, relataba el profesor, quien resaltaba la importancia la capacidad de observación y elogiaba los relatos de su pupilo.

  1. “A muchas personas que tenían muy poco interés en su vida y entorno cotidianos les hacen pensar que, si mantienen los ojos abiertos, quizá la vida ofrezca muchas más cosas de las que nunca soñó;
  2. Hay un enigma , toda una partida de ajedrez, en muchos pequeños incidentes callejeros o sucesos triviales, si de pronto sabemos mover las piezas”;

¿Mas había realmente algo de Conan Doyle en su detective? ¿Acaso era una proyección en la que se veía reflejado el autor de El sabueso de los Baskervill e? “Muchos escritores de novelas policiacas han hecho de sus protagonistas una especie de alter ego heroico”, explica en su libro Michael Sims.

  1. “Pero a Arthur el valor le era tan natural que no tuvo que imaginar qué era el desdén hacia el peligro para atribuírselo a Sherlock Holmes;
  2. No tenía más que acordarse de su propia valentía cuando ingería sobredosis de veneno [como Bell], aporreaba ballenas, boxeaba con marineros o esquivaba tiburones”;

No tan elemental, querido Watson , como tampoco lo es la popular frase, nunca escrita por Conan Doyle y cuya autoría corresponde al cachondo —en la acepción de divertido— P. Wodehouse..

¿Cómo describe Watson a Sherlock Holmes?

Personalidad [ ] – Watson no es un hombre estúpido (él es, despues de todo, doctor en Medicina, y una persona cuyos talentos Holmes tiene en la mas alta estima), pero no posee la agudeza de Holmes. Sirve de complemento a Holmes: el hombre común contra la maquina analítica, brillante, sin sentimientos que Holmes puede llegar a ser.

  • Con ambos personajes, Conan Doyle crea una pareja literaria muy inteligente: dos personajes vívidos, diferentes en sus funciones y sin embargo cada uno util en sus propositos;
  • Watson es consciente de los limites de sus habilidades y la dependencia y confianza que Holmes tenía en él;

« Holmes era un hombre de habitos [. ] y yo era uno de esos habitos suyos [. ] un compañero en cuyo temple el podía confiar hasta cierto punto [. ] Yo era la piedra de afilar en la que se aguzaba su inteligencia. Lo estimulaba. ] Si esa especie de lentitud metódica de mi mentalidad le irritaba, esa irritación servía unicamente para que sus llamaradas de intuicion y sus impresiones estallasen con mayor viveza y rapidez.

  1. Ese era mi humilde papel en nuestra alianza;
  2. » —  Conan Doyle presenta a Watson como un individuo capaz y valiente, a quien Holmes no duda en llamar para apoyo moral y físico;
  3. Watson intenta, en ocasiones, resolver crímenes por su cuenta, aplicando los métodos de Holmes;

Por ejemplo, en El sabueso de los Baskervilles , Watson resuelve eficientemente varios de los misterios que enfrentan, siendo felicitado calurosamente por Holmes por su celo e inteligencia. Sin embargo, y dado que no esta dotado con la habilidad de Holmes para concentrarse en los detalles esenciales del caso, se encuentra con resultados limitados en otros casos, mientras que Holmes remarca: “En efecto, usted ve, pero no observa”.

De cualquier manera, como hombre militar, Watson es el mejor estratega, mejorando a su amigo en el ajedrez, quien prefiere observar. En El ciclista solitario los intentos de Watson para ayudar a Holmes en una investigación resultan sin éxito por su enfoque carente de imaginación, como por ejemplo preguntarle a una agencia inmobiliaria londinense quién vive una residencia particular de campo (de acuerdo con Holmes, lo que el debería haber hecho era ir a la taberna mas cercana y escuchar los chismes del pueblo).

Watson es demasiado inocente para ser un detective apropiado. Como Holmes observa en El valle del terror , tiene una vena de “humorismo astuto”, pero él es, naturalmente, abierto y directo, mientras que Holmes puede ser reservado y astuto. Aunque inicialmente sus relaciones son de poco mas que compañeros de piso vagamente familiarizados el uno con el otro, ambos se transforman en mejores amigos, casi como hermanos.

