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Como Ser Un Buen Medico?

Como Ser Un Buen Medico

¿Cuántas veces te has preguntado cómo ser un buen médico ? Existen muchos documentos de organizaciones médicas donde se describen las características que debería tener un doctor. En este post os resumimos los 15 puntos básicos. Un médico debe:

  • Comportarse de forma profesional en todo momento. Su primera preocupación debe ser la salud y el bienestar de sus pacientes.
  • Saber comunicar. Una de las quejas más comunes de los pacientes es no entender bien lo que les dice su médico. Así que es labor del profesional expresarse con claridad (tanto oral como por escrito).
  • Ser prudente. Un buen médico debe saber usar juiciosamente los recursos que el sistema pone a su disposición.
  • Tratar a todos los pacientes por igual, sin distinción de su procedencia, clase social, religión, creencias, estilo de vida… El médico tiene que tratar a los pacientes, no juzgarlos.
  • No des nada por supuesto. Como todo hombre de ciencia el médico no admite dogmas.
  • Mantener la dedicación. Es muy posible que la de médico sea la profesión más vocacional del mundo.
  • Ser de confianza. La confidencialidad es la base de la relación médico-paciente. Lo que se dice en la consulta del médico no tiene que salir de allí.
  • Estar bien formada. El buen médico debe preocuparse en aumentar sus competencias profesionales. Por eso necesita actualizarse siempre que aparezcan nuevos conocimientos en su área.
  • Ponerse en el lugar de sus pacientes. Las personas a las que trata sufren y que él muestre empatía ayuda a que se sientan mejor.
  • No implicarse emocionalmente. Aunque debe ser empático, el médico no debe dejar que sus emociones afecten al trabajo.
  • Cuidar su propia salud. Un médico que vaya a trabajar enfermo se convierte en un peligro para sus propios pacientes.
  • Ser un buen compañero. La colaboración entre profesionales es importante para dar la mejor atención a los pacientes.
  • Estar siempre “en guardia”. Lo que significa que debe atender a cualquier persona que requiera sus habilidades incluso fuera del trabajo.
  • No tener miedo a decir “no sé”. Es mejor admitir la ignorancia ante algo que tomar una decisión que pueda perjudicar al paciente.
  • Respetar la intimidad del paciente y, sobre todo, su dignidad.

Tras aprender estos consejos sobre cómo ser un buen médico solo te queda una cosa: ponerlos en práctica. ¿Te gustaría añadir algo? Esperamos tus comentarios y observaciones..

¿Qué habilidades debe tener un doctor?

¿Cuáles son los valores que debe tener un médico?

La formación en ética y valores en las facultades de medicina Training in ethics and values in medical schools Emilio José Sanz Catedrático de Farmacología Clínica. Decano de la Facultad de Medicina. Universidad de La Laguna E-mail: ejsanz@gmail. com La labor de las facultades de medicina en la formación de los futuros profesionales no puede referirse exclusivamente a la transmisión de conocimientos teóricos y habilidades prácticas, sino que además debe ir dirigida a la formación integral de las personas que luego ejercerán la medicina.

  1. Es necesario que tras la formación universitaria un médico sepa medicina, sepa ejercer la medicina y que sea un profesional médico (a lo largo del documento me referiré a los profesionales médicos utilizando la forma neutra del sustantivo médico, por lo que me aludiré, en todos los casos, indistintamente a los médicos y las médicas);

Esta orientación ha estado poco presente en el currículo objetivo de los planes de estudios anteriores a la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), aunque constituyese, a través del buen y el mal ejemplo, una parte del currículo oculto.

  1. En los nuevos planes de grado se han incorporado algunas materias (aunque en formato y duración limitadas) que dedican créditos a la promoción de valores y a la enseñanza de la ética profesional;
  2. Sin embargo, antes de comprobar si estos nuevos desarrollos curriculares son adecuados es necesario reflexionar sobre cuáles son esos valores y cómo debe ser el médico del futuro;

Para ello me referiré a la monografía El médico del futuro [1], publicada por la Fundación Educación Médica. En esa monografía se identifican valores esenciales que deben compartir todos los profesionales y que deberían ser objeto del desarrollo de las competencias educativas de los estudiantes de medicina.

  • Se pretende formar a un médico: – Que trate enfermos, no enfermedades;
  • – Con actitud crítica;
  • – Comunicador y empático;
  • – Responsable individual y socialmente;
  • – Que tome buenas decisiones para el paciente y para el sistema;

– Líder del equipo asistencial. – Competente, efectivo y seguro. – Honrado y confiable. – Comprometido con el paciente y la organización. – Que viva los valores del profesionalismo. Es evidente que este tipo de competencias, morales, éticas y personales, no pueden fácilmente enseñarse mediante clases magistrales o evaluarse mediante exámenes de respuesta múltiple.

Exigen un cambio de paradigma educativo, para el que estamos pobremente preparados. En este sentido, los propios estudiantes de medicina han tomado la delantera. En la Guía de recomendaciones éticas para las prácticas clínicas , preparada por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM, www.

ceem. org. es ), especifican con rigor, claridad y sencillez las cualidades, las actitudes, el comportamiento y la relación con los pacientes que debe mostrar todo estudiante. La lectura cuidadosa de la guía debe orientar la acción dirigida a la educación en ética y valores en las facultades de medicina.

Al final de ese documento, los estudiantes acaban recordando: ‘El alumno deberá integrar la ética como parte activa y sobresaliente de su formación para obtener una cultura de responsabilidad, respeto y honestidad’, y concluyen diciendo: ‘Nadie podrá llamarse buen médico sin antes haber demostrado que es un médico bueno’.

Los párrafos anteriores nos orientan hacia el objetivo docente de esta tarea irrenunciable de las facultades de medicina, pero la pregunta que surge es: ¿se pueden enseñar valores en una enseñanza reglada o este tipo de formación sólo se puede obtener por imitación viendo los modelos en las prácticas clínicas? Realmente existen evidencias de que el modelo actual no asegura la formación en valores y ética.

  • Aunque el refrán sostiene que fray ejemplo es el mejor predicador, asistimos a una presencia muy frecuente de comportamientos poco ejemplares: medicina defensiva, reacciones burn-out , conflictos de intereses profesionales, etc;

De hecho, en varios estudios realizados en otros países se constata una pérdida de valores en el estudiante conforme pasa más tiempo en la facultad y en la residencia de posgrado. Por otra parte, hay evidencias publicadas desde hace años de que la incorporación de sistemas de formación sobre ética médica en los currículos, tanto en forma de clases magistrales como de discusión de casos, aumenta el nivel del razonamiento moral de los estudiantes [2].

  • En la literatura anglosajona hay un cuerpo importante de doctrina que evalúa el progreso moral de los estudiantes de medicina (y otras profesiones sanitarias), y donde se ha comprobado la posible existencia de ‘currículos ocultos’ en la estructura de la educación médica que inhibe, más que facilita, el desarrollo del progreso moral de los estudiantes;

Algunos de estos primeros estudios de campo sugirieron que existe una tendencia negativa en el progreso ético durante la carrera de medicina, con una decreciente sensibilidad moral y una involución de la capacidad para el razonamiento moral [3]. Para ello se han utilizado escalas que miden los estadios de desarrollo moral de Kohlberg ( Moral Judgment Interview ), distinguiendo entre la ‘moralidad preconvencional’ (basada en las consecuencias fácticas de nuestras acciones), la ‘moralidad convencional’ (donde predomina el hecho de atenerse a las normas morales y legales) y la ‘moralidad posconvencional’ (en la que las virtudes y principios éticos universales o particulares son asumidos como propios).

