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Como Se Llama El Medico De Los Pulmones?

Como Se Llama El Medico De Los Pulmones

¿Quién administra el tratamiento del cáncer de pulmón microcítico? – Es posible que el equipo de profesionales a cargo de su tratamiento incluya a diferentes tipos de médicos, dependiendo de la etapa de su cáncer y de sus opciones de tratamiento. Éstos médicos pueden incluir:

  • Médico oncólogo : doctor que trata el cáncer con medicinas, como quimioterapia
  • Neumólogo : médico especializado en el tratamiento médico de las enfermedades de los pulmones.
  • Oncólogo especialista en radiación : médico que trata el cáncer con radioterapia.
  • Cirujano torácico: médico que trata enfermedades de los pulmones y del tórax con cirugía

Puede que muchos otros especialistas también formen parte de su equipo de atención, incluyendo ayudantes de médicos, enfermeras con licencia para ejercer la medicina, terapeutas respiratorios, especialistas en nutrición, trabajadores sociales, y otros profesionales de la salud.

¿Cómo saber si tienes algún problema en los pulmones?

¿Qué debe saber un neumólogo?

Neumología – La Neumología es la especialidad médica cuyo campo de actuación se centra en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del aparato respiratorio y, de forma más específica, a los pulmones, el mediastino y la pleura. Patologías Las enfermedades que pueden afectar a las vías respiratorias altas y bajas son numerosas, aunque entre las más frecuentes se pueden destacar las siguientes:

  • EPOC. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una patología en la que el flujo de aire en los pulmones está significativamente limitado. Tiene una evolución progresiva y no es reversible, siendo la disnea su principal síntoma, a veces acompañada con tos crónica.
  • Neumonía. Es una enfermedad infecciosa que puede estar causada por diferentes tipos de bacterias. Sus síntomas son fiebre, dolor torácico, tos, expectoración y dificultad para respirar. En las personas muy mayores reviste una especial gravedad.
  • Asma bronquial. Es una enfermedad crónica que cursa con episodios intermitentes (crisis) de dificultad respiratoria, tos y sibilancias. En muchos casos, como sucede con el asma infantil, está causada por una alergia.
  • Apnea del sueño. Supone sucesivas paradas respiratorias durante el sueño, lo que causa un cansancio inhabitual durante el día y una tendencia a quedarse dormido mientras se realizan las actividades habituales.
  • Pleuritis. Suele estar causada por una infección respiratoria que causa la inflamación de la pleura (una membrana que envuelve el pulmón) y que se manifiesta con tos seca y dolor torácico agudo.
  • Fibrosis quística. Es una enfermedad hereditaria de carácter crónico y progresivo y que genera un moco que se acumula en los pulmones y el páncreas y favorece la aparición de infecciones respiratorias graves y problemas digestivos importantes. Las personas que la padecen suelen ser candidatos a un trasplante de pulmón.
  • Neumotorax. Es un colapso pulmonar que se produce por la presión generada por la entrada de aire en el espacio interpleural. Puede ser espontáneo, traumático o artificial (causado intencionadamente con fines terapéuticos)
  • Cáncer de pulmón. Este tipo de cáncer es, con el de mama, el más frecuente y el de mayor mortalidad. Puede tener diferentes causas, pero la más importante es el tabaquismo y la contaminación ambiental de las ciudades, así como la exposición a distintos agentes tóxicos.
  • Bronquitis. Se define así la inflamación de la membrana mucosa que reviste los bronquios. Puede ser aguda o crónica. En el primer caso se trata de una infección vírica, pero cuando es crónica es una forma de EPOC.
  • Enfisema. Es una forma de EPOC en la que resultan dañadas las paredes de los alveolos, que además se inflaman, dificultando el paso del aire.
  • Enfermedades respiratorias ocupacionales. Esta denominación engloba a un conjunto de enfermedades cuya causa es la continua exposición e inhalación de partículas de determinados materiales que se acumulan en los pulmones. Entre ellas destacan la silicosis, la asbestosis, el síndrome de Ardystil o la neumonitis por hipersensibilidad.

Pruebas diagnósticas

  • Radiografía. Es probablemente la técnica de diagnóstico por imagen más utilizada, al menos de forma inicial, ya que permite detectar con claridad las principales anomalías existentes en los pulmones.
  • TAC torácico. Se suele realizar con contraste. Se suele recurrir a él cuando se sospecha de la existencia de un cáncer de pulmón o para estudiar la acumulación de líquidos (hemorragia, pleuritis, etc. en los pulmones.
  • Resonancia magnética. Es una prueba habitualmente utilizada en los pacientes con cáncer de pulmón.
  • Gasometría. Permite evaluar de forma objetiva la función respiratoria. Se lleva a cabo extrayendo una muestra de sangre de una arteria a partir de la cual se mide el pH, las presiones arteriales de oxígeno y dióxido de carbono y la concentración de bicarbonato.
  • Fibrobroncoscopia. Se realiza por vía endoscópica para observar el interior de la tráquea y los bronquios y, en su caso, realizar una biopsia.
  • Flujometría. Se utiliza para medir el grado de obstrucción de las vías respiratorias.
  • Espirometría. Haciendo que el paciente sople a través de una boquilla, se mide el flujo de aire y el volumen pulmonar.
  • Pruebas de broncoprovocación. Con ellas se intenta averiguar si las vías respiratorias tienen una reacción anómala ante la presencia de determinadas sustancias o situaciones
  • Prueba de esfuerzo. Se realiza para saber si existe alguna limitación respiratoria como respuesta al ejercicio e identificar las posibles causas.