Para el tiempo de Los tres Garrideb Holmes tenía un cariño y apego tan grandes con su amigo, que casi entra en panico ante el pensamiento de que Watson hubiese recibido un disparo. Watson escribió: « Bien valía una herida, bien valían muchas heridas, el descubrir la profundidad de lealtad y amor que yacían debajo de esa fría máscara.

Aquellos ojos claros y duros se nublaron por un instante, y sus firmes labios empezaron a temblar. Por una sola vez tuve la visión de un gran corazón, y también de un gran cerebro. Todos mis años de servicios humildes, sin reciprocidad, culminaron en aquel instante.

» —  Holmes vuelve a sí mismo solo despues de asegurarse de que Watson había sido solamente rasguñado por la bala, añadiendo al perpetrador que “si hubiese matado a Watson, no habría salido con vida de este cuarto.

Aunque él nunca llega a dominar los métodos deductivos de Holmes, Watson es lo suficientemente perpiscaz como para seguir los razonamientos de su amigo luego que él menciona sus resultados. En El constructor de Norwood , Holmes nota que John Hector McFarlane es “soltero, abogado, francmasón y asmático”.

Watson comenta, en su rol de narrador que “familiarizado como estaba yo con los métodos de mi amigo, no fue dificil para mi el seguir sus deducciones al observar la falta de pulcritud en el vestir, el fajo de papeles legales, el dije de su reloj, y la respiración que lo habían llevado a sus deducciones.

” Episodios similares ocurren en La Aventura del pie del diablo , La Aventura de la Ciclista solitaria y La Aventura del Paciente Residente. Watson es, por lo visto, algo mujeriego (en El Signo de los Cuatro alardea de una “experiencia en mujeres que se extiende por muchas naciones y tres continentes distintos”), y los fans de las historias de Conan Doyle han especulado por mucho tiempo acerca de cuantas veces se ha casado.

¿Cuándo Sherlock conoce a Watson?

Segunda etapa (1894-1903) [ editar ] – El primer caso, en El regreso de Sherlock Holmes , es el de La casa deshabitada , ocurrido en abril de 1894. El Dr. Watson se muda nuevamente con Holmes al muy poco tiempo a los viejos aposentos del 221B de Baker Street.

Para la siguiente aventura, El constructor de Norwood , ocurrido a mediados del mismo año, ya estaba plenamente instalado. El último caso que el Dr. Watson compartió con Holmes como compañero de habitación fue el de Los tres Garrideb , en junio de 1902.

En agosto del mismo año, Watson se muda a Queen Anne Street. El siguiente caso, con el doctor ya viviendo en su propio domicilio, pero interviniendo de todas maneras, es el de El cliente ilustre , ocurrido en septiembre de 1902. El último caso regular en la carrera de Sherlock Holmes que es publicado es El hombre que trepaba , en septiembre de 1903.

¿Quién fue el doctor Bell?

Fue un precursor de la medicina forense y su método analítico influyó en el escritor Sir Arthur Conan Doyle, que lo conoció en 1877 al cursar sus estudios de medicina, a la hora de modelar su famoso personaje de Sherlock Holmes.

¿Cómo era el doctor Watson?

Personalidad [ ] – Watson ha demostrado ser fiel, sarcástico, terco y desinteresado en múltiples ocasiones. También es muy inteligente, cosa que resulta de gran ayuda al resolver un caso. Un hombre valiente y dispuesto a sacrificarse por una causa justa, es también alguien que demuestra preocuparse sinceramente por sus seres queridos.

  1. Por otra parte, parece padecer de ludopatía, y en varias ocasiones pierde todo su dinero aunque esto llega a ser en ciertas ocasiones culpa de la inoportuna intromisión de su mejor amigo y colega, el detective Sherlock Holmes;
See also:  Como Se Cambia De Medico?

Físicamente es de estatura media y tiene un bigote bastante distintivo. Viste con ropa muy elegante y en la mayoría de situaciones aparece con un aspecto innegablemente impecable.

¿Cómo era el verdadero Sherlock Holmes?