Estudios similares se han venido publicado desde entonces en varios países. En 2011 Hren et al [4] mostraron en una facultad de medicina croata cómo los estudiantes experimentaron un retroceso desde un estadio posconvencional a uno convencional tras pasar a la parte clínica de sus estudios, comparando además con un grupo control de la misma edad que no tenía estudios universitarios.

Y mantienen una relación causal entre este retroceso moral y la docencia clínica, en la que pueden influir la organización jerárquica de los servicios clínicos, la naturaleza de los dilemas morales a los que se enfrentan los alumnos y el currículo oculto que subyace en las prácticas.

Otros estudios sugieren que muchos estudiantes de medicina, que deberían estar en esa transición, muestran muy pocos cambios en su desarrollo moral. Posiblemente esto está relacionado con la percepción de las presiones para adaptarse a la ‘cultura informal’ de los servicios médicos.

Muchos estudiantes perciben una ‘disidencia’ interna considerable al intentar acomodar los valores personales relacionados con la empatía, el cuidado y la compasión en sus prácticas clínicas [5]. La bibliografía es abundante. Self y Baldwin observan una disminución de la capacidad para el razonamiento moral entre el primero y el último curso de Medicina [6] y también una detención, durante la carrera, del desarrollo moral esperado para la edad y el nivel educacional de los estudiantes [7].

Este tipo de hallazgos han sido refrendados por más autores, que también sugieren una disminución de la conducta moral a lo largo de la carrera de medicina, de forma que los estudiantes de los últimos años son más tolerantes con las faltas de ética que los estudiantes menos avanzados [8], o la percepción de una ‘erosión ética’; un 62% de los estudiantes analizados por Feudtner et al [9] reconoce que sus principios morales han resultado erosionados o perdidos durante la carrera.

Hicks et al [10] analizaron qué tipo de dilemas éticos se presentan a los estudiantes de medicina. En su trabajo reconocen que hasta un 47% se sintió presionado para actuar incorrectamente y un 62% observó a su instructor actuar incorrectamente. Por ejemplo, en situaciones en las que se plantea un conflicto entre la enseñanza y la atención al paciente (exámenes médicos sin consentimiento, prácticas invasivas con el solo fin de enseñar/practicar, visitas innecesarias, falta de confidencialidad, etc.

  • ), la asignación de responsabilidades que los estudiantes no podían llevar a cabo (control prenatal sin supervisión, curaciones no supervisadas, etc;
  • ) o una atención médica subestándar (falta de consentimiento, curaciones sin los medios apropiados, falta de tratamiento del dolor, etc;

De hecho, los estudiantes reconocieron que muchas veces los hechos observados contradecían el discurso explícito. Y es que, como reflexiona Coles (de la Universidad de Harvard) [11], habitualmente proponemos el razonamiento complejo, la reflexión independiente, pero luego les hacemos exámenes de respuesta múltiple en donde se premia la retención de información en crudo, en donde los detalles más abstrusos son los que más probabilidades tienen de ser preguntados.

  1. Predicamos el trabajo en equipo, pero premiamos la competencia entre estudiantes;
  2. Otras veces los estudiantes ven en su escuela y en sus profesores individualismo; autoritarismo; competencia feroz por el dinero, el prestigio, las posiciones de poder; mecanicismo; eficientismo; evitación del riesgo legal; complacencia o intercambios de favores con la industria farmacéutica y electromédica;

Los anteriores trabajos sustentan la idea de que la mera transmisión por ósmosis o por la experiencia clínica de los mentores no parece ser la forma más adecuada de trasmitir esos valores que hemos identificado como sustanciales. De hecho, los estudiantes (y los profesionales, de una forma más profunda, pero quizá menos consciente) se encuentran ante expectativas y mensajes contradictorios a la confrontación entre la moralidad ‘expresada’ y la moralidad ‘presentada’ ( Tabla ). Tras este repaso a las evidencias publicadas, parece necesario proponer una forma estructurada y bien organizada para trasladar un currículo explícito a los estudiantes de medicina. Se puede afirmar que las facultades de medicina tienen una responsabilidad en la formación en valores, ética y profesionalismo que no pueden obviar. Es una responsabilidad cualificada si queremos formar médicos competentes y buenos. La Orden ECI/332/2008, de 13 de febrero, ‘Por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de médico’, implanta un módulo II que debe contener aspectos de ‘Medicina social, habilidades de comunicación e iniciación a la investigación’ y donde se especifica que deben contemplarse contenidos para ‘Conocer los fundamentos de la ética médica.

  • Bioética;
  • Resolver conflictos éticos;
  • Aplicar los valores profesionales de excelencia, altruismo, sentido del deber, responsabilidad, integridad y honestidad al ejercicio de la profesión;
  • Reconocer la necesidad de mantener la competencia profesional;

Saber abordar la práctica profesional respetando la autonomía del paciente, sus creencias y cultura’. Esta directriz se ha plasmado en una gran variedad de nuevas asignaturas en los diferentes nuevos programas de grado, en las que, al menos formalmente, se han integrado estos conocimientos.

Sin embargo, este módulo está generalmente minusvalorado y se presentan frecuentemente quejas sistemáticas por los créditos dedicados a ética, comunicación, sociología/antropología, profesionalismo, etc.

Por otra parte, estos pocos créditos suelen estar confinados en los primeros cursos de la carrera y alejados de las prácticas clínicas. Muchos profesores de las facultades siguen insistiendo en que estas competencias ‘no se deben enseñar en una asignatura’, muchas veces con la no tan secreta intención de utilizar esos créditos para aumentar los dedicados a su propia materia.

Y de alguna manera la pregunta es pertinente: ¿se puede enseñar ética médica y valores morales y profesionales en clase? ¿Se deben centrar estas materias en la explicación de teorías éticas actualmente vigentes o se deben limitar a la enseñanza de las leyes y normas (códigos, declaraciones, etc.

) pertinentes? ¿Se trata, acaso, de enseñar técnicas de resolución de conflictos? Algunas personas podrían valorar que la enseñanza y la formación en valores pueden estar más cerca del adoctrinamiento. ¿Cómo separar la formación en valores de la formación en los aspectos legales de la medicina, el repaso del código deontológico o la iniciación al corpus de la bioética? Al final el objetivo no debe ser memorizar más datos y comprender las repercusiones legales de la actuación médica (para lo que suelen mantenerse los contenidos clásicos de la medicina legal).