 Tratamiento

  • Drenaje pleural. Se realiza en caso de derrames pleurales o neumotórax y supone la realización de una punción en el tórax a través de la cual se introduce un tubo para favorecer la salida del líquido y mantener expandido el pulmón impidiendo la entrada de aire exterior.
  • Medicamentos. Antibióticos, broncodilatadores, antituberculosos, expectorantes, mucolíticos, corticoesteroides… son muchos los medicamentos que se pueden utilizar en el tratamiento de las enfermedades respiratorias, ya sea con fines curativos o para el control o evitación de síntomas.
  • Fisioterapia respiratoria. Es necesaria en pacientes que presentan algún grado de insuficiencia respiratoria y puede incluir el entrenamiento de los músculos que intervienen en la respiración y de brazos y piernas.
  • Oxigenoterapia. Se administra oxígeno en concentraciones más elevadas de las que hay en el aire. Se utiliza en pacientes con dificultades respiratorias o hipoxia (baja concentración de oxígeno en la sangre).
  • CPAP. Su nombre completo es presión positiva continua de las vías respiratorias. Utiliza una bomba de aire para mantener abierta la tráquea y evitar el colapso de las vías respiratorias en pacientes con determinadas patologías respiratorias.
  • Neumonectomía. Es una cirugía en la que se realiza la extracción total o parcial de un pulmón, lo que puede estar indicado en casos de cáncer, enfisema, absceso pulmonar, atelactesia y otras patologías del aparato respiratorio.
  • Trasplante de pulmón. Las patologías que con mayor frecuencia requieren un trasplante de pulmón son la EPOC, la fibrosis quística, la fibrosis pulmonar o la hipertensión pulmonar primaria.

Si tienes alguna de las enfermedades descritas o tienes dificultades respiratorias de forma habitual en el servicio de Neumología de los Centros Médicos Milenium de Sanitas te atenderán especialistas altamente cualificados que cuentan con los medios diagnósticos más avanzados para poder identificar la causa de este problema..

¿Dónde duele el cáncer de pulmón?

La mayoría de los cánceres de pulmón solo causan síntomas cuando ya se han propagado. Sin embargo, algunas personas con cáncer de pulmón en etapas tempranas presentan síntomas. Si acude al médico cuando comienza a notar los síntomas, es posible que el cáncer se diagnostique en una etapa más temprana cuando es más probable que el tratamiento sea eficaz. Los síntomas más comunes del cáncer de pulmón son:

  • Una tos que no desaparece o que empeora
  • Tos con sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado
  • Dolor en el pecho que a menudo empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe
  • Ronquera
  • Pérdida del apetito
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Dificultad para respirar
  • Cansancio o debilidad
  • Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo
  • Nuevo silbido de pecho

Si el cáncer de pulmón se propaga a otras partes del cuerpo, puede causar:

  • Dolor en los huesos (como dolor en la espalda o las caderas)
  • Alteraciones del sistema nervioso (como dolor de cabeza, debilidad o adormecimiento de un brazo o una pierna, mareos, problemas con el equilibrio o convulsiones) a causa de la propagación del cáncer al cerebro
  • Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) a causa de la propagación del cáncer al hígado
  • Hinchazón de los ganglios linfáticos (grupos de células del sistema inmunitario) como las del cuello o por encima de la clavícula

Algunos cánceres de pulmón pueden causar síndromes , los cuales son grupos de síntomas específicos.

¿Cómo se siente el dolor de los pulmones?

Por lo general, cuando una persona dice que tiene dolor en el pulmón, significa que siente dolor en la región del tórax, esto ocurre porque el pulmón no tiene receptores para el dolor. De esta forma, a pesar de que algunas veces el dolor está relacionado con problemas en los pulmones, este también puede ocasionarse debido a problemas en otros órganos, o incluso estar relacionado con los músculos o articulaciones de la región.

Lo ideal es que siempre que se presente alguna incomodidad en la región del pecho, que no mejore con el tiempo, empeore rápidamente o que no desaparezca al cabo de 24 horas, se acuda a un médico general para que realice una evaluación, solicite exámenes (si es necesario) y se evalúe si existe algún problema cardíaco que pueda estar ocasionando el dolor.

Entre las causas más comunes para el surgimiento del dolor en el pulmón se incluyen las siguientes:.

¿Qué es la fibrosis pulmonar?

La fibrosis pulmonar (FP) es una enfermedad en la que hay cicatrices en los pulmones que dificultan la respiración. La fibrosis pulmonar es una forma de enfermedad pulmonar intersticial. Las enfermedades pulmonares intersticiales son un grupo de condiciones que causan inflamación y cicatrices alrededor de los pequeños sacos aéreos (alvéolos) en los pulmones.

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¿Cómo se produce la fibrosis pulmonar?

Descripción general – La fibrosis pulmonar es una enfermedad pulmonar que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y se producen cicatrices. Este tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que tus pulmones funcionen correctamente. A medida que la fibrosis pulmonar empeora, tienes cada vez más dificultad para respirar.