La gran afición por las novelas escritas por Sir Arthur Conan Doyle suscitó que se diera ese fenómeno. Pero, evidentemente, el detective fue concebido por la imaginación de su creador. Aunque el personaje está basado en una persona real llamada Joseph Bell, un médico de enfermería de Edimburgo.

¿Cómo se llama el mejor amigo de Sherlock Holmes?

Si alguien dice la palabra ‘detective’, muy probablemente lo primero que a la mayoría nos vendrá a la cabeza será Sherlock Holmes. Y es que este personaje de ficción, creado por el escritor escocés Arthur Conan Doyle (1859-1930), forma parte de nuestro imaginario colectivo, hasta el punto de haber dado lugar a una mitología propia y a una tradición que resulta simplemente inabarcable.

  1. Conan Doyle fue un hombre de intereses y talentos muy variados;
  2. Médico de profesión en sus inicios, fue una persona con un sentido muy firme de la justicia, y él mismo, como Sherlock Holmes, se involucró en la investigación de algunos casos criminales para demostrar la inocencia de personas que habían sido condenadas injustamente;

Tanto es así, que sus esfuerzos pusieron las bases para la posterior creación del Tribunal de Recursos Penales británico. Por otro lado, Doyle ejerció también como periodista y escribió varias novelas históricas y de ciencia ficción, entre ellas El mundo perdido , que mucho más tarde sería la principal inspiración de Jurassic Park.

  1. Sin embargo, no hay duda de que su creación más reconocida y admirada fue el detective privado de Baker Street;
  2. Sherlock Holmes aparece en nada menos que en ¡61 historias! Algunas de ellas son novelas, como es el caso de El sabueso de los Baskerville , Estudio en escarlata ,   Estudio en escarlata , El signo de los cuatro o El valle del terror , aunque la mayoría son relatos más breves, entre los cuales se encuentran «El hombre del labio torcido» , «El misterio de los bailarines» , «El círculo rojo» , «El secreto de Boscombe Valley » o «El problema final» , además de muchos otros;

La popularidad de Sherlock Holmes es tan grande que incluso muchas personas que no han leído nunca sus historias saben algunos detalles de su vida, como por ejemplo que comparte piso con su amigo el Dr. Watson o bien que toca el violín. Pero aquí te contamos algunas curiosidades sobre él y sobre su autor que probablemente te sorprendan: 1) El personaje originalmente iba a llamarse Sherrinford : Así lo menciona Arthur Conan Doyle en sus diarios y notas.

  1. Se cree que finalmente eligió el nombre ‘Sherlock’ en homenaje a dos jugadores de criquet populares en aquel momento, Sherwin y Shatlock;
  2. Doyle era un gran amante del criquet, y de hecho en la universidad había jugado en el mismo equipo que J;

Barrie, autor de Peter Pan. 2) El primer libro fue rechazado: Aunque Sherlock Holmes pronto llegó a ser muy popular, lo cierto es que el primer libro de la serie, Estudio en escarlata , fue rechazado por numerosas editoriales antes de ser publicado en el anuario Beeton’s Christmas Annual. Probablemente nadie imaginó lo que vendría después… 3) La inesperada conexión entre Sherlock Holmes y Oscar Wilde: El editor Joseph Marshall Stoddart, propietario de la revista Lippincott’s Monthly Magazine , leyó la primera historia de Sherlock Holmes y le gustó tanto que le pidió a Arthur Conan Doyle, durante una cena, si podía escribir un segundo libro para su revista, encargo que dio lugar a El signo de los cuatro.

Lo curioso es que Oscar Wilde estaba presente en la cena, y Stoddart le pidió a él también una novela, que acabó siendo la única que Wilde escribiría: El retrato de Dorian Gray. ¡Realmente parece que fue un encuentro muy productivo! 4) El Sherlock Holmes real: Para crear su personaje, Arthur Conan Doyle se inspiró en un profesor que había tenido en la Universidad de Edimburgo mientras estudiaba medicina, el Dr.

Joseph Bell. Parece que este médico tenía unas habilidades deductivas tan remarcables que era capaz de diagnosticar a un paciente e incluso de adivinar algunos aspectos de su vida privada con solo observar algunos pequeños indicios. En una carta al propio Bell y en sus memorias, Conan Doyle reconoce esta influencia, que junto con la de los libros de detectives de Edgar Allan Poe , darían forma a Sherlock Holmes.