Se trata, en definitiva, de enseñar a pensar. Y eso no se puede trasmitir (sólo) por ‘lecciones magistrales’, requiere la participación activa del estudiante. La bioética debe abordarse desde los fundamentos y las principales teorías éticas, resaltando los procedimientos para la toma de decisiones, haciendo hincapié en los valores clásicos de la medicina (muy bien recogidos, por cierto, en la Guía de recomendaciones éticas para las prácticas clínicas del CEEM) y entrenando la asunción personal de criterios morales, a ser posible en un estadio posconvencional de la clasificación de Kohlberg.

Y la evaluación debería realizarse respetando los criterios personales de los alumnos, pero exigiendo la coherencia y la profundidad en el análisis. Es difícil implementar un programa de calidad adecuada en las facultades de medicina por las dificultades ya mencionadas, pero las experiencias de éxito han supuesto siempre una mayor implicación del alumno en el desarrollo de este tipo de docencia.

La dificultad de su localización en los primeros cursos de la carrera se puede ver compensada por la mejor disposición de esos alumnos, y un idealismo todavía no mediatizado por el medio en el que se van a desenvolver.

La utilización de portafolios, páginas wiki, trabajos de los alumnos, películas relacionadas con aspectos de la bioética, etc. , hacen que la predisposición de los alumnos sea mucho mejor, y el aprovechamiento, excelente. Se requiere, en definitiva, asegurar una actitud activa del estudiante de pregrado, una actitud reflexiva del propio alumno.

  1. Una dificultad añadida es encontrar docentes adecuados para esta materia;
  2. Frecuentemente se han hecho cargo de esta enseñanza profesores de medicina legal o historia de la medicina;
  3. Sin embargo, ésta debería ser un área trasversal en la que cupieran todos los docentes de la facultad, y en especial los que tienen una labor clínica;
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Afortunadamente, cada vez es más frecuente contar con profesionales formados en este ámbito en alguno de los múltiples programas de posgrado que existen sobre bioética y materias afines. Las áreas de conocimiento asignadas a esta docencia no deberían ser restrictivas, sino abiertas, y, en muchas ocasiones, adaptadas a personas con formación e interés para ello.

Son programas, además, en los que es posible y muy conveniente contar con otros profesionales, no necesariamente profesores contratados por la universidad, pero que pueden colaborar puntualmente en estas materias.

Se trata de encontrar a las personas idóneas. Un programa longitudinal de ética debería procurar generar sensibilidad y habilidades morales, expandir el horizonte intelectual de los estudiantes, inculcar conocimientos y categorías éticas, enseñar procedimientos para la toma de decisiones morales, mostrar la ética clínica en contexto y en tiempo real y promover una visión crítica de la medicina actual.

Si bien la situación actual es confusa y nos encontramos en la fase inicial de la implantación de estas enseñanzas, también se trata de un momento de oportunidades. Tras un análisis de la situación real de la enseñanza de la bioética y los valores en las facultades de medicina, se puede intentar coordinar programas y generar materiales educativos comunes.

En cualquier caso, cualquier actividad docente en esta área será mejor que la dejación mayoritaria que se ha venido observando hasta los (pen)últimos planes de estudio. Otras posibles tablas, tomadas de la Guía de recomendaciones éticas para las prácticas clínicas del CEEM, son las siguientes: – De las cualidades que debe presentar un estudiante de medicina: • Amor a la profesión.

• Respeto. • Empatía. • Humildad. • Responsabilidad. • Prudencia. • Calidez. • Profesionalidad. • Capacidad comunicativa. • Ser ejemplar. – De las actitudes de los estudiantes en sus prácticas clínicas: • Participación activa en todas las actividades relacionadas con el proceso de formación, con exigencia y sentido de la responsabilidad.

• Desarrollo personal. • Respetar a los profesores, médicos y a otros profesionales sanitarios que colaboran en el proceso de entrenamiento clínico. • Identificar situaciones que implican algún conflicto ético durante las prácticas clínicas. • Cultivar la sensibilidad ética personal, sin dejarse influir por un entorno desfavorable.

• Colaborar con los compañeros estudiantes de medicina, tanto en lo relativo a la actualización de conocimientos como en lo relacionado con la ética personal. • No discriminar a ningún paciente. • Actitud si el estudiante padece una enfermedad transmisible.

– Del comportamiento del estudiante en las prácticas clínicas: • Puntualidad. • Identificación. • Respeto de las normas generales y específicas de cada servicio. • El estudiante debe asumir el comportamiento correcto que se espera del personal sanitario en sus relaciones con los enfermos.

  1. • El estudiante debe saber escuchar y ser respetuoso en su trato con el paciente, sus familiares y los miembros del equipo asistencial;
  2. • Debe tratar de manera respetuosa a todo el personal del hospital;

• Uso responsable de los recursos. – De la relación (del estudiante) con el paciente en sus prácticas clínicas: • Ha de quedar siempre claro que la participación de los pacientes en las actividades docentes es voluntaria. • Se debe obtener un consentimiento explícito verbal de los pacientes antes de realizarles una historia clínica, una exploración física o un procedimiento terapéutico sencillo.

• Hay que reflexionar y valorar si es oportuna o no una exploración, buscando siempre el beneficio del paciente. • El estudiante debe aprender a respetar el derecho de los pacientes a tomar decisiones sobre su tratamiento.

• No hay que coaccionar ni presionar a ningún paciente con el fin de lograr algún beneficio propio. • Se ha de respetar la intimidad del paciente durante las actividades docentes. • El derecho a la confidencialidad. • El alumno no está autorizado a informar a los familiares o amigos de los pacientes acerca de lo que sabe sobre éste.

• Sólo se puede acceder a la historia clínica de la institución sanitaria por razones asistenciales, docentes o de investigación. Bibliografía 1. Gual A, Pardell H, coords. El médico del futuro. Barcelona: Fundación Educación Médica; 2009.

Self DJ, Wolinsky FD, Baldwin DC Jr. The effect of teaching medical ethics on medical students’ moral reasoning. Acad Med 1989; 64: 755-9. Patenaude J, Niyonsenga T, Fafard D. Changes in students’ moral development during medical school: a cohort study. CMAJ 2003; 168: 840-4.

  • Hren D, Marusic M, Marusic A;
  • Regression of moral reasoning during medical education: combined design study to evaluate the effect of clinical study years;
  • PLoS One 2011; 6: e17406;
  • Branch WT Jr;
  • Supporting the moral development of medical students;

J Gen Intern Med 2000; 15: 503-8. Self DJ, Schrader DE, Baldwin DC Jr, Wolinsky FD. The moral development of medical students: a pilot study of the possible influence of medical education. Med Educ 1993; 27: 26-34. Self DJ, Baldwin DC Jr. Does medical education inhibit the development of moral reasoning in medical students? A cross-sectional study.

  • Acad Med 1998; 73 (10 Suppl): S91-3;
  • Simpson DE, Yindra KJ, Towne JB, Rosenfeld PS;
  • Medical students’ perceptions of cheating;
  • Acad Med 1989; 64: 221-2;
  • Feudtner C, Christakis DA, Christakis NA;
  • Do clinical clerks suffer ethical erosion? Students’ perceptions of their ethical environment and personal development;

Acad Med 1994; 69: 670-9. 10. Hicks LK, Lin Y, Robertson DW, Robinson DL, Woodrow SI. Understanding the clinical dilemmas that shape medical students’ ethical development: questionnaire survey and focus group study. BMJ 2001; 322: 709-10. 11. Coles R. The moral education of medical students.