  1. La formación de cicatrices relacionada con la fibrosis pulmonar puede deberse a diversos factores;
  2. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los médicos no pueden individualizar la causa del problema;
  3. Cuando no puede encontrarse una causa, la afección recibe el nombre de fibrosis pulmonar idiopática;

El daño en los pulmones causado por la fibrosis pulmonar no puede repararse, pero los medicamentos y las terapias en ocasiones pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Para algunas personas, podría ser adecuado realizar un trasplante de pulmón.

¿Cómo curar las enfermedades del sistema respiratorio?

Las opciones de tratamiento de las infecciones de las vías respiratorias altas son múltiples (antipiréticos, antitusígenos, mucolíticos, expectorantes, antibióticos) y de eficacia relativa. Por tanto, es de importancia extrema evaluar tratamientos alternativos de eficacia y seguridad probadas por estudios farmacológicos y clínicos.

La activación de los mecanismos innatos de defensa del sistema inmunitario mediante inmunomoduladores, obtenidos a partir de sustancias de origen natural, constituye una estrategia innovadora en el abordaje farmacoterapéutico del resfriado común.

La infección de las vías respiratorias altas conocida como resfriado común es la enfermedad que afecta con mayor frecuencia al ser humano y la produce un gran número de virus. El número de episodios clínicos es mayor durante la infancia y disminuye progresivamente con la edad.

Los niños son especialmente vulnerables a la infección vírica por el incipiente desarrollo de su inmunidad frente a la mayoría de los virus causantes. La incidencia de esta enfermedad es más elevada en las estaciones de otoño e invierno debido a una mayor supervivencia de los virus a bajas temperaturas y al contagio interpersonal como consecuencia de una cohabitación más prolongada en espacios cerrados.

ETIOLOGÍA DEL RESFRIADO COMÚN Los rinovirus están presentes todo el año y son los implicados con mayor frecuencia en el resfriado común, aunque predominan en el inicio del otoño y al final de la primavera. El rinovirus se replica preferentemente a las temperaturas relativamente bajas del tracto superior.

El coronavirus y el virus respiratorio sincitial (VRS) son, asimismo, frecuentes causas de resfriado común. También son agentes etiológicos, aunque más raramente, adenovirus, enterovirus, influenza y parainfluenza.

El VRS, influenza y parainfluenza predominan en invierno. Muy ocasionalmente, infecciones no víricas producidas por bacterias pueden presentar una sintomatología indistinguible del resfriado común en las fases iniciales. El gran número de virus involucrados en el resfriado común (101 serotipos de rinovirus conocidos) supone, por tanto, un obstáculo para el desarrollo de una inmunidad absoluta ante la enfermedad, si bien la inmunidad específica de serotipo es de por vida.

PATOGÉNESIS DEL RESFRIADO COMÚN Las células epiteliales del tracto respiratorio superior son invadidas por el virus, lo que provoca la liberación de mediadores de la inflamación que incrementan la permeabilidad vascular y, como consecuencia, producen edema y obstrucción nasal.

En caso de que exista previamente hiperreactividad bronquial o asma, se produce broncoconstricción. El virus, además, altera los mecanismos de aclaramiento mucociliar, provocando destrucción de cilios de hasta 6 semanas de duración. Probablemente el frío contribuya a la etiología del resfriado común.

Y así, la rinitis vasomotora que se produce como reacción al frío podría favorecer cierta atonía en el aclaramiento mucociliar del epitelio respiratorio, lo que se supone que puede facilitar la colonización de la mucosa por virus respiratorios.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO SINTOMÁTICO DEL RESFRIADO COMÚN El tratamiento del resfriado común debe basarse, ocasionalmente, en fármacos (antitusígenos, antitérmicos, mucolíticos, descongestionantes nasales y antihistamínicos) para el alivio de los síntomas (fiebre, dolor, tos), y en antibióticos, de forma muy restrictiva, cuando exista sospecha de sobreinfección.

En la mayoría de los casos es suficiente el tratamiento sintomático con antitérmicos, ambiente húmedo y medidas generales de soporte. No está indicado el uso de broncodilatadores b 2 si no hay signos de broncoespasmo.

Los antibióticos no deben utilizarse nunca en la fase inicial del resfriado común. La utilización de antibióticos no previene las complicaciones bacterianas y selecciona la aparición de cepas resistentes. Sin embargo, un 30% de los resfriados es tratados primariamente con antibióticos.

Pelargonium sidoides , planta herbácea a partir de la cual se elabora un nuevo medicamento para el tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio superior. Los antitusígenos deben utilizarse exclusivamente en casos de tos seca, no productiva, o cuando ésta sea tan intensa que interfiera gravemente en el descanso de la persona y su actividad diaria, o llegue a producir otras complicaciones.

La mayoría de los fármacos antitusígenos reducen la tos mediante depresión del centro bulbar de la tos y los más utilizados son derivados opiáceos. Entre los que se utilizan destacan: codeína, folcodina, dextrometorfano, noscapina, difenhidramina y bromofeniramina, y bromuro de ipratropio.