También lo detectó el escritor Robert Louis Stevenson, compañero de Doyle en la universidad, que en una carta le escribió: «Enhorabuena por tus muy ingeniosas y muy interesantes aventuras de Sherlock Holmes […] ¿puede acaso tratarse de mi viejo amigo Joe Bell?» 5) El número 221B de Baker Street no existe: Lo sentimos, pero el famoso apartamento que Sherlock Holmes alquilaba con Watson no existe en realidad.

Aunque miles de fans enviaban sus cartas a esta dirección pensando que el personaje era real, en la época de Arthur Conan Doyle Baker Street era una calle bastante corta que llegaba únicamente hasta el número 85. En los años 30 del siglo XX, la numeración se extendió, pero el edificio 221 fue derrumbado poco más tarde.

El actual museo de Sherlock Holmes se encuentra en verdad en el número 239, aunque se decidió atribuirle el número 221B como gesto simbólico de homenaje a uno de los mayores héroes del Reino Unido. 6) Sherlock Holmes no dice en ningún momento “Elemental, mi querido Watson”: Otro mito al suelo.

El personaje dice en alguna ocasión “Elemental”, y repite varias veces “querido Watson”, pero nunca combina las dos expresiones. La frase en cuestión fue un meme que surgió años más tarde, cuando Sherlock Holmes formaba parte ya del repertorio de la cultura popular mundial.

7) El antepasado de Sherlock Holmes: A lo largo de las historias de Sherlock Holmes, apenas descubrimos nada sobre el pasado de este personaje. Es más: mientras que en Watson vemos una clara evolución (marcada por su matrimonio y por su éxito como escritor), Sherlock Holmes permanece invariable e impenetrable como un enigma.

No obstante, en «El intérprete griego», en el que también aparece su hermano Mycroft, se nos dice que su tío abuelo era el pintor francés Horace Vernet. 8) El nombre de Watson: Es bien sabido que el nombre de pila del amigo inseparable de Sherlock Holmes, el Dr.

  1. Watson, es John: Watson, John Watson;
  2. Todos parecen saberlo… menos su mujer, que en «El hombre del labio torcido» lo llama James;
  3. El error puede sorprender, pero no es tan extraño en realidad, porque Arthur Conan Doyle era amigo del también doctor y escritor James Edward Watson, miembro como él de la Sociedad de Literatura y Ciencia de Portsmouth, y en quien dicen que podría inspirarse el Watson ficticio;

¿Se tratará entonces de un lapsus o de una broma intencionada? 9) Sherlock Holmes es miembro de la Sociedad Real de Química británica. No en la ficción, sino en la vida real: a pesar de tratarse de un personaje literario, la sociedad anunció en octubre de 2002 que le concedía a Sherlock Holmes la condición de ‘Miembro honorífico’ por ser «el primer detective en explotar la ciencia química como instrumento de detección» e inaugurar una «tradición que ahora forma parte de las prácticas policiales en todo el mundo». 10) Las muertes de Sherlock Holmes: Al cabo de algunos años, Arthur Conan Doyle se cansó de Sherlock Holmes porque consideraba que lo distraía de otros trabajos más importantes Que Famoso Medico Le Debe La Vida A Sherlock Holmes , así que intentó deshacerse de él en varias ocasiones, tal como reflejan los títulos de sus cuentos y libros ( Las memorias de Sherlock Holmes , «El problema final», «Su último saludo en el escenario», etc. Parece ser, sin embargo, que su criatura era demasiado querida por el público. De hecho, cuando en «El problema final» se propuso hacer morir a Sherlock, la respuesta del público fue tan contundente que le obligó a resucitarlo de nuevo en «La casa deshabitada».