¿Qué es lo que no debe hacer un doctor?

¿Qué es lo basico de la medicina?

La medicina (del latín medicina, derivado a su vez de mederi, que significa ‘curar’, ‘medicar’)​ es la ciencia de la salud dedicada a la prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades, lesiones y problemas de salud de los seres humanos.

¿Qué es lo bueno de estudiar medicina?

¿De qué trata la carrera de Medicina? – La licenciatura en Medicina busca que sus estudiantes puedan prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades. Asimismo, les enseña las técnicas, disciplinas y lineamientos éticos que rigen la práctica médica y su aplicación para preservar la salud y el bienestar del ser humano.

Medicina es una carrera integral gracias a la cual se aprende todo lo relacionado con el ser humano y su constitución biológica, sus enfermedades y las maneras más propias para la conservación de la salud.

Estudiando esta profesión se obtiene un saber global del funcionamiento de todos los órganos y de los sistemas que forman el cuerpo.

¿Cuáles son los 4 principios de la ética médica?

La bioética es la rama de la ética que provee los principios para la actuación correcta en los aspectos relacionados con la vida. A grandes rasgos, la bioética pretende distinguir entre lo que debe ser o debe hacerse y lo que no debe ser o no debe hacerse , en los actos que afectan la vida (humana y no humana).

  • La bioética aplicada a los actos médicos se conoce también como ética médica;
  • La importancia de la ética médica radica en la necesidad de normar los actos médicos en un mundo en el que los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos suceden rápidamente, abriendo nuevas posibilidades de acción;

El que puedan hacerse muchas cosas, no significa que todas ellas deban hacerse. La ética médica juzga los actos médicos con base en cuatro principios fundamentales: no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia. Los actos de los médicos y otros profesionales de la salud deben guiarse por estos principios.

El principio de no maleficencia es considerado el más importante, y significa que cualquier acto médico debe pretender en primer lugar no hacer daño alguno, de manera directa o indirecta. Con frecuencia se hace referencia a este principio con su versión en latín, primum non nocere , que significa literalmente primero no dañar.

El principio de beneficencia está cercanamente relacionado, y se refiere a que los actos médicos deben tener la intención de producir un beneficio para la persona en quien se realiza el acto. Estos dos principios pueden ejemplificarse con cualquier tratamiento médico, como un medicamento o una cirugía.

  • Cuando un médico prescribe un tratamiento debe tener dos intenciones en mente: en primer lugar, no hacerle daño, y en segundo lugar, beneficiarlo;
  • Esto puede parecer obvio y repetitivo, pero la diferencia entre no dañar y mejorar es importante;

Todos los tratamientos médicos tienen efectos adversos o dañinos, incluso pueden resultar fatales y la mayoría de las veces no puede saberse con seguridad si el efecto adverso ocurrirá o no. De ahí que es necesario asegurar que la intención de indicar un tratamiento no es producir un efecto adverso, sino por el contrario, darle un beneficio al paciente.

  1. Cuando un médico considera los potenciales beneficios y los potenciales efectos adversos de un tratamiento, está haciendo un análisis de riesgo/beneficio, y en la decisión final de prescribir o no un tratamiento se rige por los principios de no maleficencia y beneficencia simultáneamente;

El principio de autonomía alude al derecho del paciente de decidir por sí mismo sobre los actos que se practicarán en su propio cuerpo y que afectarán de manera directa o indirecta su salud, su integridad y su vida. El ejemplo máximo del respeto a la autonomía del paciente es el consentimiento informado, que significa que es necesario que el paciente otorgue su permiso para que cualquier acto médico sea practicado en su persona.

La razón para esto es que todo acto médico puede tener efectos indeseables e impredecibles, y el paciente debe entender que al aceptar un acto médico está corriendo un riesgo razonable con la expectativa de obtener un beneficio.

No obstante, para que un paciente pueda autorizar un acto médico, debe contar con la información suficiente y necesaria, en términos que le sean claramente entendibles; por eso se llama consentimiento informado. Otro ejemplo del respeto al principio de autonomía es la toma de decisiones conjunta, y no significa que el paciente decida de manera absoluta, sino que la decisión final es el resultado de un diálogo entre médico y paciente en el que el primero actúa como orientador y facilitador, y el segundo aporta sus deseos, valores y expectativas.

Un ejemplo más en el que el principio de autonomía juega un papel central es el secreto profesional. Toda la información que un paciente comparte con su médico es estrictamente confidencial y el médico no debe revelarla sin el permiso del paciente.

El principio de justicia obliga a tratar a cada paciente como le corresponde; esto es, sin más ni menos atributos que los que su condición amerita. Este principio se encuentra detrás del ideal de tener servicios de salud de óptima calidad accesibles para toda la población de manera equitativa.

También debe considerarse el principio de justicia en los costos de la atención a la salud. En ocasiones durante la atención a la salud surge un conflicto ético, es decir, una situación en la que los valores de alguno de los actores involucrado no corresponden con los valores de otro y dificultan la toma de decisiones.

En estos casos, la aplicación de los cuatro principios de la bioética es de utilidad para llegar a una solución. Descargar en PDF Fecha de actualización: 28 Diciembre 2017 por: Dirección de Investigación .

¿Cuál es la personalidad de un médico?

Artículo original Médicos residentes: rasgos de personalidad, salud mental e ideación suicida Medical residents: Personality traits, mental health and suicidal ideation Blanca E. Vargas-Terrez a , Autor para correspondencia vargast@imp. edu. mx Autor para correspondencia: Departamento de Psiquiatría Comunitaria, Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñíz, Calzada México Xochimilco 101, San Lorenzo Huipulco, Tlalpan, México Distrito Federal, Código postal 14370, Tel.

: +41605327. , Vanessa Moheno-Klee b , José F. Cortés-Sotres c , Gerhard Heinze-Martin d a Jefatura del Departamento de Psiquiatría Comunitaria, Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñíz, México, D.

, México b Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D. , México c Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñíz, México, D. , México d Jefatura del Departamento de Salud Mental, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.

  1. , México Resumen Introduccion El estrés es una condición presente en la formación médica de posgrado; sin embargo, la manera de reaccionar ante los estresores depende de los rasgos particulares de personalidad;

Ambos aspectos, así como otras características sociodemográficas y el tipo de especialidad, son factores que intervienen en el desarrollo de sintomatología psiquiátrica en los residentes de diferentes especialidades. Objetivo Explorar la influencia de la personalidad y los factores sociodemográficos, en la salud mental y la ideación suicida en médicos residentes.

  • Método Estudio transversal, descriptivo y correlativo;
  • La muestra fue de 981 residentes de 1 er y 2 o año, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México;
  • Se utilizó el Inventario NEO FFI-R (60 ítems) para medir rasgos de personalidad, Symptom Check List 90 R (SCL-90-R) para las variables clínicas, y 3 preguntas sobre ideación suicida;

Resultados El perfil de personalidad para la muestra total fue de bajo neuroticismo y alta diligencia; en el análisis de clusters las especialidades que presentaron mayores porcentajes en el perfil de personalidad en riesgo (19. 6%) fueron: urología (38.