  1. En el grupo de los modificadores de la secreción traqueobronquial se incluyen los mucolíticos, expectorantes y demulcentes;
  2. El agua es el único mucolítico que ha mostrado eficacia, por lo que debe recomendarse la ingesta abundante de líquidos como base del tratamiento;

La deshidratación repercute en una mayor reabsorción de agua por el epitelio bronquial. Entre los modificadores de la secreción bronquial que se utilizan destacan: N-acetilcisteína, S-carboximetilcisteína, guaiafenesina, bromhexina y ambroxol. ENTIDADES CLÍNICAS Y TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO NASOFARINGITIS La nasofaringitis aguda es la enfermedad infecciosa más frecuente en la infancia, y su importancia se debe a las posibles complicaciones en que puede derivar: otitis y sinusitis.

  1. Aunque es más frecuente en niños pequeños, afecta a cualquier grupo de edad;
  2. El contagio tiene lugar por vía aérea o por contacto directo con secreciones infectadas;
  3. Mayoritariamente, la nasofaringitis es producida por rinovirus (30-35%), coronavirus (10%), parainfluenza, VRS, influenza y adenovirus (15%) y enterovirus (5%);

Las bacterias son mucho menos frecuentes y, en general, infectan la nasofaringe de forma secundaria: Streptococcus del grupo A, Streptococcus pneumoniae , Mycoplasma pneumoniae , Neisseria meningitidis y Neisseria gonorrhoeae. Tras un tiempo de incubación de 24-48 h aparecen los síntomas: rinorrea serosa, obstrucción nasal, molestias faríngeas, estornudos y cierto grado de hiperemia conjuntival y lagrimeo.

El 50% de los pacientes presenta fiebre y un 25% refiere mialgias. La sintomatología puede durar hasta una semana, aunque la rinorrea puede persistir incluso dos semanas, y la tos, cuatro semanas. El tratamiento es exclusivamente sintomático.

Para la fiebre y el malestar se puede utilizar paracetamol (15 mg/kg cada 4-6 h), ibuprofeno (10 mg/kg cada 4-6 h), o ácido acetilsalicílico con precaución y nunca en niños, ya que su utilización durante la infección por virus influenza se ha asociado con la aparición de síndrome de Reye.

  • ADENOIDITIS La infección vírica de la nasofaringe favorece la invasión de los tejidos por microorganismos patógenos inactivos que originan complicaciones bacterianas como sinusitis, otitis o adenoiditis;

Las infecciones repetidas de la rinofaringe dan lugar a una hipertrofia del tejido adenoideo. Esta hipertrofia aumenta durante la infección y tras la resolución de ésta las adenoides (amígdalas faríngeas) recuperan su tamaño. De no ser así, la hipertrofia se haría crónica ya que ésta obstaculizaría la ventilación con acumulación de secreciones y aparición de infección.

  1. Las bacterias que más frecuentemente originan adenoiditis son: Streptococcus del grupo A, Streptococcus pneumoniae , Moraxella catarrhalis y Haemophilus influenzae;
  2. La adenoiditis se manifiesta como rinorrea purulenta, fiebre ocasional, a veces elevada, otalgia (dolor de oídos) e incluso otitis supurada;

Los lavados frecuentes de la nariz con suero fisiológico a presión suficiente tienen la finalidad de arrastrar el moco acumulado. El tratamiento de primera elección es la amoxicilina por vía oral y cuando ésta es ineficaz o existe una prevalencia elevada de gérmenes productores de b-lactamasa se pueden utilizar otros fármacos alternativos como cefaclor, cefalexina, o amoxicilina-ácido ácido clavulánico.

FARINGOAMIGDALITIS La faringoamigdalitis consiste en una inflamación de las membranas orofaríngeas y amígdalas palatinas que cursa benignamente. Las faringoamigdalitis agudas pediátricas son producidas por virus, en general.

Son enfermedades agudas autolimitadas con una duración de 4-10 días en caso de etiología viral, y un tiempo algo más prolongado si el microorganismo responsable es el estreptococo del grupo A, e incluso si la enfermedad no ha sido tratada. Los virus más comúnmente involucrados son adenovirus, parainfluenza, virus de Epstein-Barr y Coxsackie que, tras penetrar por vía oral o respiratoria, se asientan en la faringe y ganglios linfáticos regionales.

En las faringoamigdalitis bacterianas, el microorganismo más comúnmente implicado es Streptococcus ß-hemolítico del grupo A. Las manifestaciones clínicas varían en función del agente causal. Las faringitis no estreptocócicas no precisan tratamiento antibiótico, sobre todo si se sospecha de que la etiología es viral.

Sin embargo, en casos de etiología específica, como Pneumocystis pneumoniae , estarían indicados los macrólidos; y ceftriaxona en dosis única o ciprofloxacino en caso de Neisseria gonorrhoeae. En las infecciones por Streptococcus pyogenes el tratamiento de elección es la penicilina resistente a penicilinasa, bencilpenicilina benzatina intramuscular o penicilina oral, manteniendo la penicilina por vía oral durante 10 días para erradicar el germen de la faringe y prevenir la fiebre reumática.

Con la bencilpenicilina benzatina en dosis única se obtienen niveles sanguíneos de penicilina muy duraderos (detectables durante 3 o 4 semanas) y ha demostrado una disminución de la tasa de fiebre reumática.

En caso de fracaso terapéutico con penicilina o de recurrencia se puede utilizar amoxicilina-ácido clavulánico, cefalosporinas, clindamicina o macrólidos (principal alternativa en caso de alergia a penicilinas y derivados). SINUSITIS Es la inflamación de la mucosa que reviste los senos paranasales debida a la invasión vírica.