  1. Está claro que a veces la realidad supera la ficción, literalmente;
  2. 11) Hecatombe editorial: Cuando Arthur Conan Doyle intentó matar a Sherlock Holmes, más de 20;
  3. 000 personas cancelaron de repente su suscripción a la revista The Strand , donde se publicaban sus aventuras;

Probablemente al editor no le hizo mucha gracia… 12) Sherlock Holmes es el personaje literario más adaptado : Aunque ahora muchos tendrán en la cabeza las versiones cinematográficas de Benedict Cumberbatch, de Ian McKellen o de Robert Downey Jr. , el Libro Guinness de los Récords nos dice que Sherlock Holmes es el personaje de quien se han hecho más adaptaciones en distintos formatos, comparable únicamente a Drácula.

A parte de las versiones teatrales, sus apariciones incluyen películas rodadas en varios países (desde los Estados Unidos hasta la Unión Soviética), parodias y gags como el que hizo John Cleese en el año 1977, versiones radiofónicas, cómics, videojuegos, series… La primera película que se rodó sobre se él es un cortísimo metraje llamado Sherlock Holmes Baffled (‘Sherlock Holmes desconcertado’) y es nada menos que… ¡del año 1900! Esperamos que esta lista te haya servido para conocer un poco mejor a este increíble detective y quizá que te haya inspirado para leer o releer sus aventuras.

Y a ti, ¿te gusta Sherlock Holmes? ¿Cuáles de sus casos te han gustado más? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! Si te ha gustado este artículo, échale una ojeada a Don Quijote en el aula: ideas para acercar Cervantes a tus alumnos , 4 puertas de entrada a la literatura de Benito Pérez Galdós y La llamada de lo salvaje en el aula: atrévete a pensar(te).

¿Cuál es la enfermedad de Sherlock Holmes?

‘Sherlock’, el detective más famoso es Asperger – Sociópata , introvertido , se diría incluso que insensible. pero también una mente brillante. Cuando el escritor Arthur Conan Doyle creó a Sherlock Holmes a finales del siglo XIX, seguramente no imaginó a su personaje con un trastorno de espectro autista.

  • Sin embargo, su descripción, su actitud y la relación que mantiene con los demás lo convierten en un personaje con síndrome de Asperger (un tipo de TEA);
  • Benedict Cumberbatch interpreta al detective más famoso del mundo en la fantástica serie Sherlock de la BBC;
See also:  Que Se Estudia Para Ser Medico?

Misterios puestos al día con capítulos de una calidad tan alta que parecen casi películas.

¿Cuándo salió a la fama el personaje de Sherlock Holmes?

Muerte y resurrección – Tras las dos primeras novelas, el personaje de Sherlock Holmes saltó realmente a la fama a través de los posteriores relatos breves. A principios de 1891, el agente del escritor envió dos cuentos de Sherlock Holmes a la revista The Strand.

El primero, Escándalo en Bohemia , apareció en el número de julio. El éxito fue apoteósico y las ventas de la revista se dispararon. Las doce primeras historias se reunieron en el volumen Las aventuras de Sherlock Holmes.

Dos años más tarde, convencido de que su talento daba para más y agobiado por las exigencias de público y editores, Conan Doyle se hartó de su personaje. Cuando The Strand le pidió una nueva serie de doce cuentos, el escritor exigió una inusitada cantidad de dinero.

Quería que la rechazaran para poder librarse del detective, pero la treta no funcionó: The Strand aceptó sus elevadas condiciones, convirtiéndolo en el escritor mejor pagado del mundo. Pero Conan Doyle no desistió de su empeño.

En la última entrega, El problema final , el autor mató a su personaje. Lo despeñó en las cataratas de Reichenbach durante una pelea con su archienemigo, el profesor James Moriarty. Su madre se lo echó en cara y los lectores protestaron ruidosamente; se dice que los hombres llevaban bandas negras de luto por la calle, la familia real británica mostró su disgusto y más de 20.

  1. 000 lectores cancelaron sus suscripciones a The Strand;
  2. Pero, a pesar de las presiones, Doyle resistió ocho años sin escribir una sola línea sobre Holmes;
  3. Hasta que en 1901 el detective reapareció en la novela El sabueso de los Baskerville ; para mantener la coherencia, el autor situó la acción antes del episodio de las cataratas;

Un año después, Doyle resucitó al personaje en La aventura de la casa vacía , haciendo creer que Holmes en realidad no había muerto en Reichenbach y que luego se había mantenido oculto. A partir de entonces, Holmes siguió protagonizando historias hasta 1927, tres años antes de la muerte de Conan Doyle. .