  1. 9%), psiquiatría (34;
  2. 1%), medicina legal (27;
  3. 8%), medicina familiar (27;
  4. 4%), medicina crítica (25;
  5. 9%) y anestesiología (25;
  6. 0%);
  7. El 20;
  8. 2% presentó una puntuación ≥ T65 en al menos una escala del SCL-90-R; los residentes de cirugía oncológica presentaron la media más alta del Índice Global de Severidad (IGS), seguido de psiquiatría y anestesiología;

Sólo un 8. 0% fueron casos positivos en las preguntas de ideación suicida. De los 78 casos de psicopatología, el 50. 1% pertenece al cluster de perfil en riesgo de psicopatología. Conclusiones En los residentes que presentaron psicopatología global e ideación suicida predominan los rasgos de personalidad de tipo neurótico.

En especialidades consideradas de alto estrés existe un mayor porcentaje de individuos con personalidad neurótica. Los hombres presentan prevalencias mayores globales de psicopatología al igual que los residentes sin pareja.

Palabras clave: Salud mental Ideación suicida Rasgos de personalidad Estudiantes de posgrado Especialidades médicas Abstract Introduction Stress is a condition present in postgraduate medical training but the way they react to stressors depends on the particular personality traits.

Both aspects, as well as other demographic characteristics and type of specialty, are factors involved in the development of psychiatric symptoms among residents of different specialties. Objective The aim was to explore the influence of personality and socio-demographic factors, in mental health and suicidal ideation in medical residents.

Method A cross-sectional, descriptive and correlative study was performed. The sample consisted of 981 residents of 1st and 2nd year of the Faculty of Medicine of the National Autonomous University of Mexico. NEO FFI – R (60 ítems) inventory was used to measure personality traits, Symptom Check List 90 R (SCL-90-R) for clinical variables, and 3 questions about suicidal ideation.

Results The personality profile was low neuroticism and high conscientiousness; Cluster analysis in specialties that have the highest percentages in the personality profile at risk (19. 6%) were: urology (38.

9%), psychiatry (34. 1%), legal medicine (27. 8%), family medicine (27. 4%), critical care (25. 9%) and anesthesiology (25. 0%). The 20. 2% had a score ≥ T65 at least a scale of SCL-90-R; surgical oncology residents had the highest mean Global Severity Index (GSI), followed by psychiatry and anesthesiology.

Only 8. 0% were positive cases of suicidal ideation questions. Of the 78 cases of psychopathology, 24. 5% belong to cluster personality profile at risk. Conclusions Dominated by the personality traits of neurotic type residents presenting global psychopathology and suicidal ideation.

The high stress specialties coincide with a higher percentage of individuals with neurotic personality. Men have greater global prevalence of psychopathology as well as residents without a partner Keywords: Mental health Suicidal ideation Personality traits Postgraduate students Medical specialties Texto completo Introducción El estrés es una condición presente en la formación médica de posgrado y es más común en las especialidades quirúrgicas 1–6.

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Esta condición depende de la personalidad, ya que ésta influye en la forma en que se perciben y manejan los eventos estresores 6–8 , lo que puede conllevar a incrementar la propensión a trastornos mentales en general 9,10.

Rasgos particulares de personalidad, como el neuroticismo del modelo de los 5 grandes factores de personalidad, incrementan la exposición a experiencias de la vida con alta vulnerabilidad emocional 11,12. El neuroticismo o emocionalidad/temperamento negativo, como se conoce en el modelo de 3 factores de personalidad, representa una tendencia a ver y reaccionar ante el mundo como amenazante, problemático y peligroso 13,14.

  1. Las personas con un alto grado de neuroticismo son propensas a hacer evaluaciones cognitivas negativas, haciendo una situación estresante aún más estresante, o a utilizar mecanismos de afrontamiento poco efectivos 12;

Finalmente, las personas con altos niveles de neuroticismo presentan un incremento de vulnerabilidad al estrés debido a que se sitúan en lugares o en situaciones interpersonales en los que es más probable la exposición a eventos estresantes 4,15,16. Aunado al estrés, el tipo de personalidad y algunas otras características sociodemográficas como el género, el estado civil, las condiciones del entrenamiento y el tipo de especialidad son factores que intervienen en el desarrollo de sintomatología psiquiátrica en los residentes de diferentes especialidades 17–19.

En el periodo de formación de posgrado o residencia existe un incremento de estrés en el entrenamiento médico, debido al contacto directo con el paciente y familiares, así como a la responsabilidad con el enfermo y a la cantidad de información que el estudiante debe manejar para adquirir los conocimientos de la especialidad.

Además, en esta época suceden diversos acontecimientos vitales para el residente que aumentan sus niveles de estrés, como cambio de domicilio o lugar de residencia, lejanía del ambiente familiar y social, formación de pareja e hijos, dificultades económicas e incertidumbre acerca del futuro, entre otras 1,19.

La prevalencia de sintomatología psiquiátrica en residentes es similar a la población general; sin embargo, están presentes otras alteraciones psicológicas sobre todo en el primer año de formación 17–21.

Las alteraciones más comunes durante esta etapa de formación son: cansancio físico, hostilidad, ansiedad y trastornos depresivos 6–9. Algunos autores señalan como periodos críticos el primer semestre de la residencia, mientras que otros aseguran que existe una alta prevalencia de trastornos depresivos y ansiosos durante todo el primer año 1–5.

La depresión está ligada al tipo de entrenamiento, al año que está cursando en la especialidad, así como a otras características de afrontamiento y de condición social 3,22 ; un factor que interviene en la problemática emocional común es la limitación del tiempo para las relaciones sociales.

Los residentes, en general, pueden abandonar la residencia por trastornos emocionales y presentan una alta tasa de “suicidabilidad”. La oftalmología y anestesiología tienen tasas mayores de suicidio (60/10,000); en cirujanos, pediatras, radiólogos y patólogos, se presentan las más bajas tasas (10/10,000) 2,9,23–25.

La privación del sueño, propia de la práctica clínica en estos médicos, tiene repercusiones en el estado de salud, como problemas cognitivos, afecto inapropiado, irritabilidad, disminución del estado anímico, déficit en la memoria reciente, despersonalización e ideas de referencia 3,25–27.

Por otro lado, se ha encontrado que los residentes de psiquiatría en particular, tienen una alta incidencia de depresión. El desarrollo de signos y síntomas mentales en los residentes interfieren con su capacidad de concentración, aprendizaje y en las habilidades clínicas, lo que conlleva un riesgo en la calidad de atención de los pacientes.

El objetivo del trabajo fue explorar la influencia de la personalidad y los factores sociodemográficos, en la salud mental y la ideación suicida en estudiantes de diferentes especialidades médicas 9,28.

Método Participantes Participaron en el estudio médicos residentes de 1 er y 2 o año inscritos en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se realizó un muestreo proporcional estratificado utilizando como población base los registros de la UNAM para residentes inscritos en 1 er y 2 o grado de la Residencia Médica.