  1. Provoca un ascenso en la producción de moco, dificulta su salida y genera una presión intrasinusal negativa que favorece la invasión bacteriana de los senos a partir de las fosas nasales;
  2. Además, la función ciliar puede estar alterada a causa del aire frío y seco o del uso de vasoconstrictores nasales, lo que favorece aún más la infección bacteriana;
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En la sinusitis maxilar aguda pediátrica los gérmenes bacterianos que mayoritariamente se han aislado son: Streptococcus pneumoniae (25-30%), Haemophilus influenzae no tipable (20%), Moraxella catharrhalis (20%) y, en menor medida, Streptococcus b-hemolítico de grupo A.

  1. Los que más frecuentemente se han cultivado a partir de pacientes con sinusitis crónica son: Haemophilus influenzae , Staphylococcus aureus , Staphylococcus pyogenes , y gérmenes anaerobios como Bacteroides spp y Fusobacterium spp;

Los virus que se han detectado con mayor frecuencia son: rinovirus, influenza y parainfluenza, que parecen jugar un papel favorecedor de la infección bacteriana. La sintomatología cursa con rinorrea purulenta, tos persistente, dolor de cabeza, fiebre y respiración maloliente.

En los niños, sobre todo en los más pequeños, los síntomas más frecuentes son rinorrea purulenta, tos y respiración maloliente, en forma de un resfriado común más severo y de mayor duración de lo habitual.

La sinusitis aguda tiene una tasa espontánea de curación del 40% por lo que está justificada la espera de unos días antes de iniciar el tratamiento en los niños, siempre y cuando no existan complicaciones y se lleve a cabo un correcto seguimiento clínico del paciente.

En caso de precisarse tratamiento antimicrobiano, si se sospecha que la infección está causada por S. pneumoniae con sensibilidad disminuida a la penicilina, si se utiliza amoxicilina se deberá aumentar la dosis hasta 60-90 mg/kg/ día.

En caso de sinusitis recurrente, se han obtenido resultado positivos con diferentes tratamientos profilácticos: dosis única nocturna de trimetoprim-sulfametoxazol durante 3 meses, amoxicilina 20 mg/kg en dosis única diaria y azitromicina 10 mg/kg en dosis única semanal durante los meses de máxima incidencia (octubre- marzo).

  1. En asociación a los antimicrobianos se suelen administrar inhalaciones de fenilefrina 0,25%-0,50% y analgésicos en la edad pediátrica;
  2. OTITIS MEDIA La otitis media consiste en la presencia de exudado o derrame (seroso, mucoso, purulento o mixto) en la cavidad del oído medio, acompañada de signos y síntomas de infección;

La duración del exudado, junto con la presencia o no de síntomas agudos permite clasificar la otitis media en diferentes formas clínicas, siendo la más frecuente de todas ellas la otitis media aguda (OMA). La OMA suele estar precedida por infección de origen viral de las vías respiratorias superiores, lo que produce inflamación y obstrucción de la trompa de Eustaquio.

  1. En cuanto a los gérmenes causales, los virus desempeñan un papel crucial en la etiopatogénesis de la OMA y su frecuencia aumenta durante las epidemias de VRS, influenza A o rinovirus;
  2. El VRS es el más frecuente en las secreciones de oído medio, seguido de los rinovirus, virus de la gripe y adenovirus; y a éstos se atribuye la ineficacia del tratamiento en algunos casos de OMA;

Respecto a las bacterias, se han aislado en las secreciones del oído medio en el 50-70% de los episodios de OMA. Los gérmenes más frecuentes son: Streptococcus pneumoniae , Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis , y mucho menos frecuentes Streptococcus del grupo A, Staphylococcus aureus y los gramnegativos.

La OMA es más frecuente en niños, especialmente entre 3 y 36 meses, porque la trompa de Eustaquio es más corta, horizontal y ancha, en comparación con la del adulto. En adolescentes y adultos es menos frecuente, sin embargo, las secuelas significativas arrastradas desde la infancia pueden tener cierta incidencia.

El síntoma más importante de la OMA es la otalgia (dolor de oídos) que aparece, en general, de forma brusca y frecuentemente por la noche. En el lactante, la otalgia se manifiesta por un llanto intenso y difícil de calmar, aunque otras veces el único signo es el rechazo del alimento.

La otitis media aguda se trata con el fin de evitar complicaciones como mastoiditis, meningitis y abscesos cerebrales, a pesar de que la resolución espontánea es del 81%. En el resto de los pacientes debe iniciarse tratamiento antibiótico.

El tratamiento de primera línea es amoxicilina durante 10 días; si no hay respuesta en 72 h se deben administrar antibióticos con resistencia a ß-lactamasas (ceftriaxona i. en una dosis). El tratamiento de segunda línea consiste en amoxicilina-ácido clavulánico, cefalosporina oral de segunda generación (cefuroxima), trimetoprim-sulfametoxazol, claritromicina o azitromicina.