¿Quién creó a Sherlock Holmes?

El doctor Bell y Sherlock Holmes – Para entender cómo nació en la mente de Conan Doyle esta figura de un detective maestro del arte de la deducción hay que remontarse a 1876, cuando el futuro escritor ingresó en la Facultad de Medicina de Edimburgo y se convirtió en alumno y ayudante de Joseph Bell, el cirujano jefe del hospital de la ciudad y médico personal de la reina Victoria en sus visitas a Escocia.

Bell era famoso por su capacidad de observación y sus atinados diagnósticos , que elaboraba con una mezcla de perspicacia, conocimientos enciclopédicos y dotes deductivas. Antes de iniciar una exploración clínica, adivinaba detalles de la actividad profesional y de la vida privada del paciente… y le añadía unas gotas de teatralidad, como muestra una escena ocurrida en el invierno de 1877.

Un día, los estudiantes llenaban el auditorio del Hospital Real. En el escenario, el doctor Bell estaba junto a un paciente. «¿Qué le pasa a este hombre? –pregunta a un alumno–. No puede tocarlo ni explorarlo. ¡Use sus ojos, señor mío! Use su oído, su cerebro, su capacidad de observación, sus poderes de deducción », le advierte.

«Tiene un problema en la cadera, por eso cojea», balbucea el joven. «Olvídese de la cadera, no tiene nada que ver con su cojera. ¡Nada! –estalla Bell mientras señala los pies del hombre–. ¿Se ha fijado en sus zapatos? Mírelos, tienen unos cortes laterales hechos con un cuchillo en las zonas donde es mayor la presión sobre el pie; los juanetes le impiden andar bien.

Y, sin embargo, no está aquí por eso». Tras descolocar, como siempre, a sus estudiantes, Bell prosigue: «Su problema es más grave: estamos ante un caso de alcoholismo crónico». Bell se dirige a la sala. «La nariz enrojecida, la cara hinchada, los ojos inyectados de sangre, las manos temblorosas».

Toma la chaqueta del paciente. «Y mi diagnóstico lo confirma esta botella de whisky que asoma del bolsillo». La muestra al auditorio mientras concluye: «Nunca, caballeros, nunca dejen de confirmar sus deducciones».

«Eran las palabras de Bell, pero la voz es la de Holmes» , explicó el editor Howard Haycraft, que publicó la anécdota. En efecto, hay pocas dudas de que Doyle se inspiró en su profesor para dar forma al detective. En una carta a Bell, de 1892, el escritor reconocía que «es a usted a quien debo la creación de Sherlock Holmes. .

¿Cómo se llamaba el personaje literario de Sherlock Holmes?

Holmes, un detective real – El personaje literario de Sherlock Holmes se asemejaba mucho a un nuevo tipo de profesional que emergió a lo largo del siglo XIX, sobre todo en el Reino Unido, Francia y Estados Unidos: el detective privado. Aunque en Estudio en escarlata Sherlock Holmes presumía de ser el primer detective consultor del mundo , en realidad tenía múltiples precedentes.

  1. Los detectives eran hijos del liberalismo y «no hay liberalismo sin cultura del peligro», como ha señalado el filósofo Michel Foucault;
  2. La burguesía del siglo XIX tenía por encima de todo miedo al escándalo –familiar, social o económico–, y necesitaba información veraz para realizar sus negocios con seguridad;

El detective nació para ocuparse de ello y para mantener en la esfera privada los asuntos privados , algo que no garantizaba la policía. Las dos figuras capitales para el desarrollo de la profesión fueron el francés Eugène Vidocq y el escocés-americano Allan Pinkerton.