  • La variable de estratificación fue la especialidad médica, de acuerdo una clasificación de especialidades de alto y bajo estrés;
  • La muestra se obtuvo de 18 sedes clínicas que incluían las especialidades seleccionadas;

El total de las especialidades que se evaluaron fueron 22; 15 de entrada directa y 7 de entrada indirecta. De un universo de 2,950 residentes, se estudiaron 1,049 residentes, se eliminaron 68 cuestionarios por estar incompletos, quedando la muestra final en 981, la cual permite inferir porcentajes con un error de ± 2.

  • 5% y confiabilidad del 95%;
  • El promedio de edad fue de 27;
  • 97 ± 2;
  • 50 años, 44% de primer grado y 56% de segundo; la distribución por género fue de 53% masculino y 47% femenino;
  • Según el estado civil el 70% fueron solteros y el de 28% casados, sólo se presentó el 2% de divorciados;

El 54% procede del interior de la República, 42% del Distrito Federal y un 3% del extranjero. El 41% vive con familiares, el 16% viven solos y otro 16% con amigos u otros residentes (el 27% no contestaron esta pregunta). Variables: edad, sexo, estado civil, lugar de origen, personas con quien viven, tipo de especialidad y grado, rasgos de personalidad, sintomatología psiquiátrica e ideación suicida Instrumentos de medición Rasgos de personalidad Los rasgos de personalidad se midieron con el Inventario NEO FFI- R 29.

  1. Consta de 60 ítems, y se contestan mediante una escala Likert de 5 puntos;
  2. Evalúa las 5 dimensiones: extraversión, amabilidad, diligencia, neuroticismo y apertura, y cada rasgo está compuesto por 12 ítems;

La confiabilidad alpha de Cronbach es mayor a 0. 89 en todas las escalas. Está validado para la población española 30. Sintomatología psiquiátrica El Symptom Check List 90 R (SCL-90-R) es un instrumento autoadministrado. Se contestan mediante una escala likert de 5 puntos, sobre el malestar causado por los 90 síntomas que contiene la escala en los últimos 7 días (0 no le ha molestado en absoluto y 4 le ha molestado de manera extrema).

El cuestionario explora 9 perfiles psicopatológicos (escalas): somatización, obsesión-compulsión, sensibilidad interpersonal, depresión, ansiedad, ira-hostilidad, ansiedad fóbica, ideación paranoide y psicoticismo.

Las dimensiones se califican con puntuaciones T normalizadas (media 50 con desviación estándar 10). Los casos son los sujetos con un valor T ≥ 65. Los sujetos que obtengan T > 80 se consideran con patología severa y entre T ≥ 65 y T ≤ 80 son sujetos en riesgo.

Las puntuaciones T normalizadas de éste estudio se calcularon con base al baremo en población argentina 31. El Índice Global de Severidad (IGS) se determinó de acuerdo al porcentaje de síntomas presentes de los 90 reactivos, y se evaluó dimensionalmente.

La consistencia interna de las 9 escalas es aceptable, con alfa de Cronbach entre 0. 78 a 0. 90. Ideación suicida Se utilizaron 3 reactivos sobre ideación suicida de la escala de 4 reactivos de González-Forteza y Andrade Palos en adolescentes mexicanos 32.

El criterio para considerar casos con ideación suicida fue cualquier puntuación ≥ 1 en la 2 a y 3 a preguntas. En cuanto al primer reactivo (“tenía pensamientos sobre la muerte”), se decidió quitarlo por ser poco específico y podría tener una connotación negativa debido al ámbito en el que se desenvuelven los residentes.

Los 3 reactivos considerados tuvieron un alfa de Cronbach de 0. 78. Procedimiento Se diseñó un cuestionario con datos sociodemográficos. Los cuestionarios se enviaron a los jefes de enseñanza de cada una de las sedes acompañados de una carta explicando los objetivos del proyecto las hojas de lector óptico, una carta de consentimiento informado y un folleto informativo sobre el trastorno depresivo para distribuirlo entre los residentes de las especialidades seleccionadas.

Se envió una hoja de instrucciones para explicar el procedimiento de aplicación y la devolución de los instrumentos a la División de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM o al Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente (INPRF).

El cuestionario se contestó de forma anónima en hojas de lectura óptica que se calificaron y se procedió al análisis de los resultados. Análisis estadistico El análisis de las variables cuantitativas se realizó por medio de ANOVA simple y las variables categóricas por medio de χ 2.

Para la presentación de porcentajes de la muestra total se determinaron los intervalos de confianza al 95% de confiabilidad con corrección para población finita. Los perfiles de personalidad se determinaron por medio de análisis de clusters utilizando el procedimiento de distancias euclidianas.

Todos los análisis se realizaron en SPSS V16. Resultados Personalidad NEO FFI-R El perfil de personalidad de los médicos se manifiesta por un bajo neuroticismo y con alta diligencia, Este perfil de personalidad se encontró dentro de la media poblacional en los factores de Extraversión, Apertura y Amabilidad.

  • A Partir del perfil general mediante el análisis de clusters se obtuvieron tres perfiles de personalidad: perfil favorable: valores altos en extroversión y responsabilidad; valores medios de apertura y amabilidad y valores bajos de neuroticismo (n = 341 34;

8%); perfil medio: niveles medios en todos los factores (n = 447 45. 6%); perfil en riesgo de psicopatología: valores altos de neuroticismo y bajos en extroversión, apertura, amabilidad y responsabilidad (n = 192 19. 6%) ( fig. 1 ). El perfil en riesgo mostro diferencias entre especialidades (χ 2 (21)= 32.

  1. 1, p = 0;
  2. 05);
  3. Las especialidades que presentan mayores porcentajes de residentes con perfil de personalidad en riesgo son: urología (38;
  4. 9%), psiquiatría (34;
  5. 1%), medicina legal (27;
  6. 8%), medicina familiar (27;

4%), medicina crítica (25. 9%) y anestesiología (25. 0%) ( fig. 2 ). Sintomatología psiquiátrica (SCL-90R) En la evaluación de la sintomatología psiquiátrica con el SCL-90R en su forma dimensional se encontraron 198 residentes que obtuvieron una puntuación ≥ T65 en al menos una escala (20.

  1. 2%, IC 95% ± 2;
  2. 10%);
  3. Los residentes de medicina critica representaron el mayor porcentaje de casos con al menos una escala con puntuación ≥ T65 (32;
  4. 8%, IC 95% ± 7;
  5. 2%), seguida de los residentes de cirugía oncológica (29;

4%, IC 95% ± 17. 5%) y anestesiología (27. 8%, IC 95% ± 13. 6%) ( tabla 1 ). Se detectaron 78 sujetos (8. 0%, IC 95% ± 1. 4%) de la muestra total con psicopatología global ≥ T65; Las especializaciones con mayor porcentaje dentro de su grupo fueron medicina legal (16.

70%, IC 95% ± 4. 1%), psiquiatría (14. 60%, IC 95% ± 8. 3%) y oftalmología (14. 10%, IC 95% ± 6. 3%) ( tabla 2 ). En la muestra total pueden diferenciarse a 57 residentes (5. 8%, IC 95% ± 4. 5%) catalogados como posibles casos con patología (puntuación T ≥ 65 y ≤ T 80) y 21 residentes (2.