  1. En caso de alergia a penicilina se debe administrar claritromicina o azitromicina;
  2. El tratamiento de tercera línea se administra en casos de neumococo resistente a penicilina: clindamicina, ceftriaxona o amoxicilina en dosis altas (70 mg/ kg) o amoxicilina combinada con ß-lactamasa (40/40mg/kg) durante 10 días;

BRONQUITIS AGUDA La bronquitis o traqueobronquitis aguda consiste en una inflamación transitoria de la tráquea y los bronquios principales, generalmente asociada a infecciones del tracto respiratorio causadas por virus en un 90% aproximadamente (influenza A y B, parainfluenza, VRS, coronavirus y rinovirus).

  • La manifestación clínica principal y a veces única es la tos, que se inicia al cabo de 3-4 días de síntomas típicos de infección de vías respiratorias altas;
  • La tos, en un principio seca, se vuelve productiva en unos días y con frecuencia se torna purulenta debido a la acumulación de leucocitos;

Puede cursar en accesos y acompañarse de vómitos y dolor referido en el área traqueal/esternal. En el caso de que aparezca una sobreinfección bacteriana secundaria se manifiesta con fiebre y abundantes secreciones en el tracto respiratorio. Los síntomas se resuelven en un máximo de 2-3 semanas.

En las bronquitis agudas, en general es suficiente el tratamiento sintomático porque suelen ser de etiología vírica, sobre todo en los niños; sin embargo, en las exacerbaciones agudas de una bronquitis crónica puede estar justificada la administración de amoxicilina, o como alternativa el cotrimoxazol.

Así, el tratamiento antimicrobiano empírico puede estar indicado en situaciones especiales: ?? Cuando se sospecha infección bacteriana secundaria, en pacientes con neumopatías previas o en bronquitis febriles que se prolongan o empeoran, el tratamiento de elección es un ß-lactámico resistente a ß-lactamasas, amoxicilina/clavulánico por vía oral 80 mg/kg/día (de amoxicilina) en tres dosis.

En caso de alergia a ß-lactámicos la alternativa es la eritromicina por vía oral 30-50 mg/kg/día en 3-4 dosis (máximo 2 g/día). ?? En la traqueítis bacteriana, que es una entidad específica, infrecuente, equivalente a una forma de infección bacteriana invasora.

Puede constituir una verdadera urgencia médica, requiere ingreso hospitalario y tratamiento antimicrobiano agresivo. En la traqueítis bacteriana, el tratamiento de elección es un ß-lactámico de amplio espectro, por vía intravenosa: amoxicilina/clavulánico a razón de 100 mg/kg/día (de amoxicilina), en 3-4 dosis; cefuroxima, a razón de 50-100 mg/kg/día, en tres dosis.

  • Si existe sospecha de participación de Bordetella , Mycoplasma o Chlamydophila , el tratamiento de elección es un macrólido por vía oral;
  • Los macrólidos, además de su acción antibacteriana, ejercen un efecto antiinflamatorio que podría contribuir a la reducción del número de procesos: eritromicina, a razón de 30-50 mg/kg/día, en 3-4 dosis (máximo 2 g/ día); durante 7-10 días (hasta 21 días en el caso de C;

pneumoniae ); claritromicina, a razón e 15 mg/kg/día, en 2 dosis, durante 10 días (máximo 500 mg/dosis); azitromicina, a razón de 10 mg/kg/día, una dosis/día (máximo 500 mg/dosis), durante 5 días. Otras alternativas son doxiciclina (a partir de los 8 años, 2-4 mg/kg/día, en 2 dosis, durante 7-10 días, por vía oral; las reacciones adversas pueden ser frecuentes y graves) y fluorquinolonas (levofloxacino o moxifloxacino), a partir de los 18 años, durante 7-10 días, por vía oral.

Estas últimas se emplean sobre todo cuando se trata de microorganismos multirresistentes. La incidencia general de efectos adversos es baja y en su mayoría de carácter leve. NOVEDADES TERAPÉUTICAS PARA EL TRATAMIENTO DEL RESFRIADO COMÚN Se ha estudiado un tratamiento alternativo para el resfriado común basado en un preparado fitoterapéutico elaborado con las raíces de Pelargonium sidoides , que posee un excelente perfil de seguridad.

sidoides es una planta herbácea perenne que se ha utilizado en la medicina popular tradicional del sur de África para el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio superior. Diversas evaluaciones in vitro de dicha preparación herbaria y sus componentes aislados han mostrado actividad antiviral y antibacteriana y una notable capacidad inmunomoduladora.

  1. Actualmente, se está utilizando en Europa en forma de preparados fitoterapéuticos para el tratamiento de infecciones respiratorias;
  2. Existe evidencia de su eficacia y/o efectividad para el tratamiento de la bronquitis aguda a partir de ensayos clínicos de rigor;

Con este preparado basado en el P. sidoides la tasa de replicación del virus es mucho menor, y los marcadores del sistema inmunitario aumentan más rápidamente. Además, su efecto antimicrobiano ayuda a prevenir las infecciones recurrentes, así como las suprainfecciones bacterianas cuando se administra durante la infección vírica..

¿Cuando hay cáncer de pulmón duele la espalda?