  1. El primero, un antiguo presidiario y soplón, fue jefe de la policía de París antes de pasarse al sector privado;
  2. En la década de 1830 creó algunas rutinas de investigación que todavía se utilizan;
  3. Pinkerton, por su parte, fundó la agencia más influyente de la historia en Chicago, en 1850, y estableció las bases técnicas y organizativas de la moderna actividad de investigación;

Sin embargo, y aunque ello resulte sorprendente, hay que señalar que Conan Doyle apenas prestó atención a estos dos detectives , pese a que ambos publicaron libros sobre sus experiencias. Tan sólo puede señalarse que en el cuento La aventura del Círculo Rojo incluyó a un agente de Pinkerton, y otro inspira la novela El valle del terror. .

¿Quién es el narrador de la historia de Sherlock Holmes?

Nacido en Edimburgo, en 1859, con ascendencia irlandesa, Arthur Conan Doyle era hijo de un dibujante, mientras que la genealogía de su madre se remontaba a los primeros Plantagenet, reyes medievales de Inglaterra y señores de Irlanda. Tras estudiar medicina, empezó a ejercer en Southsea, una zona residencial de Portsmouth, en el sur de Inglaterra.

Con una clientela escasa, el joven médico mataba el tiempo escribiendo ficción. En 1887, cuando tenía 28 años, publicó su primer relato en el anuario navideño Beeton’s Christmas. La historia se titulaba Estudio en escarlata y no tuvo una especial repercusión.

Pero en ella aparecía un personaje destinado a convertirse en un mito universal: el detective Sherlock Holmes. O más bien una pareja de personajes, porque junto a Holmes aparece siempre el doctor Watson, su amigo, consejero y narrador de las historias. Cronología Personaje con vida propia 1887 Se publica Estudio en escarlata , la primera novela donde hace su aparición el famoso detective.

Le siguen El signo de los cuatro (1890) y Las aventuras de Sherlock Holmes (1891). 1894 Doyle publica Las memorias de Sherlock Holmes , una colección de doce relatos cortos protagonizados por su personaje.

Entre ellos están Estrella de plata y El problema final. 1901 Tras haber matado a su personaje en El problema final , Doyle escribe El sabueso de los Baskerville , donde Holmes reaparece y la acción se sitúa cronológicamente antes de la muerte de Holmes.

1927 Se publica El archivo de Sherlock Holmes , una colección de doce narraciones cortas contadas por el doctor Watson. Se publica tres años antes de la muerte de Conan Doyle. Pese a que no obtuvo un éxito inmediato, Estudio en escarlata llamó la atención del editor norteamericano Joseph M.

Stoddart, que publicaba en Filadelfia la revista Lippincott’s. Stoddart viajó a Londres en 1888. El 30 de agosto cenó en el hotel Langham con dos autores a los que quería encargar sendas novelas: Oscar Wilde y Conan Doyle. El resultado del encuentro fue El retrato de Dorian Gray , la única novela de Wilde, y El signo de los cuatro , la segunda aventura de Sherlock Holmes.

  1. En esta novela, la figura del detective se acerca más a la que se popularizó a través de los posteriores relatos cortos;
  2. Arranca cuando una mujer le pide ayuda para que la acompañe en una enigmática cita; al mismo tiempo, la joven recibe unas valiosas perlas de parte de un anónimo benefactor;

En el primer capítulo, titulado «La ciencia del razonamiento deductivo», Holmes nos deslumbra con varios ejercicios de observación y deducción que ilustran la facultad que distingue al personaje por encima de ninguna otra. «La observación me indica que ha estado usted en la oficina de correos de Wigmore Street, y gracias a la deducción sé que allí puso un telegrama», le dice Holmes a Watson.

  1. «¡Exacto! ¿cómo ha llegado a saberlo?», se sorprende el doctor;
  2. Holmes no puede evitar reírse de la sorpresa de su amigo;
  3. «Es la sencillez misma –asegura, antes de marcar los límites entre observación y deducción–;

La observación me dice que lleva usted un pegotito de barro rojizo en el borde de la suela. Delante de la oficina de correos de Wigmore Street han levantado el pavimento y esparcido algo de tierra, de tal modo que resulta difícil no pisarla al entrar». Cuando Watson le pregunta cómo dedujo lo del telegrama, el detective le revela que estuvo atento a lo que había hecho aquella mañana, lo que le permitió saber que no había escrito una carta ni había tocado los sellos ni las postales del escritorio. .

Adblock
detector