2%, IC 95% ± 3. 0%) con patología severa (puntuación T > 80). La distribución por escalas de los residentes con puntuación mayor o igual a T65 mostró que la sensibilidad interpersonal presentó el mayor porcentaje de casos (10. 0%, IC 95% ± 7,2%), seguida de la ideación paranoide (9.

  • 1%, IC 95% ± 6;
  • 8%) y la hostilidad (9;
  • 1%, IC 95% ± 6;
  • 8%) ( tabla 3 );
  • El Índice Global de Severidad (IGS) presento diferencias entre especialidades (F[21,959] = 1;
  • 61, p = 0;
  • 04), las medias ± desviación estándar (DE) más altas se encontraron en los residentes de cirugía oncológica (0;

80 ± 0. 98), seguido por psiquiatría (0. 65 ± 0. 76), anestesiología (0. 62 ± 0. 58), pediatría (0. 58 ± 0. 68), oftalmología (0. 58 ± 0. 62) y medicina crítica (0. 58 ± 0. 49). Se encontró que los casos de psicopatología global predominaron en los residentes de 2° grado (primer grado 52.

5%, (IC 95% ± 2. 5%) y 58. 3% para el 2° grado (IC 95% ± 2. 5% respectivamente) sin mostrar diferencias significativas. Con respecto al género se encontraron diferencias en IGS (F[1,979] = 4. 01, p = 0. 046) donde los hombres y tuvieron una media de 0.

54 ± 0. 53 y las mujeres una media de 0. 47 ± 0. 57; la psicopatología se presentó con mayor frecuencia en los residentes que no tenían pareja y en los originarios del Interior de la República, en ninguna de las variables mencionadas anteriormente hubo significancia estadística.

  • Con respecto a los casos de psicopatología según el SCL-90R de los 78 casos positivos para psicopatología global, 50 pertenecen al cluster de perfil en riesgo constituyendo el 50;
  • 1%, mientras que 24 (30;

8%) casos pertenecen al cluster de perfil medio y únicamente 4 (5. 1%) casos al cluster de perfil alto. Con respecto a los casos dimensionales con al menos una subescala positiva en el SCL-90R el 51% pertenecen al cluster de perfil en riesgo (χ 2 [2] = 111. 5, p < 0. 001). Ideación suicida De los 981 residentes se encontraron 84 casos positivos para la ideación suicida de los cuales el 44% pertenecían a los casos con psicopatología. Destaca el hecho de que el mayor porcentaje de casos se encontró en los residentes de 2° año (55.

1%, IC 95% 2. 5%), género masculino (55. 1%, IC 95% 2. 5%), sin pareja (70. 1%, IC 95%), originarios del D. (55. 3%, IC 95% ± 2. 5%), y que viven con familiares (54. 4%, IC 95% ± 2. 5%). La media de edad de los casos fue de 27.

9 ± 2. Con respecto a la muestra total 68 residentes (6. 5%) “sintió que su familia estaría mejor si él/ella estuvieran muertos” y 57 residentes (5. 4%) “pensaron en matarse” en la semana previa al estudio. El porcentaje de ideación suicida para el perfil en riesgo fue del 54. 2, p < 0. 001) Discusión La personalidad que predominó en este estudio fue la de individuos diligentes (organizados, persistentes, responsables, motivados, etc. ); sin embargo, al analizar el índice de psicopatología global con el de perfil de rasgos de personalidad se encontró un grupo en riesgo de psicopatología del 19.

  • 8%, difiriendo de los otros perfiles (χ 2 [2] = 78;
  • 6%; es decir, este porcentaje con síntomas mentales presenta altas puntuaciones de personalidad de tipo neurótico;
  • Asimismo, se encontró que la personalidad de tipo neurótico se presentó en el 55;

5% de los casos con ideación suicida. Estos hallazgos coinciden con lo señalado por Bolger, Eysenck, Watson y Pagano 12–15. Las especialidades con mayor porcentaje de individuos con personalidad neurótica fueron: psiquiatría, medicina legal, medicina familiar, medicina crítica y anestesiología (urología ocupó el primer lugar sin embargo el intervalo de confianza fue muy amplio debido al bajo número de médicos de esta especialidad, por lo que no fue considerado).

  • Los datos obtenidos en este estudio son parecidos a los publicados por otros autores como Reuben y Wartman, quienes afirman que la prevalencia de trastornos psiquiátricos en residentes es mayor a la población general (28;

7%) 16,27. Otros autores señalan que la prevalencia es igual que en la población general; sin embargo, en los residentes se presentan otras alteraciones psicológicas como afecto inapropiado, irritabilidad, disminución del estado anímico, déficit en la memoria reciente y despersonalización que interfieren en su desempeño profesional 18,21,33.

Sin embargo, en estos estudios se utilizaron otros instrumentos para la detección de casos que los utilizados en esta investigación, el criterio en común fue la determinación de síntomas durante el último mes de aplicación.

En la mujer se encontró una prevalencia global mayor de psicopatología igual que lo reportado por Newbury-Birch et al. 4,8,27. Por otro lado, a diferencia de lo publicado por Reuben et al. 16–18,20 , que afirman que la mayor psicopatología se presenta en el primer año de residencia, en este trabajo se encontró en el 2do año igual que lo que señalan Kazmi et al.

1,2,4. En las variables demográficas y sociales, los resultados encontrados en nuestro estudio coinciden con lo reportado por Tyssen et al. 2,3,28,34 con respecto a que el matrimonio tiene un efecto protector de la patología mental, ya que los síntomas en la esfera mental se presentaron con mayor frecuencia en los residentes que no tenían pareja.

La sintomatología que predominó fue la de sensibilidad interpersonal, que consiste en tener sentimientos de inferioridad y dificultad durante la interacción interpersonal; asimismo, la sintomatología de hostilidad e ideación paranoide fueron importantes.

  1. Tyssen et al;
  2. 3,5,18 refieren que los residentes presentan índices altos de depresión y ansiedad a diferencia con lo reportado en nuestro estudio;
  3. Esto se debe al tipo de instrumento que utilizaron: “malestar psicológico”, mas no sintomatología psiquiátrica específica como es el caso del SCL-90;
See also:  Que Medico Hace Audiometria?

Los residentes de medicina crítica representaron el mayor porcentaje de posibles casos en al menos una de las escalas, seguidos de los residentes de cirugía oncológica y de anestesiología, igual que lo reportado por Mc Pherson et al. Las especialidades que presentaron una media mayor del índice global de severidad (IGS) fueron cirugía oncológica, psiquiatría y anestesia, de acuerdo con lo reportado por Tyssen y Newbury-Birch 22,28 , que señalan que los residentes de especialidades quirúrgicas y de psiquiatría tienen mayor índice de depresión, así como tasas de suicidio superiores.

Lo mismo ocurre para la especialidad de anestesiología 7. En éste estudio se encontró una incidencia baja de ideación suicida (8%) a diferencia de lo reportado por Hsu 34 que apuntan a una elevada incidencia de suicidio por especialidad.