Otros síntomas del cáncer de pulmón – Otros síntomas que pueden aparecer son los siguientes: 

  • Disfonía: en ocasiones el paciente nota cambios en la voz. Este síntoma se puede producir cuando el tumor se extiende al mediastino, y afecta al nervio recurrente que es el que mueve las cuerdas vocales.
  • Disfagia: el paciente tiene la sensación de que la comida se le queda detenida en la mitad del tórax. Se produce cuando el tumor o los ganglios afectados comprimen el esófago.
  • El cáncer de pulmón puede causar dolor de espalda en algunos casos. Se trata de un síntoma muy inespecífico, y cuya causa más frecuente son otro tipo de dolencias, como las osteoarticulares. Por eso,  ante la existencia de dolor de espalda, bien aislado, bien unido a otros síntomas clínicos, se recomienda valoración por su médico de atención primaria, que manejará la situación según sus antecedentes y clínica en el momento de la consulta.

¿Cómo es la tos del cáncer de pulmón?

¿Cuáles son sus síntomas más frecuentes? – Este tipo de cáncer, que  se origina en las estructuras del árbol respiratorio  – tráquea, bronquios, bronquiolos o alvéolos- puede manifestarse de diversas maneras en función de la etapa en la que se encuentre:

  1. En etapas tempranas:  puede causar poca sintomatología y diagnosticarse por un hallazgo casual. Sus síntomas pueden confundirse con los síntomas respiratorios causados por el tabaquismo.
  2. En etapas más avanzadas,  los signos más característicos son:
    1. Síntomas locorregionales:  aquellos derivados del crecimiento del tumor dentro del pulmón, así como de la invasión de sus tejidos adyacentes. Entre sus síntomas más habituales, se encuentran:
      • Tos : es el signo más frecuente del cáncer de pulmón y puede ser seca o productiva. Con ella se produce expulsión de la secreción mucosa, la mucosidad infectada o, incluso, sangre.
      • Disnea : se caracteriza por la sensación de falta de aire o la dificultad para respirar. Este síntoma suele aparecer tras realizar un esfuerzo importante o con pequeñas actividades físicas.
      • Disfonía  (cambio de tonalidad de la voz): se produce de forma continuada o intermitente, debido a una alteración en la movilidad de las cuerdas vocales o a una parálisis, y afecta al nervio recurrente responsable de su movimiento.
      • Disfagia  (dificultad para tragar): puede darse tanto con alimentos sólidos como líquidos. Esta dificultad se debe a una compresión del esófago por la existencia de ganglios o por el propio tumor.
      • Dolor constante en el pecho:  puede incrementarse con la respiración profunda o la tos.
      • Síndrome de vena cava:  se produce cuando la principal vena del cuerpo se obstruye o se comprime parcialmente.
      • Infecciones respiratorias  repetidas en el tiempo.
    2. Síntomas paraneoplásicos : hacen referencia a las manifestaciones que no están producidas directamente ni por el tumor ni por la metástasis, sino que están vinculados con la liberación de alguna sustancia o a la activación del sistema inmune. Los más comunes son:
      • Cansancio.
      • Pérdida de apetito o de peso.
      • Hipercalcemia tumoral, debida al incremento de las cifras de calcio en sangre.
      • Náuseas.
      • Vómitos.
      • Estreñimiento.
      • Deshidratación.
    3. Síntomas originados por la metástasis :
      • Dolor continuo en caso de afección ósea:  fundamentalmente en la columna vertebral.
      • Dolor en brazos y piernas : lo que puede significar que hay una afectación de algún nervio que tenga su origen en la médula espinal.
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En algunos casos, la sintomatología de un cáncer de pulmón es generalizada y puede producir fatiga, fiebre sin causa conocida o dolor de cabeza. Sin embargo, hay que tener en cuenta que  ninguno de estos síntomas es signo definitivo de un cáncer de pulmón , puesto que pueden presentarse en procesos benignos como un cuadro gripal o una neumonía, por ejemplo.

¿Cómo se detecta el cáncer de pulmón?

La única prueba de detección recomendada para el cáncer de pulmón es la tomografía computarizada con dosis bajas (también llamada TC con dosis bajas). La prueba de detección se recomienda solo a los adultos que no presentan síntomas, pero que tienen un riesgo alto. Detección external icon significa hacer pruebas para detectar una enfermedad cuando no hay síntomas ni antecedentes de esa enfermedad. Los médicos recomiendan una prueba de detección para poder encontrar una enfermedad de manera temprana, cuando el tratamiento puede ser más eficaz.

  1. La única prueba de detección recomendada para el cáncer de pulmón es la tomografía computarizada con dosis bajas (también llamada TC con dosis bajas);
  2. Durante un estudio de detección con LDCT, el paciente se acuesta en una mesa mientras una máquina de rayos X aplica una dosis (cantidad) baja de radiación para producir imágenes detalladas de sus pulmones;

El estudio lleva solamente unos minutos y no causa dolor.

¿Cómo saber si te duele la espalda o los pulmones?

Para diferenciar estos dolores con un dolor de pulmón hay que prestar atención si:  –

  • Hay un dolor en el pecho que irradia al brazo izquierdo
  • Al toser hay sangre.
  • Labios o uñas azuladas.
  • Fiebre.
  • Falta de aire o dificultad para respirar.

Para reconocer si se trata de un problema de espalda alta o un problema de los pulmones, considera cuántos síntomas tienes. Por ejemplo, si hay dificultad para respirar y además rigidez o debilidad en los brazos, se trata de un problema en la espalda alta. Por el contrario, si hay dificultad para respirar y además fiebre, probablemente se trate de un problema en el pulmón. En cualquier situación, acude con el médico especialista para que pueda darte el diagnóstico y tratamiento oportuno para aliviar el dolor..