Estas diferencias se explican también por el tipo de instrumento, así como por el fenómeno que se va a medir, ya que los autores miden suicidio consumado; este estudio no explora ese fenómeno y por lo tanto se desconoce cuál es la magnitud del problema en nuestro país.

Destaca que la mayor frecuencia de ideación suicida se presentó en los que no tenían pareja (70. 1%) y, a diferencia de la psicopatología, fue mayor la frecuencia para los residentes del Distrito Federal (55.

3); las especialidades de cirugía oncológica y de psiquiatría tuvieron mayor porcentaje de casos de ideación suicida, coincidiendo con Tyssen y Hsu 2,34. La especialidad de medicina familiar presentó el segundo lugar de casos de ideación suicida. Consideramos que una de las más importantes limitaciones de este trabajo es la baja fracción de respuesta sobre el plan de muestreo; sin embargo, a pesar de que la selección de la muestra fue representativa, la tasa de no respuesta fue mayor a lo esperado en virtud de no contar con personal de apoyo para la aplicación de los instrumentos, por lo que se recomienda que en el futuro este tipo de investigaciones cuente con suficiente personal para supervisar el llenado de cuestionarios.

Conclusiones En relación con los rasgos de personalidad, se observó que predominan los de tipo neurótico en los residentes que presentaron psicopatología global e ideación suicida, y destaca también el hecho de que algunas especialidades consideradas de alto estrés coinciden con un mayor porcentaje de individuos con personalidad neurótica, tal es el caso de psiquiatría, medicina legal, medicina crítica y anestesiología.

Se observó que los hombres presentan prevalencias mayores globales de psicopatología al igual que los residentes sin pareja. Se recomienda profundizar en algunos aspectos como el de comparar la psicopatología entre los alumnos que se encuentran cursando especialidades de alto estrés contra las de bajo estrés, por tipo de sede y condiciones ambientales y de trabajo con la presencia o no de psicopatología.

Asimismo, sería conveniente el estudio de la relación de psicopatología con rendimiento académico y asistencial, y efectuar estudios longitudinales para observar la incidencia de psicopatología a lo largo del entrenamiento.

El gremio médico y las autoridades de salud y universitarias deberían sensibilizarse ante la posibilidad de que los residentes desarrollen sintomatología mental, para detectar a tiempo los problemas de salud mental en estudiantes de las diferentes especialidades, para su control y manejo en instituciones especializadas.

  • También sería importante el desarrollo de programas preventivos a escala institucional en el que se incluyan actividades recreativas, deportivas y talleres de autocuidado;
  • Responsabilidades éticas Protección de personas y animales Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales;

Confidencialidad de los datos Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Derecho a la privacidad y consentimiento informado Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Contribución de cada autor B.

  1. : Propuesta, desarrollo y análisis;
  2. : Revisión bibliográfica y aplicación de encuestas;
  3. : Diseño metodológico y análisis de resultados G;
  4. : Revisión, análisis y discusión;
  5. Financiamiento No requirió ningún financiamiento;

Conflicto de intereses No existe ningún conflicto de intereses Agradecimientos El trabajo se realizó en colaboración con la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM. Referencias [1] R. Kazmi, S. Amjad, D. Khan. Occupational stress and its effect on job perfomance.

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Salud Ment, 18 (1985), pp. 41-48 La revisión por pares es responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México..

¿Cuál es el valor más importante en la medicina?

Voluntad, sacrificio, interés por la investigación, humanidad, excelencia, universalidad y compromiso son los siete valores que debe tener el médico y que están plasmados en el documental ‘Ser médico’.

¿Cuál es la moral de un médico?

DEBERES DE LOS MÉDICOS EN GENERAL –

EL MEDICO siempre DEBE aplicar su opinión profesional independiente y mantener el más alto nivel de conducta profesional.
EL MEDICO DEBE respetar el derecho del paciente competente a aceptar o rechazar un tratamiento.
EL MEDICO NO DEBE permitir que su opinión sea influenciada por beneficio personal o discriminación injusta.
EL MEDICO DEBE dedicarse a proporcionar un servicio médico competente, con plena independencia profesional y moral, con compasión y respeto por la dignidad humana.
EL MEDICO DEBE tratar con honestidad a pacientes y colegas, e informar a las autoridades apropiadas sobre los médicos que practiquen en forma antiética e incompetente o a los que incurran en fraude o engaño.
EL MEDICO NO DEBE recibir ningún beneficio financiero ni otros incentivos sólo por derivar pacientes o prescribir productos específicos.
EL MEDICO DEBE respetar los derechos y preferencias del paciente, de los colegas y de otros profesionales de la salud.
EL MEDICO DEBE reconocer su importante función en la educación de la opinión pública, pero debe obrar con la debida cautela al divulgar descubrimientos o nuevas técnicas, o tratamientos a través de canales no profesionales.
EL MEDICO DEBE certificar sólo lo que ha verificado personalmente.
EL MEDICO DEBE esforzarse por utilizar los recursos de salud de la mejor manera para beneficio de los pacientes y su comunidad.
EL MEDICO DEBE buscar atención y cuidados apropiadas si sufre una enfermedad mental o física.
EL MEDICO DEBE respetar los códigos de ética locales y nacionales.

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¿Cuál es el sueldo de un médico general?

¿ Cuánto gana un Médico De Medicina General? El sueldo nacional promedio de un Médico De Medicina General es de MXN$15,323 en México.

¿Cuántos años son de la carrera de medicina?

Elegir la mejor universidad para convertirte en Médico Cirujano – Tomando en cuenta todo lo anterior, es posible que sientas que el reto es demasiado grande. Pero no te preocupes, en la Universidad Anáhuac queremos ayudarte en cada paso del proceso. Por ello, nuestro Modelo Educativo 2016 está diseñado para ofrecerte una formación integral y un acompañamiento personalizado, no sólo en el ámbito académico sino en el área humana, social e internacional. Como Ser Un Buen Medico Nuestro campus cuenta con un Centro de Estudios y Tecnología aplicada a las Ciencias de la Salud, con laboratorios especializados en:

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¿Qué libros tengo que leer para estudiar medicina?

¿Qué hay que estudiar para ser doctor?

Como médico, cuidarás la salud de las personas, ayudando a los enfermos y previniendo muchas enfermedades, ayudando a crear una sociedad más sana. No hay duda de que la profesión médica es absolutamente esencial para la sociedad humana. Si te interesa estudiar para ser doctor será importante que poseas un gran interés por las ciencias y tener pasión por ayudar a los demás, ya que son estos los dos factores que proporcionan la motivación necesaria para seguir adelante por el largo período de formación necesario para convertirse en un completo doctor.

¿Qué se estudia para ser Doctor? Para ser doctor, es necesario estudiar medicina. La medicina es la disciplina que se dedica al estudio del ser humano en cuanto a la anatomía, a la salud, a la vida, a las enfermedades y a la muerte.

Esta ciencia incluye la prevención y el tratamiento de las diferentes enfermedades y lesiones que un ser humano puede tener.

¿Cuáles son los 10 valores más importantes?

¿Cuál debe ser el valor más importante para proteger dentro de la práctica médica?

El respeto, actitud ética fundamental en la Medicina.

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