¿Qué medicamento es bueno para los pulmones inflamados?

¿Por qué me duele la espalda por los pulmones?

Si una persona tiene dolor de espalda cuando respira, puede ser una señal de una afección médica subyacente. En algunos casos, el dolor es agudo, y las posibles causas van desde la inflamación o infección del pecho hasta curvatura vertebral y cáncer de pulmón.

El dolor de espalda mientras respiras también puede indicar una emergencia médica, como un ataque cardíaco o embolia pulmonar, particularmente si también experimentas dificultad para respirar o dolor de pecho.

En este artículo, investigamos algunas posibles causas del dolor de espalda al respirar y te decimos cuándo consultar a un médico.

¿Cómo saber si el dolor en la espalda son los pulmones?

Para diferenciar estos dolores con un dolor de pulmón hay que prestar atención si:  –

  • Hay un dolor en el pecho que irradia al brazo izquierdo
  • Al toser hay sangre.
  • Labios o uñas azuladas.
  • Fiebre.
  • Falta de aire o dificultad para respirar.

Para reconocer si se trata de un problema de espalda alta o un problema de los pulmones, considera cuántos síntomas tienes. Por ejemplo, si hay dificultad para respirar y además rigidez o debilidad en los brazos, se trata de un problema en la espalda alta. Por el contrario, si hay dificultad para respirar y además fiebre, probablemente se trate de un problema en el pulmón. En cualquier situación, acude con el médico especialista para que pueda darte el diagnóstico y tratamiento oportuno para aliviar el dolor..

¿Cómo saber si el dolor de espalda es cáncer?

¿Cómo saber si mis pulmones están bien en casa?

Los pulmones tienen dos funciones principales. Una es obtener el oxígeno del aire que va hacia el cuerpo y otra es eliminar el dióxido de carbono, de acuerdo con  MedlinePlus , web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que   los pulmones son el órgano más vulnerable a la infección   y las lesiones del ambiente externo, debido a la exposición constante a partículas, productos químicos y organismos infecciosos en el aire.

  1. Asimismo, las enfermedades respiratorias constituyen cinco de las 30 causas más comunes de muerte;
  2. Por tal razón, es importante proteger los pulmones con una buena nutrición y hacerles una limpieza para eliminar las toxinas;

Para saber si los pulmones están sanos se puede hacer una prueba desde la casa que consiste en tomar aire, meter la cabeza en agua y aguantar la respiración. Si la persona aguanta al menos 30 segundos significa que los pulmones están saludables, según el portal   Salud 180. Sobre la misma línea, la biblioteca explicó que existen otros tipos de pruebas para saber la función pulmonar, como, por ejemplo:

  • Espirometría:  El tipo más común de prueba de función pulmonar. Mide cuánto aire puede mover una persona hacia y desde los pulmones y la rapidez con la que puede hacerlo.
  • Prueba de volumen pulmonar:  También conocida como pletismografía corporal. Mide la capacidad de aire de los pulmones y la cantidad de aire que queda después de respirar hacia afuera (exhalar) lo más posible.
  • Prueba de difusión de gases:  Mide qué tan bien el oxígeno y otros gases pasan de los pulmones al torrente sanguíneo.
  • Prueba de esfuerzo con ejercicio:  Analiza el efecto del ejercicio en el funcionamiento pulmonar.

Según la biblioteca, las pruebas de función pulmonar se suelen usar para encontrar la causa de problemas respiratorios; diagnosticar y monitorear enfermedades pulmonares crónicas como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) y enfisema; comprobar si el tratamiento de una enfermedad pulmonar está dando resultado; comprobar el funcionamiento pulmonar antes de una operación; comprobar si la exposición a sustancias químicas o de otro tipo en el hogar o el lugar de trabajo ha causado daño pulmonar. Accede al artículo completo: https://www. semana. com/vida-moderna/articulo/como-saber-si-los-pulmones-estan-sanos/202202/ Aviso Cookies Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios de navegación y para realizar estadísticas de visitas al WebSite.

Si el tiempo es menor, es porque la capacidad pulmonar puede estar fallando, pero si el tiempo es superior a 30 segundos los pulmones están muy fuertes y sanos. Para obtener más información sobre el uso de cookies visita Cookes.

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¿Qué ocurre cuando se detecta a tiempo el cáncer de pulmón?

Razones para detectar el cáncer de pulmón – El cáncer de pulmón es el segundo cáncer más común que afecta tanto a hombres como a mujeres en los Estados Unidos. Además, el cáncer de pulmón es la principal causa de muertes por cáncer. Si el cáncer de pulmón se descubre en una etapa más temprana (cuando es pequeño y antes de que se propague), es más probable que se pueda tratar eficazmente.

Por lo general, los síntomas de cáncer de pulmón no aparecen sino hasta que la enfermedad ya se encuentra en una etapa avanzada. Aun cuando el cáncer de pulmón causa síntomas, muchas personas pueden confundirlos con otros problemas, como una infección o efectos a largo plazo causados por el hábito de fumar.

Esto puede retrasar el diagnóstico. Los fumadores y los exfumadores tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón.

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